Álvarez de Toledo, García. Señor de Oropesa (III). ?, ú. t. s. xiv – Oropesa (Toledo), 1444. Noble.
Hijo de Fernán Álvarez de Toledo, segundo señor de Oropesa, y de Elvira de Ayala, señora de Cebolla y del castillo de Villalba en Toledo.
Sucedió a su padre en 1398 siendo menor de edad, por lo que quedó bajo la tutela y curaduría de su madre hasta el año 1403, en que se hizo cargo personalmente del gobierno de sus señoríos. García se había criado como doncel en la cámara del rey Enrique III.
El Monarca, al parecer, le tenía en tanta consideración que, al morir en 1406, le destinó un legado de 15.000 maravedíes en su testamento. Sus servicios a la Corona, primero a Enrique III, después al regente Fernando y, finalmente, a Juan II le reportaron jugosos beneficios. El tercer señor de Oropesa siempre mantuvo una lealtad inquebrantable a Juan II, desde el año 1420, en que se produjo en Tordesillas el golpe de estado del infante Enrique de Aragón, hasta su muerte en 1444. Siempre apoyó al Monarca en todos los enfrentamientos que tuvieron lugar entre Juan II y su privado Álvaro de Luna, de una parte, y los infantes de Aragón, de la otra. Ya en 1408 había conseguido un juro de 15.000 maravedíes anuales en las alcabalas del vino y de la carnicería de Plasencia.
Fue el premio que recibió por su lealtad al regente y por la promesa de enviar una hueste a la campaña granadina que emprendió Fernando un año más tarde.
Una nueva prebenda recibió en 1422, tras el fracaso del golpe de Enrique de Aragón, cuando Juan II le concedió nada menos que el privilegio de portar el estoque real en las ceremonias solemnes de la Corte.
En 1428 el Monarca le donó también, no sin la oposición del concejo de la ciudad, las martiniegas de Salamanca.
Siguiendo la estrategia tradicional del linaje, contrajo un buen matrimonio con Juana Núñez de Herrera, una hija de otro poderoso señor de la región extremeña, el mariscal García González de Herrera.
De este matrimonio nacieron dos hijos: el mayor, llamado como su abuelo, Fernán Álvarez de Toledo, y el segundo, Pedro Suárez de Toledo, que llegó a construirse un señorío propio en torno a las villas de Gálvez y Jumela, situadas al sur de Toledo y relativamente próximas a La Puebla de Montalbán.
Bibl.: A. Franco Silva, “Oropesa: el nacimiento de un señorío toledano a fines del siglo xiv, en Anuario de Estudios Medievales, 15 (1985), págs. 299-314; A. Franco Silva, “El condado de Oropesa”, en Cuadernos Abulenses, 35 (2006), págs. 85-224.
Alfonso Franco Silva