Figueroa y Alonso-Martínez, Agustín de. Marqués de Santo Floro. Madrid, 11.IX.1903 – 20.V.1988. Escritor y cineasta.
Hijo de Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones, presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII, y de Casilda Alonso- Martínez y Martín, pertenecía a lo que él mismo denominó “la nobleza elegante”. La situación privilegiada en la que se encontraba le permitió dedicarse a la literatura, al teatro y al cine, y cultivar la amistad de personalidades relevantes, desde Alfonso XIII y la infanta Eulalia de Borbón hasta María Guerrero, Federico García Lorca o Emilia Pardo Bazán. Conoció también a la emperatriz Eugenia, al maharajá de Kapurtala, a Stravinsky, a Arthur Rubinstein... Esta faceta artística no era nueva en su familia: su padre fue autor de numerosas obras literarias, y su tío paterno, Rodrigo, duque de Tovar, pintaba, cantaba y esculpía.
Estudió en el Colegio Alemán; a los diecisiete años obtuvo la licenciatura en Derecho, pero nunca ejerció la abogacía. Su pasión por el teatro debió de comenzar muy pronto, pues frecuentaba el Real de Madrid desde muy joven y tuvo allí la oportunidad de escuchar a los cantantes más destacados del momento, y conoció al barítono Mattia Battistini, casado con su tía Lola Figueroa, y a la mezzosoprano Eleonora de Cisneros. Pero quienes realmente influyeron en él fueron la actriz María Guerrero y su marido, Fernando Díaz de Mendoza. A través de ellos conoció al dramaturgo francés Paul Hervieu, a Jacinto Benavente, a Eduardo Marquina, a Pedro Muñoz Seca, a Benito Pérez Galdós y a las actrices Carmen Moragas, María Fernanda Ladrón de Guevara o a madame Piérat. Intervino en numerosas funciones como actor aficionado, llegando incluso a coincidir en escena con María Guerrero; mantuvo una larga entrevista con Sarah Bernhardt con ocasión de la visita a Madrid de la insigne actriz.
Gran observador, destacó en sus trabajos de historia anecdótica (Dentro y fuera de mi vida, 1955, y otros), aunque también escribió novela, teatro y artículos periodísticos.
Para el Diario Universal redactó una composición sobre el otoño y una novela en forma de folletín que transcurría en Bretaña; publicó también un libro de poemas en francés, Poèmes. Conoció en San Sebastián al marino y escritor Pierre Loti, amigo de su progenitor; en la casa madrileña de sus padres, a la escritora inglesa Elinor Glyn; en la Costa Azul, al dramaturgo Henri Bernstein.
Se introdujo en el ambiente literario de París gracias a la duquesa de Dato. Allí frecuentó a la condesa de Noailles, a Marthe Bibesco, a los pintores Sert y Manuel Ángeles Ortiz, a la editora Delia Acevedo...
En Madrid mantuvo amistad con Ramón Gómez de la Serna. Emprendió un viaje con Federico García Lorca por Cáceres y Salamanca, en busca de canciones populares y de ropa antigua para la representación de Peribáñez o el comendador de Ocaña, de Lope de Vega. Colaboró en los diarios ABC, Madrid, Semana, Domingo, La Nación de Buenos Aires y Arte y Hogar.
Fundó en 1935 la revista Mundial, que dirigió. Fue director también de la revista Gran Mundo, más tarde Gran Mundo Ilustrado.
Todavía en la época del cine mudo, concibió, escribió, dirigió y protagonizó en 1927 la película Sortilegio, que lanzó a la fama a la actriz Conchita Montenegro y que, según algún crítico, “abrió una nueva época en la cinematografía nacional”.
Cuando estalló la Guerra Civil fue encarcelado.
Reunió sus recuerdos de la cárcel en Memorias del recluso Figueroa (1939). Siguen a esta etapa numerosos trabajos: El reloj parado (1947); Modos y modas de cien años (1966), y Pienso que (1980), entre otros.
Obras de ~: Cuentos trágicos, Madrid, J. López, 1917; Sor Amor: Novela, Madrid, Imprenta del Instituto Nacional de Sordomudos y Ciegos, 1922; La condesa de Merlín, musa del Romanticismo, pról. del marqués de Villaurrutia, Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1934; Doña Purita (historia de una solterona) (con dibujos de Higuero), Sevilla, Ediciones Españolas, 1939; Memorias del recluso Figueroa, pról. de Alfredo Marqueríe, Zaragoza, Tipografía La Académica, 1939; 1894, La vida de un año, Madrid, Revista de Occidente, 1942; La sociedad española durante la Restauración, Madrid, Aspas, 1945; El reloj parado, pról. de Azorín e ilustraciones de T. Miciano, Barcelona, Juventud, 1947; Dentro y fuera de mi vida. Capítulos de pequeña historia, 1920-1936, pról. de Gregorio Marañón, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1955; E. Cerveró Basora, Españoles de ayer, pról. de ~, Madrid, Alonso, 1956; Modos y modas de cien años, Madrid, Aguilar, 1966; La señorita del mirador; La Valora; El caso de Madame Deval; La viuda Tomati, Madrid, Gráficas Espejo, 1977; Pienso que, Madrid, SAEGE, 1980.
Bibl.: A. M. More y E. González, Heráldica. Guía de sociedad, Madrid, More, 1947; VV. AA., Figuras de hoy: enciclopedia biográfica nacional ilustrada de las personalidades de la actualidad, Madrid, Ciencia y Cultura, 1959; S. Olives Canals y S. S. Taylor, Who’s who in Spain, Barcelona, Intercontinental Book and Publishing Co., 1963; Instituto Nacional del Libro Español, Quién es quién en las letras españolas, Ediciones Castilla, Madrid, 1969; A. López de Zuazo y Algar, Catálogo de periodistas españoles del siglo xxi, Madrid, 1980-1981; A. del Río, Diccionario biográfico de Madrid, Madrid, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales, 1997.
Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente