Cerda, Luis de la. Conde de Medinaceli (III). ?, ú. t. s. xiv – 1447. Noble, señor y miembro Consejo Real.
Hijo único de Gastón, II conde de Medinaceli, y de Mencía de Mendoza, su esposa. Tras la muerte de su padre, siendo menor de edad, actuó su madre como tutora, que como primera medida ordenó en septiembre de 1404 a los habitantes de sus posesiones Garganta la Olla, Pasarón, Torremenga, Castrocalvón, Bembibre y Peña de Valdería que rindieron pleito homenaje a su hijo, el conde Luis, como a su señor natural.
Dichos pleitos homenajes se llevaron a cabo entre los meses de septiembre y octubre del mismo año.
Se casó el conde Luis en dos ocasiones. La primera con Juana Sarmiento, hija del adelantado mayor del reino de Galicia, a la que en 1430 le dio como arras 5.000 florines de oro del cuño de Aragón, y una silla y freno de plata con su palafrén, según costumbre de Castilla, e hipotecó el Puerto de Santa María como seguridad para el cumplimiento del contrato. Como dote la condesa aportó a la casa de Medinaceli Enciso, Barca, Fresno y Mandayona, pero no sería hasta septiembre del 1433 cuando dichos lugares se incorporaran de manera efectiva, pues fueron objeto de litigio con su hermano Pedro Sarmiento, respostero mayor del Rey y de su Consejo, a causa del reparto de la herencia de su padre el adelantado. De este matrimonio tuvo el conde Luis dos hijos, el primogénito Gastón, futuro IV conde, y María, que casó con Juan de Guzmán, conde de Niebla, llevando como dote la villa de Huelva. Murió la condesa Juana Sarmiento en 1435, había dictado su testamento ya enferma en enero de ese año. En él mejoraba a su hijo Gastón en la tercia parte de sus bienes, además de la legítima, y mandaba que su marido, el conde Luis, fuera su albacea y el tenedor durante toda su vida de la villa de Enciso y de los otros lugares y bienes. Fue enterrada en la capilla del coro del monasterio de Santa María la Real de Huerta. Un mes más tarde, el conde realizó un inventario de todos sus bienes y el 25 de febrero hizo ordenanza de testamento de su mujer, ya fallecida.
El segundo matrimonio del conde fue con Juana de Leiva en 1446, a la que otorgó como arras 7.000 florines asegurados con su villa de Deza. Fruto de este enlace fueron Juan de la Cerda, señor de Torrecuadrada, Mencía e Isabel.
En estos años se produjo una fuerte expansión del condado de Medinaceli y su señorío. Se culminó en 1417, tras sucesivas compras, la incorporación definitiva de Luzón, que había empezado en la época del primer conde Bernardo. Enciso, Barca, Fresno y Mandayona, llegó por herencia tras la muerte de la condesa Juana Sarmiento. De ellas fue el conde Luis su directo tenedor desde 1335, y como tal en 1441, dio la tenencia de Enciso a Juan Ramírez de Arellano, señor de los Cameros, quien le prestó pleito homenaje el 10 de marzo del mismo año. En 1442 fue su hijo Gastón el que se hizo con el dominio de estas villas al recibir su herencia materna. La villa de Arcos entró en el patrimonio de los La Cerda en 1440, cuando María Manrique, mujer de Gómez de Benavides, la vendió a un procurador del conde y mandó que se le diera posesión de ella. Más adelante, en 1446, el conde la donó de por vida a Juana de Leiva, su segunda mujer.
La incorporación de Cogolludo y sus seis aldeas: Fraguas, Veguillas, Monesterio, Arbancón, Aleas y Fuencemillán, se produjo en 1438, siendo un paso importante en el dominio del territorio, pues situado Cogolludo en el noroeste de la provincia de Guadalajara, enlazaba con las aldeas del “común” de Medinaceli sitas en esta zona. En 1438, el conde Luis cambió con Fernán Álvarez de Toledo, señor de Valdecorneja, sus posesiones placentinas de Garganta la Olla, Pasarón y Torremenga y 140.000 maravedís, por la villa de Cogolludo y el lugar de Loranca. El 23 de septiembre del mismo año Juan II confirmó la permuta y también el mayorazgo de Cogolludo, pasando a partir de entonces a la Casa de Medinaceli como título y señorío del primogénito y heredero de la casa. De la villa de Deza tan sólo se tiene noticias de que estaba bajo jurisdicción de Luis de la Cerda, cuando éste la hipotecó para asegurar el pago de los 7.000 florines que en concepto de arras concedió a su segunda mujer, Juana de Leiva, en 1446. Al decir de Fernández de Bethencourt, esta villa, en territorio cercano a Sigüenza, fue permutada en fecha anterior por los lugares de Bembibre, Castrocalvón y Peña de Valdería, que habían llegado a la familia como herencia del segundo matrimonio de Isabel de la Cerda con Ruy Pérez Ponce.
Miembro del Consejo Real, el conde Luis tomó partido en la convulsa política castellana que protagonizó la nobleza durante el reinado de Juan II. Estuvo en las guerras contra los moros de Granada. En 1439, el conde Medinaceli alzó bandera de rebeldía en sus tierras contra Álvaro de Luna. En 1443 hizo pacto y confederación con su consuegro Íñigo López de Mendoza, señor de la Vega, marqués de Santillana. Y al reanudarse la guerra, en 1444, el conde siguió fiel a los infantes, junto con otros nobles, como los Enríquez, los Ponce de León, los Pimentel o los Sandoval. En el invierno, recibió Luis de la Cerda en Atienza a Juan, rey de Navarra, que descendió hasta la Alcarria para unirse a su hermano Enrique. Como consecuencia de ello y tras la batalla de Olmedo, Juan II secuestró los bienes y posesiones del conde Luis, y el 3 de septiembre de 1445 se los dio a su hijo Gastón, fiel servidor del Rey, al que tan sólo un día antes había hecho de su Consejo. El 20 de agosto de 1446, Juan II perdonó al conde y le restituyó todos sus bienes. Éste, en un intento de aproximación al entonces bando ganador, promovió el matrimonio de su hija Mencía, de corta edad, con Álvaro de Luna, nieto del condestable, en octubre del mismo año. Y se refugió en Cogolludo, cuya tenencia era de Gastón, su hijo, en diciembre, que lo acogió por indicación de Juan II durante cuatro meses, ya que huía de la peste que sufría Medinaceli y su tierra.
El conde Luis de la Cerda otorgó testamento en agosto de 1447. En él revocaba la donación de Huelva a Juan de Guzmán, pues su matrimonio con María de la Cerda no llegó a buen término, y se la daba junto con El Puerto de Santa María, el mayorazgo de Medinaceli y el de Cogolludo a su primogénito Gastón, futuro IV conde de Medinaceli. Deza, Luzón, Gigüela, El Sotillo y una casa en Guijosa la daba de por vida para mantenimiento de su mujer Juana de Leiva.
Luego serán la herencia de su hijo Juan. Se enterró, al igual que sus antecesores, en la capilla del monasterio de Santa María la Real de Huerta.
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María Luisa Pardo Rodríguez