Viñuales Pardo, Agustín. Huesca, 7.VIII.1881 – Madrid, 14.XI.1959. Economista y político.
Hijo único de una familia de pequeños comerciantes oscenses, tras finalizar el bachillerato en su ciudad natal se trasladó a Madrid, aprovechando la protección económica que le dispensó su tío Urbez Viñuales, casado con la marquesa de Machicote. Se licenció en Derecho por la Universidad Central, y tras el doctorado, marchó pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, primero a Francia y luego a Alemania, donde siguió los cursos de economía impartidos por Schmoller y Wagner. Se trasladó más tarde a Italia, Argentina y parece que a Gran Bretaña invitado por el propio Chamberlain.
A su regreso a España obtuvo la Secretaría de la Cámara de Comercio de Madrid, donde permaneció hasta 1918, año en que concursó y obtuvo su plaza de catedrático de Economía Política y Hacienda Pública en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada. Allí mantuvo una firme amistad con uno de sus alumnos más conocidos, el poeta Federico García Lorca. No obstante, la vinculación con su maestro Flores de Lemus —con quien colaboró en numerosos trabajos de contenido fiscal o económico— le obligó a realizar numerosos viajes a Madrid. Frecuentó también otros centros de reunión de la intelectualidad madrileña, como la tertulia del café El Gato Negro o la Residencia de Estudiantes, y su amistad con el periodista Miguel Moya, diputado por Huesca, le permitió publicar numerosos artículos en la prensa madrileña, sobre todo en el diario El Sol.
Su pensamiento económico apareció siempre determinado por la dedicación a la práctica económica más que al cultivo de formulaciones teóricas de contenido hacendístico. Junto con Flores de Lemus y Gabriel Franco, puso en marcha lo que se ha venido en denominar reforma tributaria silenciosa, muy cercana en sus planteamientos a los ofrecidos por la escuela alemana (la llamada finanzwissenschaft), y que pretendía modificar el sistema fiscal español de una forma lenta y gradual a través de pequeñas reformas que no ocasionaran rupturas traumáticas.
Cuando Calvo Sotelo creó la comisión para el estudio de la implantación del patrón oro, presidida por Flores de Lemus, Viñuales fue designado secretario. Fue el comienzo de su intervención en la política económica española, que ya no cesó hasta el fin de sus días. La llegada de la Segunda República contempló a un Viñuales convertido en un prestigioso economista. Indalecio Prieto, al plantear la Ley de Ordenación Bancaria de 1931, le designó delegado del Estado junto a Gabriel Franco y Flores de Lemus, tras haber sido nombrado director general del Timbre, Cerillas y Explosivos y representante del Estado en el Monopolio de Tabacos. Del mismo modo participó en la comisión técnica que ese mismo año redactó un proyecto de reforma agraria que nunca se llevó a la práctica.
La colaboración con Flores de Lemus se tornó aún más estrecha en estos momentos, representando ambos a España en el Comité Financiero de la Sociedad de Naciones en Ginebra. La preocupación por los efectos de la doble imposición fue uno de los debates estrella, y sobre este asunto versó un Informe redactado por Viñuales que procuraba la armonización fiscal de España con el resto de los países.
En 1932 obtuvo la Cátedra de Hacienda Pública de Madrid en competencia con Francisco Bernis. Durante las discusiones sobre el Estatuto Catalán, el presidente de la República, Alcalá Zamora, encomendó el estudio de los aspectos económicos a una comisión mixta, presidida por Viñuales, que infructuosamente pretendía elaborar un único documento de consenso que solventara las diferencias. La evolución política de Viñuales le condujo a su adhesión a Azaña y a su partido Acción Republicana. Tras la crisis provocada por la dimisión del ministro Carner en 1933, fue nombrado ministro de Hacienda durante un breve período de tiempo. Las presiones de Azaña, en el que primaban las cuestiones políticas sobre las técnicas, con un estado inmerso en numerosos conflictos sociales, y las peticiones de la Generalidad sobre el inmediato traspaso de competencias, entre ellas la cesión de la contribución territorial, motivaron la salida de Viñuales del gobierno, contrario a las concesiones que se le ofrecían a Cataluña.
