Álvarez-Buylla y González Alegre, Adolfo. Oviedo (Asturias), 1.XII.1850 – Madrid, 27.X.1927. Economista y reformador social.
Descendiente de dos de las familias más representativas de la burguesía progresista y republicana de Asturias, inició sus estudios en Oviedo para conseguir los grados de bachiller en Artes, en Filosofía y en Derecho Civil y Canónico, carrera en la que se licenció en 1870, a la edad de diecinueve años. Se trasladó a la Universidad Central de Madrid, donde tuvo su primer contacto con el krausismo a través de las enseñanzas de doctorado de Francisco Giner de los Ríos. Tras la defensa de una memoria sobre el jurado, obtuvo el grado de doctor en Derecho Civil y Canónico en 1871, y dos años más tarde el de doctor en Filosofía por la Universidad de Salamanca con una tesis doctoral sobre la poesía sacra en el Siglo de Oro español.
De regreso a su ciudad natal, fue nombrado profesor auxiliar en la Facultad de Filosofía y Letras, puesto que compaginó con el de abogado de beneficencia.
Tras obtener en 1877 por oposición la cátedra de Elementos de Economía política y Estadística en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, la permutó con el catedrático de la Universidad de Oviedo Jorge Ledesma. Su presencia resultó fundamental para la consolidación del llamado grupo de Oviedo, formado por profesores krausistas, como Leopoldo Alas, Clarín, Adolfo González Posada, Rafael Altamira y Aniceto Sela. Inspirados en la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876 a iniciativa de Giner de los Ríos, estos catedráticos emprendieron una labor de renovación profunda del panorama intelectual ovetense, con proyectos educativos pioneros, como la Escuela Práctica de Estudios Jurídicos y Sociales y la Extensión Universitaria, instrumento para abrir la institución académica a la sociedad asturiana.
Como economista, Adolfo Buylla se significó muy pronto en la defensa de los postulados krausistas que Gumersindo de Azcárate y José Manuel Piernas Hurtado habían opuesto a la tradición liberal hasta entonces hegemónica. Eligió para ello el acto solemne de apertura del curso 1879-1880, para el que recibió el encargo de elaborar la lección inaugural. Apoyándose en la obra del italiano Vito Cusumano, Le Scuole Economiche della Germania, difundió por primera vez en España la doctrina del socialismo de cátedra alemán, advirtiendo desde la posición del krausismo español cuáles de sus críticas a la economía ortodoxa tenían fundamento y cuáles redundaban en un peligroso estatalismo contrario a la libertad económica. Prosiguió Adolfo Buylla este propósito de dar a conocer el pensamiento económico alemán contemporáneo, traduciendo en 1885, junto a su amigo y compañero inseparable Adolfo Posada, La quintaesencia del socialismo de Albert Schäffle, y en 1894 buena parte del Handbuch der politischen Öekonomie dirigido por Schönberg, esta vez en solitario.
En sus escritos sobre economía general, su principal punto de referencia eran las aportaciones de Gabriel Rodríguez, por cuanto Buylla pretendió refutar el concepto de ciencia económica que el conocido economista liberal había expuesto desde la propia Institución Libre de Enseñanza, de la que era profesor.
Frente a su posición más abstracta, Buylla reclamaba una economía de corte más antropológica, que no redujera al hombre al lugar de un mero factor productivo, sino que lo colocara en el centro de toda su reflexión teórica. La versión más depurada de sus escritos metodológicos fue incluida como estudio introductorio en la referida traducción a Schönberg.
Tras la creación en 1883 por Segismundo Moret de la Comisión de Reformas Sociales, se procedió a la formación de comisiones locales y provinciales que permitieran la apertura de una amplia información oral y escrita sobre la situación de las clases obreras.
Adolfo Buylla fue elegido, junto a César Argüelles, secretario ejecutivo de la Comisión provincial de Oviedo, por lo que redactaron la memoria remitida a la Comisión central, una vez escuchadas las reivindicaciones sindicales de los socialistas asturianos. A partir de esta experiencia, el problema social se convirtió en el objeto preferente de su actividad intelectual, convirtiéndose en uno de los más tempranos defensores de la intervención estatal, a través de leyes laborales coercitivas. En una larga serie de artículos publicados en la Revista General de Legislación y Jurisprudencia entre 1892 y 1901 bajo el título genérico de La cuestión obrera y las leyes, Buylla dio a conocer a la opinión pública la creación de instituciones reformadoras y la promulgación de legislación social en los países más avanzados del mundo, poniendo de manifiesto el retraso creciente en que estaba incurriendo España.
Por este motivo, unido a las buenas relaciones con el sindicalismo asturiano, Buylla fue llamado en 1902, junto a Adolfo Posada y el periodista Luis Morote para colaborar en el proyecto de creación de un Instituto de Trabajo que el político liberal José Canalejas pretendía integrar en el ministerio de Agricultura que regentaba. Un inoportuno cambio de gobierno impidió su aprobación parlamentaria, pero un año más tarde su espíritu fue recogido por el estadista conservador Eduardo Dato en el Instituto de Reformas Sociales.
