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Edgar Neville y de Romrée

Biografía

Neville y de Romrée, Edgar. Conde de Berlanga del Duero (IV). Madrid, 28.XII.1898 – 23.IV.1967. Escritor, humorista, cineasta y diplomático.

Edgard Neville y de Romrée fue hijo de Eduardo Neville Rivesdalle, un ingeniero inglés que había llegado a Madrid a finales del siglo XIX, para colaborar con la empresa Crosley, y que se casó con María Romrée y Palacio, hija de Milagro de Palacio y García y de Carlos Antonio de Romrèe y Paulin, conde de Romrée, título belga que se autorizó a usar en España, el 31 de diciembre de 1866. La madre de Edgar Neville, al haber fallecido su hermano sin descendencia, sucedió en el condado de Berlanga del Duero, pasando esta merced finalmente al escritor. En sus “Recuerdos infantiles” se refiere el autor a su infancia y adolescencia. Cuenta que estuvo interno en el Colegio de El Escorial y luego pasó al Colegio del Pilar y que una incipiente enfermedad del tórax fue el origen de su estancia en Leysin, en Suiza, en el año 1911. Pero la mayoría de las vacaciones infantiles transcurrieron en Alfafar (Valencia), en el palacete del abuelo Carlos, lugar en el que se sucedían hechos muy curiosos y divertidos, dada la afición del conde por los inventos. Aquellas temporadas alternaron con las estancias en La Granja, lugar de veraneo de la Familia Real. Ya convertido en un joven, inició los estudios de Derecho, pero a causa de una riña de enamorados y en un momento de desengaño, se alistó para la Guerra de Marruecos en 1921. Allí estuvo tres meses. Cuando regresó a Madrid fue presentado, en Pombo, a Ramón Gómez de la Serna, lo que significó su primer contacto con la vanguardia. En el año 1924 y ya finalizados sus estudios universitarios, Neville ingresó en el cuerpo diplomático. Un año más tarde, el 28 de octubre de 1925, contrajo matrimonio con la joven actriz malagueña Ángeles Rubio Argüelles y Alessandri (1906-1965), hija de Carlota Alessandri y del médico Carlos Rubio, decano de la Facultad de Medicina de Cádiz. Precisamente, en Málaga apareció, en 1926, su primer libro, Eva y Adán. Lo vanguardista se hacía presente en este primer libro de relatos desmitificadores y experimentales. También por aquellos años comenzó a escribir piezas teatrales junto con José López Rubio. Alternó la actividad teatral con la periodística y colaboró en muchas revistas; entre ellas, la Revista de Occidente que en 1923 había fundado Ortega y Gasset, con quien conservó siempre Neville una estrecha amistad.

En 1927 fue destinado como agregado a la embajada española en Washington y durante sus primeras vacaciones se marchó a Hollywood. Allí se introdujo rápidamente en el mundo cinematográfico. De sus varias estancias en Hollywood, el trabajo de más relevancia fue la elaboración de los diálogos y la dirección de la película El presidio. Sin duda fue gracias a Neville como fueron llegando hasta allí los escritores españoles que colaboraron con el incipiente mundo del cine. Eran los años del nacimiento del cine sonoro y se luchaba por la presencia del castellano en las versiones en español de las películas. En Hollywood, Neville terminó de escribir su novela Don Clorato de Potasa. Regresó a España en 1931, cuando el doblaje hizo innecesarias las versiones hispanas.

Pero la carrera diplomática tenía sus exigencias y en marzo del año 1934 fue nombrado cónsul de España en Uxda. Ello le obligó a realizar un viaje por el Marruecos francés en búsqueda de los posibles prisioneros españoles en tierras africanas. En enero de 1935 le concedieron el destino en Madrid y la Cruz de África como premio a sus gestiones diplomáticas.

Ya en 1934 Neville se había consolidado como escritor y como cineasta. Ese mismo año se estrenó en el teatro Margarita y los hombres; también el mismo año se rodó La traviesa molinera; posteriormente, El malvado Caravel, de Wenceslao Fernández Flórez y La señorita de Trévelez, de Carlos Arniches. En 1935 conoció Edgar a Conchita Montes, mujer fundamental en su vida y en su obra.

