Manrique, Pedro. Conde de Paredes (II). ?, p. m. s. XV – 29.IX.1481 post. Noble.
Noble castellano, hijo de Rodrigo Manrique, I conde de Paredes, y de Mencía de Figueroa. Como muchos jóvenes de la nobleza, se inició pronto en la carrera de las armas y fue su padre, pretendiente al título de maestre de Santiago tras el fallecimiento del infante Enrique en 1445, quien le concedió el hábito de caballero de esa Orden y una encomienda.
En 1458 Pedro, a quien el cronista Alonso de Palencia describe como “animoso joven [...] e imitador de la virtudes paternas”, hizo una exitosa entrada en el Reino de Granada, por la tierra de la villa de Baza, junto con Diego Sánchez de Benavides, hazaña que, al parecer, no agradó al rey Enrique IV.
Siguiendo los pasos de su padre, que jugó un destacado papel en los conflictos nobiliarios del reinado de Enrique IV de Castilla, se adhirió con él en 1460 a la Liga formada por los nobles descontentos con el gobierno del Monarca, aunque en agosto de 1461 ambos firmaron un acuerdo de reconciliación con el Rey. Cuando finalmente estalló la guerra civil a causa de la insurrección de la nobleza, Pedro, firme partidario como su padre de los derechos sucesorios del infante Alfonso, participó en la contienda del lado de los rebeldes, apoyando la destitución de Enrique IV y la proclamación como rey del joven Alfonso, quien en agradecimiento a sus servicios le recompensó con alguna merced. Durante el conflicto civil, su actividad militar se desarrolló principalmente en Andalucía, donde desde 1465 intentó conseguir la encomienda santiaguista de Montizón (Jaén), que tenía Nicolás Lucas, hermano del condestable Miguel Lucas de Iranzo, uno de los favoritos del Rey. Pedro Manrique asedió esta plaza hasta rendirla en 1467.
Tras la temprana muerte del infante Alfonso en 1468, Pedro, al igual que todos sus parientes, reconoció como heredera a su hermana, la princesa Isabel, y apoyó su matrimonio con el príncipe aragonés Fernando.
En 1471, defendiendo la causa isabelina, trató de tomar, aunque sin éxito, la ciudad de Alcaraz, cuya fortaleza tenía por el maestre de Santiago Juan Pacheco un caballero suyo, Juan Alonso de Haro. Con él entabló Pedro Manrique negociaciones, llegando incluso a pactar el enlace de sus hijos, pero Juan de Haro fue sustituido por un nuevo alcaide, Martín de Guzmán, y Pedro hubo de levantar el sitio ante la llegada de las tropas de socorro enviadas por Juan Pacheco.
Al ser elegido su padre en 1474 maestre de Santiago, recibió la encomienda paterna de Segura de la Sierra (Jaén) y la dignidad de trece de la Orden. Ese mismo año falleció Enrique IV, y Pedro reconoció como legítimos soberanos a Isabel y Fernando. Durante la guerra civil por la sucesión de la Corona castellana, sirvió fielmente a los nuevos Monarcas y por ellos sitiaría Riópar, Cotillas y San Vicente, fortalezas del término de Alcaraz, que habían sido ocupadas por los seguidores del marqués de Villena Diego López Pacheco, y cuya tenencia le sería después concedida por los Reyes.
En 1475 colaboró con su padre en la toma de la ciudad de Alcaraz y en 1476 con su hermano Rodrigo Manrique en la defensa de la plaza santiaguista de Sabiote. En noviembre de ese año murió su padre y heredó el condado de Paredes. Pretendió sucederle también en el maestrazgo de Santiago, pero los Monarcas otorgaron esta dignidad a Alonso de Cárdenas.
Por oponerse a esta concesión, tras un convenio con los Reyes, hubo de entregar en tercería la fortaleza de Segura de la Sierra y reconocer, ya en 1480, a Alonso de Cárdenas como maestre en el Capítulo General de la Orden, celebrado en Uclés. Al año siguiente enfermó gravemente y otorgó su testamento en Siles, villa de su encomienda de Segura de la Sierra, el 29 de septiembre de 1481.
Pedro contrajo matrimonio con Leonor de Acuña, hija del I conde de Buendía Pedro de Acuña y de Inés de Herrera. Con ella tuvo cinco hijas y dos hijos, Rodrigo Manrique, que habría de sucederle, y Diego Gómez Manrique, que falleció muy joven. Sus hijas fueron Inés Manrique, esposa de Juan Chacón; María Manrique que casó con Gómez González de Butrón, señor de Aramayona; Magdalena Manrique, mujer de Pedro Fajardo, I marqués de Vélez, y Catalina y Aldonza Manrique, religiosas en el monasterio de Santa Clara de Calabazanos por deseo paterno.
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Rosa María Montero Tejada
