González Martí, Manuel. Folchi. Valencia, 1.I.1877 – 4.I.1972. Historiador del Arte, ceramólogo y dibujante.
Coleccionista, dibujante de humor gráfico y editor, historiador, folclorista y profesional de la enseñanza durante toda su vida, Manuel González Martí fue el fundador del Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias de Valencia que lleva su nombre.
Nació en el seno de una familia de origen morellano, hijo del procurador de los Tribunales de Justicia Emilio González Pitarch. Durante su niñez sufrió el fallecimiento de su madre, Vicenta Martín Sanmartín, y creció rodeado de su hermana y hermanastros, hijos de la segunda esposa de su padre. Su formación se realizó en los mismos centros que otros intelectuales de su generación, como Vicente Blasco Ibáñez, en el colegio de Joaquín Gimeno, en las Escuelas Pías y en el instituto Luis Vives. En 1899, se licenció en Derecho Civil y Canónico (Universidad de Valencia) y en Bellas Artes (Real Academia de San Carlos).
Destacó siempre por una extraordinaria habilidad para el dibujo y la caricatura, que explotó desde su adolescencia. De forma paralela, demostró una inquietud cultural poco habitual que le llevó a crear revistas como El Estudiante (1894), y más adelante Cascarrabias (1897), emuladora de Gedeón, en la que satirizaba o ensalzaba en clave humorística a los políticos locales y nacionales del momento. En sus caricaturas firmó con el seudónimo Folchi con cierto ánimo contestatario al evocar la figura de un revoltoso pintor italiano de ese nombre, famoso por su escandalosa huida con la infanta Elvira. Tras licenciarse encontró su principal salida profesional como editor fundando las revistas Arte Moderno (1899), Valencia Artística (1903) e Impresiones (1908), introductoras del modernismo gráfico en Valencia, que le llevarían a ser cofundador de la Asociación de la Prensa Valenciana.
Desde esas publicaciones difundía temas de actualidad intelectual y artística y por ello se mantenía próximo a una extensa nómina de personalidades entre las que puede destacarse a Teodoro Llorente Olivares, personaje esencial en el grupo regionalista Lo Rat-Penat, y a su oponente ideológico Vicente Blasco Ibáñez, a Ignacio Pinazo Camarlench y sus hijos, a Juan Antonio y Mariano Benlliure, a Joaquín Sorolla, etc. Sus revistas difundieron artículos, colaboraciones y dibujos de los arriba citados y de Maximiliano Thous, Luis Tramoyeres, Barón de Alcahalí, Eduard Escalante, Elías Sancho, Jacinto Benavente, Vicente Sarthou, Bon, Urda, Gregorio Muñoz Dueñas o Rafael Monleón, así como fotografías de Vicente Barberá Masip, Vicente Martínez Sanz, Vicente Peydró Marzal, José Lázaro Bayarri o Valentín Pla, entre muchos otros autores. Sus caricaturas fueron premiadas con Medalla de Oro en la Exposición Regional Valenciana (1909) y de Plata en la Internacional de Barcelona de 1911.
En 1907 encontró, en el Testar del Molí de Paterna, abundantes desechos de alfarería medieval, vestigios de la loza que mencionaba la documentación histórica desvelada por Guillermo de Osma. Con estos hallazgos y con piezas que adquiría iba enriqueciendo una colección cerámica que fue presentada en diversas exposiciones como la de Lo Rat-Penat (1908), en la sección de Arte Retrospectivo de la Exposición Regional Valenciana (1909), y al año siguiente en la Nacional (1910), en la sede de la Juventud Artística Valenciana (1916) y en la Lonja al ser nombrado director del Centro de Cultura Valenciana (1921).
Un primer trabajo como auxiliar del Ayuntamiento le permitió una cierta estabilidad económica, afirmada impartiendo clases particulares de dibujo y con sus trabajos editoriales. Poco después la docencia fue su principal dedicación al ingresar como profesor interino de Dibujo y Caligrafía en la Escuela de Comercio (1913), en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles (1914), en la Escuela Profesional de Magisterio (1917) y en el Instituto Luis Vives de Valencia (1920), obteniendo dichas plazas por oposición y alcanzando algunas cátedras. Desde 1916 se incorporó como secretario a la Escuela Práctica de Cerámica de Manises, de la que ostentó la dirección en dos ocasiones (1922- 1936 y 1939-1947).
En esos años publicó artículos de crítica artística sobre Bernardo Ferrándiz, José Brel, Ignacio Pinazo o Antonio Cortina en revistas y periódicos. También publicó monografías como Goya en Valencia (1914), De la historia artística de Valencia: las tablas de los pintores Llanos y Almedina del siglo xvi (1915), Pinazo, su vida y su obra (1920), Pintors valencians de la Renaixensa. I Joanes: l’enigma de la seua vida (1926) y Los grandes maestros del Renacimiento: Vinci, Durero, Rafael, Joanes, Ribalta, Ribera, Rembrant, Callot (1929).
Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (corresponsal en 1920), y fue nombrado delegado regio de Bellas Artes por Valencia en 1924 tras José Benlliure, y académico de la Real Academia de San Carlos (1928). Como investigador disfrutó de numerosas ayudas de la Junta de Ampliación de Estudios que le permitieron viajar por Europa, conocer las principales colecciones de cerámica e investigar algunos casos como la azulejería borgiana del Vaticano y del Castel Sant’Angelo, del Castel Nuovo de Nápoles, y los fondos de cerámica valenciana del llamado lote Pula de la Pinacoteca Nacional de Cagliari. Los viajes a Italia le permitieron también estudiar la obra de José Ribera y el arte español conservado allí, que trató en numerosas publicaciones y en conferencias impartidas en Lo Rat-Penat, en la Universidad de Valencia, en el Círculo de Bellas Artes y en el Ateneo Científico y Literario de Valencia. Por todo ello, González Martí alcanzó un alto reconocimiento social y académico en la sociedad de la dictadura de Primo de Rivera, años de su madurez intelectual. Su labor al frente de entes de difusión cultural como la Delegación Regia de Bellas Artes y el Centro de Cultura Valenciana, auspiciado entonces por la Universidad de Valencia, o al asumir la presidencia de Lo Rat-Penat (1928-1929), afianzaron su popularidad por organizar eventos, como ciclos de conferencias impartidos por personajes ilustres entre los que se puede recordar a Eduardo Ibarra, Manuel Gómez Moreno, el conde de Casal, Elías Tormo o Julián Ribera y Tarragó; desde el ente regionalista, organizó homenajes a Pepita Samper, Juan Benavent, Lluis Fullana, al marqués de Sotelo (alcalde de Valencia a la sazón), al arabista Julián Ribera y Tarragó, a Federico Mistral en su centenario, etc.
Desde la dirección de la Escuela de Cerámica de Manises intentó su promoción participando con cerámicas conmemorativas en homenajes a personalidades como el general Avilés (1923), el cardenal primado Reig y el cardenal Benlloch. Promovió la proclamación de Manises como “Ciudad Histórica y Laboriosa”, la dedicación de la calle de la escuela a Guillermo J. de Osma y Scull, y la presentación del pabellón de la Escuela en la Feria Internacional de Muestras de Valencia de 1936, donde se mostraron réplicas de obras relevantes hechas por los alumnos y profesores, como Ofrenda de Ignacio Pinazo, unos jarrones de Amelia Cuñat, el retablo de la batalla del Puig, paneles de Constantino Gómez y obras de María Ribes o Manuel Gómez. La prensa publicó comentarios elogiosos de lo expuesto firmados por Eduardo López Chávarri y por José Manaut Viglietti.
La Guerra Civil truncó esa trayectoria ya que González Martí tuvo que refugiarse en Madrid. En 1939 se reincorporó a la dirección de la Escuela de Cerámica hasta su jubilación, reiniciando la participación en eventos como la commemoración del IV Centenario de Juan Luis Vives. En 1940, fue nombrado director del Museo de Bellas Artes de Valencia, cargo desde el que se ocupó de la recuperación de las obras desplazadas durante la guerra, del traslado de la sede del Museo desde el convento del Carmen a San Pío V, y de la instalación de nuevas salas como las que financiara el alcalde Ramón Laporta. En el mismo año, se integró en la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Valencia. Más tarde fue llamado a ocuparse de diversos cargos como diputado provincial de Cultura entre 1949 y 1950, vicepresidente de la Diputación entre 1952 y 1955, y presidió nuevamente Lo Rat- Penat entre 1948 y 1958. En esos años publicó los Contes del Pla i de la Muntanya, importante recopilación folclorista de narrativa popular valenciana que recogía el léxico vivo del Maestrazgo y de la huerta de Valencia (1947, 1950, 1965).
Sus principales estudios sobre cerámica se publicaron en Cerámica Industrial y Artística (1932, 1933) alcanzando un prestigio que le facilitó el encargo del libro Cerámica Española por la Editorial Labor (1933). Su trabajo más extenso y conocido es la Cerámica del Levante Español, siglos medievales (1944 y 1952), magna obra y aportación fundamental de tres tomos que describe los principales aspectos técnicos de la producción valenciana medieval, recopila noticias históricas sobre sus artífices, comenta producciones valencianas comparadas con otros conjuntos externos de importancia y sus decoraciones y motivos, reúne el vocabulario y profundiza especialmente en el azulejo pavimental y el “socarrat” o tablero cerámico para entrevigado. Entre 1940 y su fallecimiento publicó un centenar de estudios y notas sobre cerámica en revistas como Boletín de la Real Academia de la Historia, Faenza, Vértice, Anales del Centro de Cultura Valenciana, y divulgó sus trabajos en Feriario, Valencia Atracción y diarios locales o almanaques como Jornada y Las Provincias, con una serie destacada de cuarenta y cuatro capítulos titulada “Azulejos góticos con leyendas” en el diario Levante.