El 13 de julio de 1936, el día del asesinato de Calvo Sotelo, Neville llegó a Madrid desde Nueva York, y, según cuenta él mismo, se encontró en España con una situación desastrosa. Al estallar la Guerra Civil Neville prestaba servicios en la sección de Cifra del ministerio; estuvo a punto de ser fusilado y decidió conseguir un salvoconducto a Londres para ir a la embajada. Desde Londres fue a París, llegó a San Juan de Luz y desde allí regresó a España e ingresó en la bandera de Castilla. Durante aquellos intensos años había elaborado el guión de varias películas documentales y escrito un libro de relatos de guerra titulado Frente de Madrid, que apareció por vez primera en 1941. Además colaboró en Vértice y en La Ametralladora, revista de humor fundada por Miguel Mihura, Tono, Álvaro de Laiglesia y el propio Neville en 1937. Humor heredado de las revistas Buen Humor y Gutiérrez y de Ramón Gómez de la Serna, humor absurdo, germen de lo que luego será La Codorniz. En 1939 Neville filmó en Roma Frente de Madrid, que estrenó en 1940. También en 1940 dirigió Santa Rogelia, sobre una obra de Palacio Valdés; luego Santa María, que en España se llamó La muchacha de Moscú.

En la década de 1940 Neville trabajó incesantemente para el cine; en 1941 se estrenó Verbena, luego Correo de Indias, que fue presentada en el Festival de Venecia, después Café de París, más tarde La torre de los siete jorobados, en 1944, sobre una obra de Emilio Carrere. A pesar de las dificultades por las que atravesaba el país, Neville seguía manteniendo un nivel de vida elevado. Fue la época en que alternaba su afición por la caza, por la pesca submarina, que practicaba en Mallorca o en la Costa Brava, con su afición por Manolete. A La vida en un hilo, que se estrenó en 1945, le sucedieron Domingo de Carnaval y El crimen de la calle de Bordadores.

Había pasado a la excedencia voluntaria en la carrera diplomática en diciembre de 1940 y en 1949 fue nombrado, por el ministro Martín Artajo, consejero de embajada. Durante la posguerra europea, en 1949, a Neville aún le quedaba la experiencia de caer en manos de los maquis y así le sucedió en un viaje de Cadaqués a Barcelona. Por aquellos años Neville era asistente asiduo a la tertulia del Lyon d’Or, que era la más interesante de la posguerra. Al desaparecer esta tertulia, Neville se reunía con sus amigos Tono, Mihura, Kelber, Álvaro de Laiglesia, López Rubio y otros en la avenida de la Moncloa, donde había adquirido una casa. A finales de la década de 1940, en 1947, Conchita Montes elaboró un guión sobre Nada de Carmen Laforet, película producida y dirigida por Neville y estrenada en 1947. También ese año comenzó a colaborar con él, como secretaria, Isabel Vigiola.

En 1950 apareció la película El último caballo; posteriormente, Duende y misterio del flamenco, en 1952, película que alcanzó Mención de Honor en el Festival de Cannes. Durante la década de 1950, a Neville se le empezó a quebrar su salud de hierro. Se había convertido en un hombre muy grueso a causa de una atrofia de tiroides e hipófisis y, a pesar de sus esfuerzos, la enfermedad y la obesidad fueron una constante en su vida.

Pero el gran éxito de Neville fue la obra de teatro El baile; se estrenó en Bilbao, en el Teatro Arriaga, el 22 de junio de 1952 con Conchita Montes, Rafael Alonso y Pedro Porcel y por su ironía, su poesía, su tratamiento de los diálogos y la perfección de la construcción dramática tuvo enorme relevancia en aquella temporada teatral y adquirió significación importante en el teatro español del siglo xx. Con ella Neville creó una fórmula dramática que perduró hasta la última de sus obras teatrales, La última noche de bodas, estrenada en el año 1964. El baile tuvo una excelente acogida por parte de la crítica y se representó en España y en muchas ciudades europeas: Berlín, París, Londres. En 1959 la llevó a la pantalla; con ella viajó hasta Buenos Aires, donde visitó a su amigo y admirado Ramón Gómez de la Serna, y la presentó en el Festival de Mar del Plata. A partir de El baile, los estrenos teatrales se sucedieron: Veinte añitos y Marramiau, en 1954, Rapto, en 1955. También siguió escribiendo relatos; prueba de ello fueron La niña de la calle del Arenal, llena de recuerdos autobiográficos, que apareció en 1953, y Torito bravo, conjunto de relatos cortos, en 1955. En 1961 realizó Mi calle, película que él calificó como su mejor trabajo. En 1962 fue nombrado asesor del Consejo Superior de Asuntos Exteriores. A partir de 1964 se dedicó a la poesía. Ángel Caffarena Such editó casi toda la obra poética del autor en las Publicaciones de la Librería Anticuaria El Guadalhorce, de Málaga. Abandonó el teatro, pero siguió escribiendo artículos para ABC, Sábado Gráfico y otras publicaciones.

