Álvarez de Miranda y Torres, Fernando. Santander (Cantabria), 14.I.1924 – Madrid, 7.V.2016. Político y abogado.
De familia de arraigo palentino, hijo de juez, estudió en colegios de los jesuitas de Bilbao (Nuestra Señora de Begoña, Indautxu) y Zaragoza (El Salvador).
Comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de esta última ciudad y la terminó en Madrid en 1948, donde se había trasladado la familia al ser nombrado su padre magistrado del Tribunal Supremo. Ingresó en la milicia universitaria y se graduó como alférez de Complemento en el Campamento de La Granja (Segovia) en la misma promoción que Manuel Fraga Iribarne.
Miembro de la congregación mariana de San Luis Gonzaga —los llamados Luises, formada por antiguos alumnos de los jesuitas— coincidió en ella con los padres Carrillo de Albornoz y José María de Llanos —el “padre Llanos”— y contó entre sus compañeros con Gonzalo Fernández de la Mora y Federico Silva Muñoz, entre otros, que más adelante ocuparon posiciones relevantes en la sociedad y la política españolas.
Por entonces, se incorporó también al Círculo de Jóvenes, surgido de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP). En aquellos años se definía como monárquico y se interesó por la llamada “doctrina social de la Iglesia”. Según reconoció, los textos que le influyeron entonces fueron la encíclica Mit Brennender Sorge, de Pío XI, y los manifiestos de don Juan de Borbón desde Ginebra y Lausana.
Viajó a Brasil en 1951, becado por el Gobierno de aquel país, para estudiar su sistema jurídico. En 1960 asistió a un curso sobre comunidades europeas en la Universidad de Luxemburgo.
Entre 1949 y 1967 fue profesor ayudante de Derecho Procesal en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, en la cátedra del profesor Leonardo Prieto Castro. Desde 1951 ejerció, además, como abogado, colegiado en Madrid, y asesor jurídico.
Participó en la fundación de Unión Española, grupo monárquico animado por Joaquín Satrústegui.
Fundó en 1954, junto a Carlos Bru, Íñigo Cavero, Juan Durán, Rafael Márquez, José Luis Ruiz-Navarro y Juan Luis de Simón Tobalina, la Asociación Española de Cooperación Europea (AECE), de la que fue secretario general. La presidía Francisco de Luis, antiguo director de El Debate, periódico de la Editorial Católica. Se integró en 1958 en la Democracia Social Cristiana de José María Gil Robles. Participó en la conmemoración del décimo aniversario de la fundación del Consejo de Europa en 1960 y asistió en 1961 al Comité de Naciones no Representadas en aquél, como delegado de la Asociación Española de Cooperación Europea, para informar sobre la situación española.
Acudió en junio de 1962 al Congreso del Movimiento Europeo que tuvo lugar en Múnich y que fue conocido en los medios del régimen franquista como “Contubernio de Múnich” figurando como secretario de la Comisión de los asistentes del interior de España.
A su regreso a Madrid, fue deportado durante nueve meses a la isla de Fuerteventura en compañía de Satrústegui, Miralles y Barros de Lis. Fue también separado del Cuerpo de Técnicos Administrativos de la Diputación Provincial de Madrid, al que pertenecía desde 1952. Se reincorporó en 1980, aunque solicitó la excedencia.
Participó en el IV Congreso Mundial de la Democracia Cristiana en Estrasburgo en 1963. En 1965 asistió al nacimiento de la Unión Europea Demócrata-Cristiana en el congreso celebrado en Taormina (Italia). En 1964 fue nombrado miembro del Consejo Privado del conde de Barcelona junto a otros representantes de la familia política democristiana como Geminiano Carrascal, Rafael Aizpún, Juan Jesús González, Antonio Melchor de las Heras y Manuel García-Atance. En alguna medida, este nombramiento suponía la reparación que hacía don Juan de las medidas adoptadas en 1962 y que supusieron la separación del Consejo Privado de José María Gil-Robles. Pero esta incorporación democristiana al Consejo Privado —que se ofreció también a Gil-Robles, pero no la aceptó— fue motivo de discusiones y enfrentamientos en el seno de la Democracia Social Cristiana, de la que Álvarez de Miranda se separaba definitivamente en abril de 1966. Antes viajó al V Congreso Mundial de la Democracia Cristiana en Lima. Allí coincidió y trabó amistad con Eduardo Frei, luego presidente de Chile, y con Rafael Caldera, presidente de Venezuela. Más tarde, se integrará en Izquierda Demócrata Cristiana, el partido de Joaquín Ruiz-Giménez, del que fue nombrado vicepresidente.
