Bermúdez de Castro y O’Lawlor, Salvador. Marqués de Lema (II). Madrid, 1.XI.1863 – 20.I.1945. Ministro de Estado.
Nació en el seno de una familia de rancio abolengo. Su padre, Manuel Bermúdez de Castro y Díez, había sido ministro de Estado, de Gracia y Justicia y de Gobernación, en diferentes gobiernos de Isabel II, y su madre, Encarnación O’Lawlor Caballero, era de ascendencia irlandesa, hija de José O’Lawlor y O’Brennan, militar irlandés que sirvió en el Ejército español desde el grado de cadete hasta llegar a capitán general de Granada. Su tío Salvador fue ministro plenipotenciario en París y en Nápoles, y secretario del Consejo de ministros con Narváez y a quien, en 1858, Isabel II le concedió la merced de título de Castilla con la denominación de marqués de Lema, mientras que el rey Francisco II de Nápoles le agració con el ducado de Ripalda (1859), y un año más tarde con el título de duque de Santa Lucía, por su actuación durante el sitio de Gaeta, cuando la invasión de los piamonteses, donde se encontraba como ministro plenipotenciario.
Salvador Bermúdez de Castro estudió en el colegio de los Jesuitas San Luis Gonzaga, de El Puerto de Santa María (Cádiz), y dos años en el colegio católico de Beaumont (1877), en Inglaterra, luego hizo la carrera de Jurisprudencia, en la que se doctoró con nota de sobresaliente. Su tesis doctoral, titulada El sistema de los concordatos (1887), tuvo cierta repercusión en los ambientes sociales. Para entonces ya era marqués de Lema, dignidad esta que su tío Salvador Bermúdez de Castro, como primer titular, le había dejado como sucesor en la merced.
En 1891 obtuvo su primera acta de diputado a Cortes por el distrito de Tineo (Oviedo), que consiguió renovar ininterrumpidamente hasta la dictadura de Primo de Rivera (1923), representando siempre al partido conservador y destacando por sus intervenciones en los debates relacionados con la política exterior.
En algunos comicios electorales obtuvo su acta conjuntamente por Tineo y Valderrobles (Teruel), en cuya provincia era jefe del Partido Conservador. Desde muy joven participó en los ambientes culturales y frecuentó el Ateneo madrileño. En 1891 pronunció su conferencia El problema social y las escuelas públicas, que dio a la imprenta un año más tarde.
Su educación refinada, el ambiente familiar, la frecuencia de trato con los líderes políticos de la época, fruto de las relaciones que su familia mantenía con los más destacados personajes públicos, y, especialmente, el ejemplo de su padre y de su tío subrayaron su afición a la política. Fue un leal admirador de Cánovas, e incluso su secretario personal algunos veranos en Santa Águeda, que pronto lo acogió con predilección casi paternal. De la mano de Cánovas, precisamente, fue Bermúdez de Castro director general de Comunicaciones (1895-1897), y en 1896 asistió, como representante español, al Congreso Internacional de Correos. La difícil situación interna de España, con la descomposición de los grandes partidos, y las luchas internas, en concreto, en el Partido Conservador, tras la muerte de Cánovas, con la afluencia de varios líderes, no alteraron la carrera del joven Bermúdez de Castro que se mantuvo ajeno a estas luchas internas de su partido. Francisco Silvela, que había sido la mano derecha de Cánovas, fue llamado a formar gobierno en marzo de 1899. Su personal animadversión hacia Romero Robledo le habían alejado del Partido Conservador. Silvela presidió el llamado gobierno de “Regeneración Nacional”, en el que contó con destacados líderes conservadores, como Fernández Villaverde y Maura. En esas circunstancias, Bermúdez de Castro desempeñó en ese período el cargo de subsecretario de Gobernación (1899) y asistió, como representante de España, al Congreso Internacional de Beneficencia y Sanidad celebrado en París (1900). El mismo año pasó al Ministerio de Gracia y Justicia, como subsecretario. Fue alcalde de Madrid (1903- 1904), coincidiendo con Fernández Villaverde al frente del gabinete ministerial.
Inteligente, culto y buen orador, Bermúdez de Castro hablaba perfectamente inglés, italiano, francés y latín. Su oportunidad le llegó de la mano de Dato para ocupar la cartera de Estado. Fue titular de este ministerio en tres ocasiones (27 de octubre de 1913 a 8 de diciembre de 1915; 2 de junio de 1917 a 31 de octubre de 1917, y 19 de julio de 1919 a 12 de agosto de 1921). En este cargo le sorprendió la Primera Guerra Mundial, ante la cual España se mantuvo neutral, siendo en este asunto Bermúdez de Castro, un auténtico defensor de la posición no beligerante de España. Fue más tarde gobernador del Banco de España (1922) durante unos meses. Se retiró de la política con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera (1923), y se dedicó a escribir, especialmente, temas históricos, y al arte, del que fue un gran conocedor y coleccionista.