Tanto Buylla como Posada fueron invitados en 1904 a dirigir dos secciones del nuevo organismo, y a pesar de sus reticencias a abandonar Oviedo, el hecho de que la presidencia hubiera sido encomendada al krausista Gumersindo de Azcárate fue determinante para su aceptación. Con ello dejaron vacantes sus cátedras para fijar residencia en Madrid hasta el resto de sus días. A Adolfo Buylla le correspondió la sección tercera del Instituto, encargada de los servicios de estadísticas laborales. A partir de 1910 compaginó esta función con la enseñanza en la Escuela Superior de Magisterio, de la que fue director desde el año siguiente hasta su jubilación.
De ideología republicana, no quiso integrarse en el partido reformista, proyecto político patrocinado por sus amigos y correligionarios Melquíades Álvarez y Gumersindo de Azcárate, y permaneció como la figura señera en Asturias de la conjunción republicano- socialista. Durante la segunda década del siglo XX, Adolfo Buylla se presentó en varias elecciones como candidato por la circunscripción de Oviedo, si bien la escisión de las fuerzas antidinásticas le privó del triunfo.
En 1916 ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con un discurso titulado La reforma social en España, que versaba sobre los antecedentes y la labor desarrollada por el Instituto de Reformas Sociales, a la vez que presentaba una primera historia del pensamiento social español en el siglo XIX.
Fallecido en 1927 de muerte natural en su domicilio de Madrid, sus restos fueron trasladados a Oviedo para su entierro solemne, en un acto al que acudieron representantes de las principales instituciones asturianas, así como de las organizaciones obreras.
Obras de ~: Discurso leído en el solemne acto de apertura del curso académico de 1879-1880 (El Socialismo de cátedra), Oviedo, Imprenta de Brid, 1879; Economistas asturianos. Flórez Estrada, Oviedo, Imprenta Uría, 1880; Estudios sobre el concepto de la Economía, Oviedo, Imprenta de la Revista de Asturias, 1887; Economía, por Neumann, Kleinwaechter, Nasse, Wagner, Mithof y Lexis, Madrid, La España Moderna, 1894, 2 vols.; Economía, Barcelona, J. Gili, 1901; Discurso leído en el solemne acto de apertura del curso académico de 1901-1902 (Leopoldo Alas Clarín), Oviedo, Imprenta La Económica, 1901; con A. Posada y L. Morote, El Instituto de Trabajo, Madrid, Ricardo Fe, 1902; El obrero y las leyes, Madrid, Imprenta de la Revista de Legislación, 1905; El contrato de trabajo, Madrid, Imprenta de la sucesora de M. Muniesa, 1909; La protección del obrero (Acción social y acción política), Madrid, Imprenta de V. Suárez, 1910; Los problemas de la socialización de la hacienda pública, Bilbao, Imprenta de J. Rojas, 1910; Saint-Simón ¿socialista?, Madrid, Imprenta de F. Cruz, 1912; Cursillo de Autoeducación, Barcelona, Imprenta de L. Parera, 1915; La Reforma social en España: Discursos leídos ante la Real Academia de ciencias Morales y Políticas en la recepción pública del ~ el día 25 de marzo de 1917. Contestación de D. Rafael Altamira Crevea, Madrid, Imprenta Clásica Española, 1917.
Bibl.: J. Velarde Fuertes, “Primera aproximación al estudio de la Universidad de Oviedo como enlace entre la Institución Libre de Enseñanza y el Instituto de Reformas Sociales”, en M. Tuñón de Lara (ed.), Movimiento obrero, política y literatura en la España contemporánea, Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1974, págs. 223-240; A. González Posada, Fragmentos de mis memorias, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1983; J. Velarde Fuertes, “El Socialismo de cátedra en España. Relato de una polémica”, en VV. AA., Aportaciones del Pensamiento Económico Iberoamericano siglos XVI-XX, Madrid, Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1986, págs. 241- 261; T. López-Cuesta, “Don Adolfo A. Buylla y González Alegre (Retazos de ‘sus’ memorias)”, en Anales de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, t. XLIII, n.º 68 (1991), págs. 219-295; J. Velarde Fuertes, “Inicio y final de la batalla del método en España”, en J. L. García Delgado (ed.), Los orígenes culturales de la II República, Madrid, Siglo XXI, 1993, págs. 199-236; J. M. Ciriaco Miguel, Asturianos universales: Adolfo Álvarez Buylla, Eulalia de Llanos, Ediciones Páramo, 1997; J. A. Crespo Cabornero, Democratización y reforma social en Adolfo A. Buylla. Economía, Derecho, Pedagogía, Ética e Historia Social, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1998; J. Velarde Fuertes, “La oleada historicista y el pensamiento económico español”, en E. Fuentes quintana (dir.), Economía y economistas españoles, V. Las críticas a la economía clásica, Galaxia-Gutenberg, Barcelona, 2001, págs. 321-388; J. L. Malo guillén, “El pensamiento económico del krausismo español”, en E. Fuentes quintana (dir.), Economía y economistas españoles, V. Las críticas a la economía clásica, op. cit., págs. 389-450.
José Luis Malo Guillén