En 1969, al declararse el Estado de excepción, fue confinado en Orihuela del Tremedal (Teruel) junto a Francisco Bustelo.
Se vinculó al llamado “Grupo Tácito” desde 1973, aunque se apartó del mismo al pretender éste transformarse en una asociación política, algo que finalmente no llegó a ocurrir. En 1974, al tener noticia de la detención de algunos políticos que más tarde formaron la Plataforma de Convergencia a la salida de una reunión en Madrid, se presentó voluntariamente en la Dirección General de Seguridad y pasó a disposición judicial.
Asistió en 1973 al Primer Congreso del Equipo Español de la Democracia Cristiana que tuvo lugar en Montserrat. En el Congreso de El Escorial de abril de 1976 abandonó la vicepresidencia de Izquierda Democrática —nombre que había adoptado la Izquierda Demócrata Cristiana de Ruiz-Giménez— y en septiembre del mismo año creó el Partido Popular Demócrata Cristiano (PPDC), del que fue elegido presidente además de ser contrario a la colaboración con el Partido Comunista. En junio de 1976 fue invitado por Alfonso Osorio a formar parte del primer Gobierno de Adolfo Suárez. Rechazó la invitación por entender que no se daban las condiciones democráticas necesarias. En abril de 1977, el PPDC y el sector de la Unión Democrática Española (UDE), liderado por Alfonso Osorio, se fusionaron y formaron el Partido Demócrata Cristiano (PDC) que se integró en la Unión de Centro Democrático (UCD) antes de las elecciones del 15 de junio de 1977.
Diputado electo por UCD en la legislatura constituyente (1977-1979) como cabeza de lista por la circunscripción de Palencia, el 18 de octubre de 1977 fue elegido presidente del Congreso de los Diputados por doscientos doce votos a favor. Ejerció la presidencia de forma conciliadora e integradora y manifestó su preocupación por la cuestión autonómica. Presidió la delegación de las Cortes que se trasladó en octubre de 1977 a Estrasburgo para solicitar el ingreso de España en el Consejo de Europa. Durante los Plenos en los que se debatió y aprobó la Constitución, favoreció la participación de todos los grupos parlamentarios. Se pronunció a favor de una Constitución consensuada que facilitara la reconciliación entre todos los españoles.
Volvió a resultar elegido diputado por Palencia durante la primera legislatura (1979-1982), en la que le sucedió como presidente del Congreso Landelino Lavilla.
Se manifestó partidario de las corrientes políticas dentro de la Unión de Centro Democrático, frente al modelo unitario que terminó por imponerse.
Fue elegido en Bruselas el 24 de enero de 1981 para ocupar una de las seis vicepresidencias del Movimiento Europeo. Desde 1978 y hasta 1986 fue, además, presidente del Consejo Federal en España. A raíz del golpe de Estado del teniente coronel Tejero, se manifestó partidario de la formación de un gobierno de coalición. El 18 de febrero de 1983, tras la dimisión de Landelino Lavilla como presidente de UCD, fue elegido miembro de la Comisión Gestora de la organización, en la que permaneció hasta su disolución en 1985.