Y también apareció en él un sentimiento amoroso: el sentimiento de un hombre ya maduro atraído por una mujer joven. Debido a su estado de salud tuvo que pasar una temporada en la clínica Cecil de Lausanne. Allí recibió a Conchita Montes y se reunieron con su amigo Chaplin. El 28 de diciembre de 1966, Edgar Neville cumplió sesenta y siete años. El 23 de abril de 1967 moría de un paro cardíaco.

En cuanto a las etapas de su producción literaria, en la primera (1926-1936), la relación de Neville con Ramón Gómez de la Serna condicionó la visión del autor, a través de la desmitificación con claros efectos humorísticos. Ésta cristalizó, por una parte, en una determinada concepción del relato, experimental y vanguardista; y, por otra, en un concepto del teatro en el que incorporó elementos ya existentes de la dramaturgia anterior y también elementos del humor nuevo de la época. En la segunda etapa (1937-1951), existió en el autor un compromiso bélico que, lógicamente, repercutió en su creación literaria. Por otra parte, la supervivencia de lo vanguardista se hizo presente. Estas dos vertientes corrieron paralelas y no excluyentes, ya que el vanguardismo inicial persistía en los relatos bélicos; en esa línea apareció, en 1941, Frente de Madrid. Pero el vanguardismo subsistía sobre todo en las colaboraciones en periódicos y revistas; las que tuvieron más éxito de público fueron las que el autor incluyó en La Ametralladora a partir de 1937; y posteriormente, a partir de 1941, en La Codorniz.

En la tercera etapa de producción (1952-1963), Neville llegó a la concepción de una pieza dramática en la que los elementos procedentes de la tradición teatral se modificaron por cierta visión desmitificadora, que tenía como fin evadir la realidad mediante una visión amable, elegante y humanizadora de la vida. A partir de 1952, fecha de estreno de El baile, se creó una fórmula dramática que perduró hasta 1963, año en que tuvo lugar el último estreno teatral, La extraña noche de bodas.

En la cuarta y última etapa del autor (1964-1967), aparece una evidente orientación hacia la creación poético-lírica, en relación con el descubrimiento de la introspección como resultado de una preocupación intimista.

Perteneciente a la denominada “otra generación del 27”, grupo de humoristas que surgió paralelamente a la generación poética del 27 y que tuvieron como maestros a Ramón Gómez de la Serna, Julio Camba y Wenceslao Fernández Flórez, los componentes de la generación fueron, además de Neville, Antonio de Lara (Tono), Enrique Jardiel Poncela, José López Rubio y Miguel Mihura. López Rubio les dedicó su discurso de ingreso en la Real Academia Española, en 1983, y Fernando Lázaro Carreter afirmaba, en su contestación al mismo, que todos ellos tuvieron en común un sentido del humor nuevo, lírico, puramente espiritual, irónico sin agresión, basado en la inteligencia, enemigo del tópico y amable con los hombres que merecen ser amados.

 

Obras de ~: Eva y Adán, Málaga, 1926; Don Clorato de Potasa, Madrid, Biblioteca Nueva, 1929; Margarita y los hombres, Madrid, Rivadeneyra, 1934; Música de fondo, Madrid, Biblioteca Nueva, 1936; Frente de Madrid, Madrid, Espasa Calpe, 1941; La niña de la calle del Arenal, Madrid, La Novela del Sábado, 1953; Veinte añitos, Madrid, Escelicer, 1954; El baile, Madrid, Biblioteca Nueva, 1955; Rapto, Madrid, Biblioteca Nueva, 1955; Adelita, Madrid, Biblioteca Nueva, 1955; Mi España particular, Madrid, Taurus, 1957; Marramiau: Comedia... basada en una obra de [Laszlo] Fodor, libre adaptación de ~, [Cádiz], Alfil, 1958; La vida en un hilo, Madrid, Escelicer 1959; Prohibido en otoño, Madrid, Biblioteca Nueva, 1961; Alta fidelidad, Madrid, Escelicer, 1961; La extraña noche de bodas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1963; Flamenco y cante jondo, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1963; Mar de fondo, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1964; El naufragio, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1964; El día más largo de Monsieur Marcel, Madrid, Afrodiso Aguado, 1965; Poemas, Madrid, Revista de Occidente, 1967; Obras Selectas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1969; Las terceras de ABC, selecc. y pról. de R. Flórez, Madrid, Prensa Española, 1976; El baile y La vida en un hilo, Madrid, Cátedra, 1990; El baile. Cuentos y relatos cortos, Madrid, Castalia, 1996; Don Clorato de Potasa, Madrid, Espasa Calpe, 1998; Eva y Adán, Zaragoza, Libros del Innombrable, 2000.