Se casó con una hija del político Joaquín Sánchez de Toca, María Victoria, el 27 de enero de 1901, y tuvieron dos hijos: Manuel y María Victoria. Fue elegido miembro de la Real Academia de la Historia (1913) para ocupar la vacante por fallecimiento de Alejandro Pidal y Mon, que no llegó a tomar posesión de la misma. Su toma de posesión se efectuó en 1916 dando lectura a un discurso titulado Calomarde, que fue contestado por el académico Juan Pérez de Guzmán y Gayo. Fue también académico de la de Ciencias Morales y Políticas (1924) y de la Española (1935). Entre sus condecoraciones destacan la Gran Cruz de José de Austria, la de Isabel la Católica y la Encomienda de San Gregorio Magno de Roma.
Obras de ~: El Sistema de los Concordatos, tesis doctoral, Madrid, Tipografía Ricardo Fe, 1887; Las relaciones entre la Iglesia y el Estado, discurso leído en el Primer Congreso Católico Español, 1890; El problema social y las escuelas políticas, memoria leída en el Ateneo de Madrid, Tipografía de Huérfanos, 1891; La Iglesia en la América española, conferencia en el Ateneo de Madrid, con ocasión del Centenario del Descubrimiento de América, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1892; Un cuadro de Velázquez, Madrid 1910; Antecedentes políticos y diplomáticos de los sucesos de 1808, estudio histórico-crítico escrito con presencia de documentos inéditos del archivo reservado de Fernando VII, del Histórico Nacional y otros, Madrid, Imprenta Alemana, 1911; El último Gran Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén, Madrid, Revista de Archivos, 1912; Estudios históricos y críticos. Primera serie, Madrid, Jaime Rates Martín, 1913; Calomarde, discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia, Madrid, Jaime Ratés, 1916; Spain since 1815, Cambridge, University Press, 1921; El gobernante, discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid, Talleres Voluntad, 1924; De la Revolución a la Restauración, Madrid, Voluntad, 1927, 2 vols.; La dimisión del marqués de Villaurrutia de la embajada de España en París (1914), artículos publicados en La Época en diciembre de 1928, Madrid, 1929; Mis Recuerdos (1880-1901), Madrid, Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, 1930; Prácticas Internacionales, conferencia pronunciada en la Asociación Española de Derecho Internacional; La Nobleza y el gobierno, conferencia en el ciclo de las organizadas por el Centro de Administración Nobiliaria, Madrid, 1930; Cánovas o el hombre de Estado, colección de vidas españolas del siglo xix, t. XV, Barcelona, Espasa Calpe, 1931; Un momento político interesante y una carta de Donoso Cortés. Madrid, Tipografía de Archivos, 1932; Don Salvador Bermúdez de Castro y su época literaria, discurso de ingreso en la Real Academia Española, Madrid, Tipografía Huelves y Cía., 1935; La política exterior española a principios de siglo xix, Madrid, Editorial Reus, 1935; Pedro José Pidal. Marqués de Pidal, Madrid, Imprenta de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos, 1935; Consideraciones sobre la situación internacional de España, Madrid, Imprenta de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos, 1936.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Elecciones, 105, n.º 36; 107, n.º 37; 109, n.os 37 y 51; 111, n.º 37; 113, n.º 34; 115, n.º 34; 117, n.os 34 y 43; 119, n.º 34; 121, n.º 34; 123, n.º 34; 125, n.º 34; 127, n.º 34; 129, n.º 34; 131, n.º 34; 133, n.º 34; 135, n.º 34; Diario de Sesiones de las Cortes, legislaturas 1891 a 1923; Archivo Histórico del Banco de España, Secretaría, leg. 1758, y Archivo de Registro, caja 77, tercera transferencia.
J. F. Dodero, Las últimas Cortes de la Regencia, Madrid, Imprenta y Litografía de J. Corrales, 1902; Asturias, Madrid, Boletín del Centro de Asturianos de Madrid, 1903; M. Sánchez de los Santos, Las Cortes españolas, las de 1907, notaciones, incidentes, anomalías, datos biográficos, Madrid, A. Marzo, 1908; I. D. del Castillo, El Parlamento español en 1910, Madrid, Imprenta Señora Viuda y Sobrino de J. Corrales, 1910; M. Sánchez de los Santos y S. de la Redondela, Las Cortes españolas, las de 1914, Madrid, Tipografía A. Marzo, 1910; N. Martín Mateos, Biografías asturianas. Primera Serie, Madrid, Imprenta Patria y Letras, 1917; S. Bermúdez de Castro, Mis Recuerdos (1880-1901), op. cit.; L. Araujo Costa, Biografía de La Época, Madrid, Gráficas Espejo, 1946; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El Poder y sus Hombres: ¿por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; G. Maura Gamazo y M. Fernández Almagro, Por qué cayó Alfonso XIII, Madrid, Alderabán Ediciones, S.L., 1999; P. Pascual, El Compromiso intelectual del político. Ministros escritores en la Restauración Canovista, Madrid, Ediciones de la Torre, 1999.
Honorio Feito Rodríguez