En febrero de 1986 fue nombrado embajador en El Salvador por el Gobierno socialista, que tuvo en cuenta su vinculación con políticos democristianos centroamericanos y con el entonces presidente salvadoreño José Napoleón Duarte. Ejerció el cargo hasta 1989. Fue elegido miembro del Consejo de Estado el 30 de noviembre de 1990. El 17 de noviembre de 1994 el Pleno del Congreso de los Diputados y el 30 del mismo mes el del Senado aprobaron su nombramiento como Defensor del Pueblo. Tomó posesión el 1 de diciembre y mantuvo como adjuntos a Margarita Retuerto y Antonio Rovira. Durante su mandato reclamó pensiones de viudedad para las parejas de hecho, publicó el primer informe de la institución sobre violencia doméstica y censuró la demora en el pago de las expropiaciones. Solicitó el derecho a una defensa jurídica gratuita para los inmigrantes. El 15 de abril de 1997 fue elegido presidente de la Federación Iberoamericana de Ombudsman. El 30 de noviembre de 1999 finalizó su mandato.
Era doctor honoris causa por las universidades Miguel Hernández, de Elche, y SEK, de Segovia. Fue fundador en 1967 de la revista Discusión y Convivencia. Fue vocal del Consejo Rector de la Fundación San Pablo y presidente de la Fundación Humanismo y Democracia (1979-1989). Era presidente de la Fundación General de la Universidad SEK. Estuvo casado con Luisa Cruz Picallo y de su matrimonio anterior con María Luisa García Pamplona tenía cinco hijos. Fue autor de numerosos artículos en revistas y libros.
Estaba en posesión, entre otros, del Collar de la Orden del Mérito Civil, de las Grandes Cruces de la Orden de Carlos III, de la de Isabel la Católica, del Mérito Constitucional y, entre las extranjeras, de la Orden de Bernardo O’Higgins (Chile) y de la Orden de Leopoldo II (Bélgica). Fue Gran Oficial de la Orden Nacional del Mérito de la República Francesa y Gran Cruz Nacional José Matías Delgado de El Salvador.
Obras de ~: Al servicio de la Democracia, Palencia, Unión de Centro Democrático, 1979; Del “contubernio” al consenso, Barcelona, Planeta, 1985; Cultura cristiana i compromís polític, Lérida, Institut d’Estudis Ilerdencs, 1995; Los derechos humanos y la Unión Europea, Oviedo, Junta General del Principado de Asturias, 1998; et al., La integración europea y la transición política en España, Madrid, Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, 2003; “Legitimidad histórica, legitimidad dinástica, legitimidad democrática”, en M. Balado y J. A. García Regueiro (dirs.), J. López de Lerma, A. Prada y A. Rubiales (coords.), La Constitución Española de 1978 en su XXV Aniversario, Barcelona, Bosch, 2003.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie de Documentación Electoral, leg. 143, n.º 37; Credenciales como diputado de Unión de Centro Democrático por la circunscripción de Palencia: Legislatura Constituyente; Serie de Documentación Electoral, leg. 144, n.º 37, Primera Legislatura; Serie General de Expedientes, leg. 2337, n.º 2; Elección como Presidente interino del Congreso de los Diputados, el 13 de julio de 1977; Serie General de expedientes, legs. 2337, n.º 16; 2339, 2341 y 2343, n.º 1, Elección como Presidente, de 18 de octubre de 1977.
V. Fernández Vargas, La resistencia interior en la España de Franco, Madrid, Istmo, 1981; F. Jáuregui y P. de Vega, Crónica del antifranquismo, Barcelona, Argos-Vergara, 1983-1985; J. Tusell, La democracia cristiana en España (1890-1975), Madrid, Fundación Humanismo y Democracia, 1986; D. Barba Prieto, La oposición durante el franquismo. La democracia cristiana, 1936-1977, Madrid, Encuentro, 2001; Ch. T. Powell, España en democracia, 1975-2000, Barcelona, Plaza y Janés, 2001; M. A. Menéndez Gijón e I. Fontes, Quién es quién. Sus Señorías los diputados. Atlas de la democracia parlamentaria española, Madrid, Foca, 2002.
Mateo Maciá Gómez