Retirado de la vida política activa, contrajo matrimonio con una hermana de las esposas de Luis Araquistáin y Julio Álvarez del Vayo, y comenzó una larga y activa tarea de asesor del Banco Urquijo, pero no por ello renegó de su fidelidad a Azaña. Como consejero del Estado en el Banco de España intervino en el oscuro episodio del transporte de las reservas de oro a Valencia por su seguridad. Parece ser que tanto él como Flores mostraron sus reticencias a la decisión, si bien hubieron de acatar lo dispuesto por Azaña en el decreto de traslado. Ello le supuso numerosas críticas en la prensa por parte de Largo Caballero. El ambiente crispado en el que se desenvolvía provocó que abandonase España y buscase refugio en Francia. Parece ser que pretendió alcanzar la zona dominada por Franco, pero su parentesco ya señalado con dos importantes líderes socialistas y comunistas le situaba en la lista de depurados.
Sin embargo, a partir de 1944, inició una asidua colaboración con la revista Moneda y Crédito, en la que muestra sus elevados conocimientos teóricos y una gran pulcritud en la redacción. En 1948 decidió regresar a España, donde se le devolvió la cátedra y obtuvo la jubilación. Un ataque de hemiplejia acontecido en 1950 acabó por recluirle hasta su muerte en 1959.
Obras de ~: Sobre bienes de renta, tesis doctoral, Madrid, Facultad de Derecho de la Universidad Central, 1911; Informe sobre la legislación fiscal y los procedimientos de imputación parcial de los beneficios de las empresas con actividades en varios países, Ginebra, Sociedad de Naciones, 1932 [reed. en Hacienda Pública Española, XLVI (1977), págs. 177-210]; “La economía dirigida. Perspectiva de la ordenación de la economía nacional”, en Revista de Economía y Hacienda, 11 (1933); “El dictamen sobre el patrón oro y la teoría de Cassel sobre el cambio exterior”, en Moneda y Crédito (MyC), 8 (1944), págs. 14-21; “La desvalorización en Francia” y “La nacionalización de la banca de Francia”, en MyC, 15 (1945), págs. 17-22; “La industria eléctrica francesa. Su nacionalización”, en MyC, 17 (1946), págs. 19-36; “El marginalismo clásico”, en MyC, 18 (1946), págs. 21-35; “La situación monetaria y del crédito en Francia”, en MyC, 21 (1947), págs. 31-42; “La Conferencia Internacional de Comercio y la política comercial entre las dos guerras mundiales”, en MyC, 22 (1947), págs. 15-30; “La inflación”, en MyC, 23 (1947), págs. 12-24; “El mercado de crédito en Francia en 1946”, en MyC, 24 (1948), págs. 32- 47; “La política de crédito en Francia en 1947”, en MyC, 27 (1948), págs. 18-35; “La desvalorización de la libra esterlina”, en MyC, 31 (1949); “La política de crédito en Francia en 1948”, en MyC, 32 (1950), págs. 3-14; “Política de desarrollo económico en los Estados Unidos”, en MyC, (1950), págs. 15- 39; “El informe sobre la economía de los Estados Unidos en 1950”, en MyC, 38 (1951), págs. 21-44; “Antonio Flores de Lemus, 1876-1941”, en MyC, 39 (1951), págs. 3-12.
Bibl.: F. Balaguer, Don Agustín Viñuales Pardo, s. l., s. f.; E. Rodríguez Mata, “In Memoriam. Agustín Viñuales”, en MyC, 71 (1959), págs. 65-66; A. Baso Andreu, “Un oscense dedicado a la cultura económica de España: el profesor Agustín Viñuales Pardo”, en Argensola, LXI-LXIV (1966-1967), págs. 5-52; J. L. de Juan Peñalosa, “Los internacionalistas: Flores de Lemus y Viñuales”, en Hacienda Pública Española (HPE), 42-43 (1976), págs. 265-269; L. del Arco Ruete, “Comentarios al informe del profesor Viñuales sobre el Régimen Fiscal de las empresas operando en varios países”, en HPE, XLVI (1977); E. Fernández Clemente, “Agustín Viñuales, un gran economista”, en Andalán, CDXVII-CDXVIII (1984); A. Baso Andreu, “Agustín Viñuales Pardo y Federico García Lorca, recuerdo de su amistad granadina”, en Argensola, CIV (1990), págs. 197-221; E. Fernández Clemente, “Agustín Viñuales, un economista irreductible”, en E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles. La modernización de los estudios de economía, vol. VI, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2001, págs. 449-466; A. Baso Andreu, “La labor científica del profesor Agustín Viñuales durante su forzado exilio”, en J. C. Ara Torralba y F. Gil Encabo (eds.), La España exiliada de 1939. Actas del Congreso “Sesenta años después”, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2001, págs. 161-198.
Luis Blanco Domingo
