Bermúdez de Castro y Tomás, Luis. Madrid, 19.X.1864 – 19.V.1957. Teniente general, periodista, escritor, militar.
Fueron sus padres el teniente coronel Luis Bermúdez de Castro y Valderrama y Carolina Tomás Molina. Ingresó en la Academia de Infantería en agosto de 1878, y obtuvo el empleo de alférez en julio de 1882 y destino en el Regimiento de Infantería de Castilla. En julio de 1887 fue ascendido a teniente y trasladado al Batallón de Cazadores de Segorbe, del que en ese mismo año pasó al de Ciudad Rodrigo. Tres años después fue nombrado ayudante de campo del general Francisco María de Borbón, manteniéndose en este cargo hasta 1893, en que volvió al Batallón de Cazadores de Ciudad Rodrigo.
Ascendido a capitán en diciembre de 1895, pasó a servir al Regimiento de Covadonga, incorporándose al mes siguiente al Batallón Expedicionario destinado al Ejército de Operaciones de la isla de Cuba, hacia donde embarcó en Cádiz el 15 de febrero de 1896.
Llegó a La Habana el 1 de marzo siguiente, entrando enseguida en operaciones de guerra y siendo muy pronto citado como “Distinguido” y recompensado con dos Cruces al Mérito Militar con distintivo rojo por su destacada intervención en los combates de El Cangre y de las Lomas del Purgatorio, los días 26 de mayo y 13 de junio, respectivamente.
En 1897 recibió otra Cruz roja de igual clase y ganó el empleo de comandante el 1 de marzo en la acción de Cayajabas, pero tuvo que retirarse en el mes de agosto a La Habana por encontrarse gravemente enfermo, y días después embarcó hacia la Península. A su llegada pasó a residir en Málaga, para su recuperación; fue dado de alta en enero de 1898 y destinado al Batallón de Cazadores de Manila, de guarnición en Madrid, del que al año siguiente fue trasladado al de Los Arapiles.
En 1900 le fue concedida una nueva Cruz roja al Mérito Militar por los servicios prestados en la campaña de Cuba. Los años siguientes guarneció las plazas de Madrid y Alcalá de Henares, dedicándose a escribir y a investigar, por lo que obtuvo numerosos premios. En 1901 ganó una Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco por la obra Teoría militar; en 1903 recibió una mención honorífica por su proyecto de Municionamiento durante el combate, otra Cruz blanca por el aparato “Marcador de punterías”, y el tercer premio de memorias presentadas al Certamen Nacional Militar, y al año siguiente recibió una tercera Cruz blanca por la obra Tropas de montaña.
Fue destinado en octubre de 1905 al Ministerio de la Guerra, donde se encargó de la administración del Diario Oficial y de la Colección Legislativa, causando baja en este organismo tras su ascenso a teniente coronel, en junio de 1909. Puesto al frente del Batallón de Cazadores de Las Navas, se hizo cargo de su mando en Melilla, teniendo que proceder a su reorganización por haber perdido a casi todos sus mandos en los combates del Barranco del Lobo, procediendo el 27 de septiembre, por iniciativa propia, a retirar todos los cadáveres que habían quedado insepultos en dicha acción; seguidamente participó en la ocupación del Gurugú.
A lo largo de 1909 operó en las zonas de Zeluán y Nador y tomó parte en numerosos combates; embarcó al año siguiente hacia la Península, donde a su llegada fue recompensado con una Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo por su intervención en el combate de Hidum, y la de María Cristina por la ocupación del Gurugú.
En mayo de 1913 su batallón fue destinado a Larache y de nuevo entró en operaciones, ganando el empleo de coronel por méritos de guerra en el mes de octubre, tras lo cual se quedó en situación de excedente en la Primera Región Militar, y luego destinado en el mes de julio de 1914 a la Zona de Reclutamiento de Toledo.
Volvió al Ministerio de la Guerra en agosto de 1915, para ocuparse del mando de las Secciones de Ordenanzas y con el cargo de gobernador militar del Palacio de Buenavista.
