Val del Omar López, José. Granada, 27.X.1904 – Madrid, 4.VIII.1982. Cineasta, inventor y poeta.
Creció en su ciudad natal más unido a su madre, dedicada a la pintura y a la música, que al padre, funcionario de profesión. Cursó primaria en el Colegio Santa María Egipciaca, cuyo médico era su abuelo y, cuando tan sólo tenía diez años de edad, manifestó su vocación al realizar lo que llamó “el primer underground español de protesta” con proyecciones de dibujos criticando el sistema educativo de la época en el Colegio de los Padres Escolapios.
Aún muy joven (1921) se trasladó a París e intentó, en unos establecimientos de óptica, “realizar una lente de ángulo de campo variable” que le permitiera acercar y alejar de forma continua y voluntariamente los objetos. Inspirado en Washington Irving cuando miraba por unos anteojos para escribir Leyendas de la Alhambra, concibió un objetivo de distancia focal variable como el atribuido a la casa Zoomar que evolucionó hasta el zoom.
Tras su experiencia como concesionario automovilístico al volver a Granada, unos cinco años después de su estancia en París compró un equipo cinematográfico de segunda mano con el que filmó su película En un rincón de Andalucía —influido por la de José María Granada El Niño de Oro—, en la que concibió ciega a su protagonista (transcendente esto último para Val del Omar). Película, realizada sin ningún propósito comercial, que destruyó al irse más de medio año a la montaña para pensar sobre su nueva forma más instintiva de hacer cine.
Dado a conocer públicamente por el director de cine Florián Rey (1928), ya en la profesión aportó nuevas ideas y augurógrandes avances en lo audiovisual que empezó a materializar con importantes y prolíferas aportaciones técnicas con el fin de potenciar la comunicación y realizar sus películas: “la idea creaba la técnica”, afirmaba. Sus inquietudes estéticas se sustentan en santa Teresa de Ávila y en san Juan de la Cruz quien le induji hacia la mecamística que definió en Unión Radio (1934): “Mecamística es la actitud del hombre que baja del éxtasis para construirse la gloria con el corazón y las manos”.
Participó en el Patronato de Misiones Pedagógicas (1932) junto con Cossío, Machado, etc., hasta su desaparición, donde le fueron muy útiles el cine en formato de 16 milímetros y la fotografía para llevar cultura y captarla. Captaba su llamada “Cultura de Sangre” en los numerosos documentales que rodó y en las fotografías que obtuvo al mismo tiempo que fotografiaba la labor de los “misioneros”. García Lorca fue significativo para Val del Omar. Fundó la Asociación Creyentes del Cinema y conoció a Alfonso Sánchez en el cine-club GECI (1935), quien siempre le apoyó resaltando sus inventos y su gran valor como persona.
La Guerra Civil Española le retuvo en Valencia, donde tuvo que elaborar la iconografía de la Cartilla Escolar Antifascista. Al finalizar la contienda (1939) creó el primer sistema de filodifusión (circuito perifónico con diecinueve terminales públicos). Tras dotar al año siguiente también a la ciudad del Turia de la emisora Radio Mediterráneo regresó a Madrid con su familia.
En su nueva etapa, inició en 1941 el primer Servicio de Efectos Especiales en los Estudios Cinematográficos de Chamartín (Madrid), siguió aportando sus técnicas, materializó el primer registro estereofónico magnético de El amor brujo de Manuel de Falla y creó el primer laboratorio experimental de electroacústica de Radio Nacional de España (1949). En su paso por el Instituto de Cultura Hispánica (1950), al crear su Servicio Audiovisual de Auditorio logró un auto sacramental invisible consiguiendo aportaciones acústicas por ocho canales. Al año siguiente alcanzó a controlar automáticamente luminotecnia, olor y llamas y en el que presentó Robles Piquer un año después consiguió una acústica esférica por catorce fuentes sonoras.
Sus películas acabadas: Aguaespejo granadino (1955) con el subtítulo La gran siguiriya (en la que introduce su sonido diafónico: superación de la estereofonía simple en su técnica y elemento para el lenguaje audiovisual) y Fuego en Castilla (1958) subtitulada El páramo del espanto (cinegrafía en la que aplica su teoría de la visión táctil) premiada en el Festival de Cannes de 1961, no dejaron a nadie indiferente y llegaron a situar a Val del Omar dentro de lo genial. Ambas propiciaron artículos de prensa y otras publicaciones en su época, como el de Carlos Fernández Cuenca destacando la poesía y plasticidad de Fuego en Castilla, sin olvidar sus elogiosas críticas como fueron otras y otros escritos de Manuel Calvo Hernando, Luis Gómez Mesa, Honrad Haemmerling, Manuel Jiménez Quiles, José López Clemente, Cristóbal Simancas, Manuel Villegas López, etc. Aunque sencillas hoy en técnica y en lenguaje, siguen motivando su valoración estética y gran admiración. Junto con su inacabada que nombra Acariño al barro de ánimas en el final de su vida, rodada en Orense (1962) para experimentar los efectos temporales en la comunicación, persiguió un tríptico de 60 minutos de Agua, Fuego y Tierra de España sobre los tres elementos que consideró esenciales además del aire.