Filmografía: (dir. y guión), El malvado Caravel, 1935; (dir. y guión), La señorita de Trévelez, 1936; (dir., guión y comentario), La ciudad universitaria (documental), 1938; R. de Ribón (dir.), Santa Rogelia, supervisión, guión (con M. Soldati y R. de Ribón) y diálogos de ~, 1939; (dir. y guión), Frente de Madrid, 1939; (dir.), La muchacha de Moscú, guión de ~ y A. di Stefani, 1941; (dir. y guión), Verbena, 1941; (dir. y guión), Correo de Indias, 1942; (dir. y guión), Café de París, 1943; (dir.), La torre de los siete jorobados, guión de ~ y J. Santugini, 1944; (producción, dir. y guión), La vida en un hilo, 1945; (producción, dir. y guión), Domingo de carnaval, 1945; (dir. y guión), El crimen de la calle de bordadores, 1946; (dir. y guión), El traje de luces, 1947; (producción y dir.), Nada, 1947; (dir. y guión), El señor Esteve, 1948; (producción, dir. y guión), El marqués de Salamanca, 1948; (producción, dir. y guión), El último caballo, 1950; (producción, dir. y guión), Duende y misterio del flamenco, 1952; L. García Berlanga (dir.), Novio a la vista, argumento: comedia original de ~, 1954; (dir. y guión), El baile, 1959; (dir. y guión), Mi calle, 1961.

 

Bibl.: A. Díaz Cañabate, Historia de una tertulia, Madrid, Castalia, 1953; A. Marqueríe, Veinte años de teatro en España, Madrid, Editora Nacional, 1959; F. Méndez Leite, Historia del cine español, Madrid, Rialp, 1965; E. Acevedo, Teoría e interpretación del humor español, Madrid, Editora Nacional, 1966; V. Aguilera Cerni, Ortega y DOrs en la cultura artística española, Madrid, Ciencia Nueva, 1966; M. Gómez Santos, “Edgar Neville cuenta su vida”, en Doce hombres de letras, Madrid, Editora Nacional, 1969; J. C. Mainer, Falange y literatura, Barcelona, Labor, 1971; VV. AA., Edgar Neville en el cine, Madrid, Filmoteca Nacional de España, 1977; F. Ruiz Ramón, Historia del teatro español, Siglo XX, Madrid, Cátedra, 1980; J. Pérez Perucha, El cinema de Edgar Neville, Valladolid, Seminci, 1982; J. López Rubio, La otra generación del 27: discurso leído el día 5 de junio de 1983, en su recepción pública, por el Excmo. Sr. Don José López Rubio y contestación del Excmo. Sr. Don Fernando Lázaro Carreter, Madrid, Real Academia Española, 1983; M.ª L. Burguera Nadal, Edgar Neville: entre el humorismo y la poesía, Málaga, Diputación, 1994; VV. AA., “Edgar Neville: 100”, en Nickel Odeon, Revista Trimestral de cine, n.º 17 (invierno de 1999); M.ª L. Burguera Nadal, Edgar Neville. Entre el humor y la nostalgia, Valencia, Diputación-Institución Alfonso el Magnánimo, 1999 (Colección Biografía, 30); J. M.ª Torrijos (ed.), La luz en la mirada: Edgar Neville, 1899-1967, Madrid, Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Centro de Documentación Teatral, 1999; J. A. Ríos Carratalá, Una arrolladora simpatía. Edgar Neville: de Hollywood al Madrid de la posguerra, Barcelona, Ariel, 2007; J. García de Dueñas, Ángeles Rubio-Argüelles, una dama del teatro, Málaga, Ayuntamiento, 2008; S. Aguilar, Filmografía de Edgard Neville, en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://www.cervantesvirtual.com/

 

María Luisa Burguera Nadal

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