Pasó a mandar el Regimiento de la Reina en enero de 1916, al mismo tiempo que se hizo cargo de la Comandancia Militar de Alcazarquivir; en abril fue trasladado al Regimiento de Melilla y posteriormente se hizo cargo de la jefatura de la posición de Monte Arruit. Por su actuación en la zona de Melilla desde el 1 de mayo hasta el 30 de junio de 1915 fue recompensado con una Cruz roja al Mérito Militar.
En junio de 1918 obtuvo el empleo de general de brigada, con el que desempeñó los cargos de jefe de la 2.ª Brigada de la 16.ª División y gobernador militar de Oviedo y de la provincia de Asturias, firmando en el mes de abril de 1920 el bando que declaraba el estado de guerra en el Principado. Con el empleo de general de división, conseguido en marzo de 1923, fue subsecretario del Ministerio de la Guerra entre junio de 1923 y julio de 1924, en el primer gobierno de Primo de Rivera, pasando seguidamente a ser comandante general de Ceuta, cargo en el que cesó en el mes de septiembre a consecuencia de la enfermedad contraída. En diciembre fue nombrado general en jefe de la 7.ª División, cuyo cuartel general se encontraba en Barcelona, pasando al año siguiente a mandar la 13.ª División, en Pamplona.
Mientras desempeñaba el anterior cargo y el de gobernador militar de Pamplona, se vio envuelto en los sucesos ocurridos en el mes de febrero de 1927 en la ciudadela con motivo de la disolución del Cuerpo de Artillería, solicitando y siéndole concedido el pase a la situación de reserva al mostrarse en desacuerdo con la decisión de Primo de Rivera. En el mes de julio fue destinado al Consejo Supremo del Ejército y Marina.
En junio de 1931 fue nombrado vocal del Consejo Director de la Asamblea de las Órdenes Militar de San Fernando y San Hermenegildo.
Al estallar la Guerra Civil se encontraba veraneando en El Escorial, y consiguió evacuar a su familia a la zona nacional y refugiarse él en Madrid, donde permaneció oculto hasta el final de la contienda.
Al llegar la paz, le fue conferido en 1940 el cargo de director del Museo del Ejército, y al mismo tiempo desempeñó el de presidente del Patronato de las Ruinas del Alcázar de Toledo. Desde joven había mantenido una estrecha amistad con el escultor Mariano Benlliure, que de forma cariñosa le llamaba el soldado y quien en 1940 modeló su busto en bronce.
Destacó por su actividad periodística y escritora. Fue colaborador de El Imparcial, ABC, Blanco y Negro, Madrid y otros diarios españoles e hispanoamericanos, y autor de numerosas obras técnicas de carácter militar y de otras de humor, llamando la atención en estas últimas por su ingenio y gracejo al referirse a las costumbres y personajes del pasado. Son muy abundantes los artículos suyos que aparecieron publicados en la revista Ejército.
Era general de brigada efectivo del Ejército del Perú y mariscal de los Ejércitos Sudamericanos. Poseía las Grandes Cruces de San Hermenegildo, al Mérito de Chile, de El Sol de Perú y de la Corona de Italia, y fue desde 1912 gentilhombre de cámara de Su Majestad.
Estuvo casado con Antonia Blanco Rodríguez, con quien tuvo cinco hijos. Durante la guerra de Marruecos perdió a uno de ellos, Luis, mientras otros dos, Cristino y Arturo, fueron asesinados por el Frente Popular, el primero en Paracuellos del Jarama y el segundo en la Cárcel Modelo.
Obras de ~: Teoría militar y deberes cívicos, Madrid, 1903; Tropas de montaña, Toledo, 1904; Historietas militares, Madrid, El Liberal, 1913; Vidas españolas e hispanoamericanas del siglo xix, Madrid, Espasa Calpe, 1929-1936; Bobes o el León de los Llanos, Madrid, 1934; El arte del buen mandar español, Madrid, 1944; Militares románticos, Barcelona, 1950; Mosaico militar: historias, historietas, anécdotas, episodios, alegrías, tipos y costumbres de la vida militar de antaño, Madrid, 1951; Catálogo del Museo del Ejército, Madrid, 1953-1958, 5 ts.; Milicia y humor: selección, Madrid, 1983.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), secc. Célebres, caja 17, exp. 2.
José Luis Isabel Sánchez