La donación de su extensa colección al Estado le conllevó el nombramiento de director del Museo Nacional de Cerámica que se creó con ella (6 de febrero de 1947), gestión que le ocuparía la última etapa de su vida. Desde el Museo se vinculó como académico de número a la Academia Internacional de Cerámica (1955) y recibió el nombramiento de vicepresidente honorario de la Hispanic Society of America de Nueva York (1960). González Martí falleció a los noventa y cinco años, tras haber servido durante cinco lustros en el Museo que fundara.
Obras de ~: “La exposición retrospectiva del Rat-Penat”, en Impresiones, 16 de julio de 1908, págs. 173-174; “Goya y Valencia. Número monográfico”, en Forma, Revista Artística Mensual, 25 (1908), págs. 1-39; “Cerámica vidriada valenciana”, en Almanaque de Las Provincias (1913), págs. 85-88; Goya en Valencia, Valencia, 1914; “De la historia artística de Valencia. Las tablas de los pintores Llanos y Almedina del siglo xvi”, en Museum. Revista Mensual de Arte Español (MRMAE) (1915), págs. 379-402; “El arco de Aragón en Nápoles”, en MRMAE (1917), págs. 276-285; Pinazo, su vida y su obra (1849 a 1916), Valencia, Anales del Instituto General y Técnico de Valencia, 1920; “Cerámica valenciana contemporánea: El reflejo broncíneo de Bautista Huerta”, en El Mercantil Valenciano, 25 de mayo de 1923; “Cerámica valenciana: Ilice, Sagunto, Paterna, Manises, Alcora”, en Neptuno, año I, 2 (1925), págs. 22-23; “Cerámica antigua valenciana: un plato muy notable del siglo xv”, en Neptuno, año I, 3 (1925), págs. 21-23; “Cerámica medieval valenciana. El pavimento”, en Archivo de Arte Valenciano (AAV), año 12 (1926), págs. 3-66; Pintors valencians de la Reinaxensa. I Joanes: l’enigma de la seua vida, Valencia, Societat Valenciana de Publicacions, 1926; “Cerámica medieval valenciana. El pavimento”, en AAV, año 13 (1927), págs. 3-66; Los grandes maestros del Renacimiento: Vinci, Durero, Rafael, Joanes, Ribalta, Ribera, Rembrant, Callot, Valencia, Artes y Letras, 1929; “La cerámica de Manises en los retablos medievales”, en Valencia Atracción (VA) (1929), págs. 88-90; “La cerámica de Manises en los retablos medievales II”, en VA (1929), págs. 104-106; “Cerámica valenciana. La Real Fábrica de loza y porcelana del Conde de Aranda en Alcora”, en Cerámica industrial y artística (CIA), 7 (1932), págs. 193-199; “Cerámica medieval de Paterna. Vasijas decoradas con óxidos de cobre y manganeso”, en CIA, año III, 24 (1933), págs. 289- 296; Cerámica española, Barcelona, Labor, 1933; “Aportación de la Escuela de Cerámica de Manises en el IV Centenario de Juan Luis Vives”, en Anales de la Universidad de Valencia, año XVII, separata (1941); Cerámica del Levante Español, siglos Medievales, Barcelona, Labor, 1944-1952; De la Valencia medieval: Contes del Pla i de la Muntanya, Valencia, Tipografía Jesús Bernés, 1947-1950, 3 vols.; “Antecedentes para la historia de la Escuela Práctica de cerámica de Manises”, en Feriario, año XXV (1963), págs. 101-103; “Creación del Museo de Cerámica: colaboración de la Diputación Provincial”, en Generalitat, 6 (1964), págs. 23-25; Museo Nacional de Cerámica González Martí, Madrid, Ministerio de Educación Nacional, 1964 (guías de los Museos de España XVIII); De la Valencia del segle xix: contes del pla i de la muntanya. Contrabandista, conspiracions, motins, Valencia, Diputación Provincial, 1965; “Explotación de los testares medievales de Paterna: El reflejo metálico, X”, en VA, 419 (1970), pág. 2.
Bibl.: J. Lacomba, Arte Valenciano. Folchi: su obra, Valencia, Arte y Letras, 1926; J. Reig Genovés, “González Martí, Gran Cruz de Alfonso X el Sabio”, en Jornada, 17 de junio de 1954; M. A. Arazo, “Hombres de Valencia: Manuel González Martí”, en Levante, I-VI, 21-27 de septiembre de 1967; Chanzá, “Glosario. González Martí”, en Levante, 15 de febrero de 1970; J. Coll Conesa, “Historia del Museo. Breve reseña biográfica de Manuel González Martí”, en Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, Valencia, Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, 2001 (CD-Rom); J. Coll Conesa, “D. Manuel González Martí (1877-1972). Coleccionista y erudito”, M. T. Ribelles, “Las publicaciones de Manuel González Martí y la biblioteca especializada del Museo Nacional de Cerámica”, y M. J. Suárez, “La reconstrucción de la memoria histórica del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí a través de sus fuentes gráficas”, en J. Coll Conesa (dir.), 50 años (1954-2004). Museo Nacional de Cerámica en el Palacio de Dos Aguas, Valencia, Museo Nacional de Cerámica, 2004, págs. 12-50, págs. 302-339 y págs. 196-259, respect.
Jaume Coll Conesa