En su etapa americana obtuvo en México el primer premio a la poética cinematográfica por Fuego en Castilla que le otorgó la Universidad Nacional Autónoma de México (Leopoldo Cea) al celebrar el cincuentenario de la Revolución Mexicana con un concurso. Hizo aportaciones en su trabajo de la Televisión Mexicana como la del sistema para copias de 16 milímetros de Kinescopio en Telesistema Mexicano, S.A. (basado en su Bi-Standard) y un procedimiento para comprimir electrónicamente las cintas de Televisión de México (1960).
Cuando llegó Fraga Iribarne al Gobierno, Val del Omar vivió un período distinto y más halagüeño. Colaboró en la Administración ocupando algunos cargos sin cejar en sus inventos. Para Val del Omar fue muy importante el ahorro en material de paso y en divisas, por lo que propuso y desarrolló distintos formatos con este fin respetando la calidad del formato de 35 milímetros Standard como se pudo ver en las instalaciones de Televisión Española en Prado del Rey (1967).
La última etapa la inició con su revolución plástica de las imágenes estáticas como elemento de comunicación (1969) que culmina en PLAT (Picto Lumínica Audio Táctil), obteniendo éxito más tarde (1976) cuando se presentó en el XII Congreso UNIATEC (Unión Internacional de Asociaciones Técnicas Cinematográficas) de Moscú y, más otros inventos (Adiscopio, Enoscopio...) en la línea de la comunicación conmocional, colabora con ENOSA (Empresa Nacional de Óptica, S.A.) aportando medio centenar de proyectos (1972-1974).
Al fallecer su esposa, se recluyó en su último estudio de Madrid (que llamaba taller PLAT) donde se reunía y trabajaba con sus últimos amigos y colaboradores hasta su accidental muerte.
Obras de ~: Filmografía: Dir. en: En un rincón de Andalucía, 1924; Estampas (cortometraje), 1932; Fiestas cristianas/Fiestas profanas (cortometraje), 1934-1935; Vibración de Granada (cortometraje), 1935; Aguaespejo granadino (cortometraje), 1955; Fuego en Castilla (cortometraje), 1958; Acariño al barro de ánimas (cortometraje), 1962. Corporación del Fonema Hispánico, Valencia, 1942 (inéd.); “Teoría de la Visión Táctil”, en Espectáculo (Madrid), n.º 98 (1955), pág. 28; “Fines perseguidos por la técnica diafónica V.D.O.”, en Espectáculo (Madrid), n.º 131 (1959); “Una técnica que provoca el llanto”, en Espectáculo (Madrid), n.os 131 y 132 (1959); “Mecamística del cine”, en Cinestudio (Madrid), n.º 1 (1961); Palpicolor, Madrid, 1963 (inéd.); Cromatacto: Teoría filosófica y técnica experimental, Madrid, 1967 (inéd.); Introducción a una Nueva Lengua, Madrid, 1967 (inéd.); Tríptico elemental de España, Granada-Madrid, Diputación Provincial de Granada-Museo Nacional de Arte Reina Sofía, 1996; Escritos de técnica, poética y mística, ed. de J. Ortiz-Echagüe, Barcelona, Ediciones de La Central, 2010.
Bibl.: A. del Amo, Estética del montaje, Madrid, 1972 págs. 251 y 283-287; G. Palomo Pinto, Vida y obra de José Val del Omar, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Ciencias de la Información, 1980; M. J. Val del Omar Santos y G. Sáenz de Buruaga, Val del Omar, Renacimiento. Procesos (Cultura y Nuevas Tecnologías), Madrid, Centro de Arte Reina Sofía, 1986; Tientos de erótica celeste, Granada, Diputación Provincial, 1992 (2.ª ed., 2012); G. Palomo Pinto, En torno a la obra de José Val del Omar: ¿una estructura de la Información?, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Ciencias de la Información, 1992 (inéd.); M. J. Val del Omar Santos y G. Sáenz de Buruaga, Val del Omar sin fin, Granada, Diputación, 1992; R. Á. Rodríguez Tranche, La pantalla abierta: aproximación a la obra de José Val del Omar, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Ciencias de la Información, 1994 (inéd.); G. Sáenz de Buruaga (coord.), Ínsula Val del Omar: visiones en su tiempo, descubrimientos actuales, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Semana de Cine Experimental, 1995; R. Utrera, “Val del Omar, José”, en J. L. Borau (dir.), Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial- Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, 1998, pág. 885; G. Sáenz de Buruaga, Val del Omar: más allá del surrealismo, Huesca, Festival de Cine de Huesca, 2000; Galaxia Val del Omar, Madrid, Instituto Cervantes, 2002; Val del Omar y las Misiones Pedagógicas, Madrid-Murcia, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes-Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, 2003; M. P. Torres Frías, Presencia histórica de José Val del Omar en la comunicación audiovisual, tesis doctoral, Badajoz, Universidad de Extremadura, Facultad de Ciencias de la Educación, 2004 (inéd.); R. Gubern Garriga- Nogués, Val del Omar cinemista, Granada, Diputación, 2004; G. Palomo Pinto, La comunicación audiovisual vivida por un poeta del cinema, José Val del Omar, Badajoz, Diputación, 2005; M. J. González Manrique, Val del Omar, el moderno renacentista, Loja (Granada), Fundación Ibn al-Jatib, 2008; E. Bonet (comisario), Desbordamiento de Val de Omar, catálogo de exposición, Granada-Madrid, Centro José Guerrero-Museo Nacional de Arte Reina Sofía, 2010-2011.
Gerardo Palomo Pinto