Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, García. Duque de Alba (I), Conde de Alba (II). ?, p. m. s. XV – 20.VI.1488. Noble.
Hijo de Fernando Álvarez de Toledo y Mencía Carrillo de Toledo. Su padre fue de una de las familias más destacadas de Castilla. El origen de la familia se remonta al reinado de Alfonso VIII de Castilla. García de Toledo contrajo matrimonio con María Enríquez hija de Fadrique Enríquez de Mendoza. De su matrimonio nacieron Fadrique Álvarez de Toledo (1460-1531), que fue el II duque de Alba (1488- 1531), militar y político español, Teresa, Francisca, María, Gutierre (obispo de Plasencia muerto en 1506), García y Pedro.
García Álvarez de Toledo recibió muchos favores de Enrique IV de Castilla (1454-1474), no destacó en sus primeros momentos por su lealtad al monarca, pues formó parte de la composición de los primeros intentos para la formación de una liga nobiliaria contra el monarca en el año 1459, es decir, cinco años más tarde de haber subido al trono. Alfonso Carrillo y el conde García de Alba de Tormes consideraban necesario cambiar la situación política dando mayor participación a los grandes. Enrique IV conocía estos propósitos y tenía una dura queja hacia García Álvarez de Toledo ya que por los grandes beneficios recibidos debería mostrar más lealtad al rey “merecen antes perpetuo servicio y entera obediencia de la persona que los recibe a quien con tanta liberalidad dio, que querellas no debidas”.
A principios de abril de 1465 tuvo lugar en el alcázar de Madrid la reunión donde se recomendó un retorno al gobierno tal y como estaba en 1457 y 1461 para lograr estos fines era necesario que el monarca cumpliera las promesas que había realizado en Valdebro y Abadía. En esta reunión se apreció la falta del conde de Alba García de Toledo, cuya presencia se consideraba de suma importancia, por lo que se recomendó al monarca que fuera a Salamanca para atraerle a su servicio. La visita llevaba amplias concesiones al conde, como la entrega de las villas de Carpio, Abadía y Granadilla. El Rey permaneció con el conde García cuatro días y en este período de tiempo el conde García le hizo una petición “dar olvido a todas las cosas pasadas” cuyo significado era el comienzo de un “servicio de fidelidad al rey”.
La posición de la segunda esposa de Enrique IV, Juana de Portugal, con una clara inclinación a Portugal no era del agrado de los nobles. En 1466 Juana consiguió que el marqués de Santillana, el duque de Alburquerque y el obispo de Calahorra firmaran una estrecha confederación con García Álvarez de Toledo, que recibía la promesa de que se le entregaría Plasencia o bien Ciudad Rodrigo, lo que significaba desposeer de ellas a los titulares de aquel momento.
La adhesión de García Álvarez de Toledo significó un refuerzo considerable para el partido enriqueño.
Cuando en 1470 se elaboró una propuesta de paz a instancias de Alfonso de Carrillo, el rey de Castilla, Enrique IV, se sintió satisfecho, pero la satisfacción del Rey produjo la gran decepción de García Álvarez de Toledo que fue compensado con el título de duque de Alba en 1472 que tuvo hasta su muerte en 1488, siendo desde estos momentos el primer duque de Alba, título que pasó a Fadrique Álvarez de Toledo y sucesores correspondientes hasta la actualidad.
Marqués de Coria y conde del Barco, en 1471 era señor de la villa, fecha en la que intentó reformar el castillo solicitando un informe del coste de sus proyectos.
La reedificación comenzó en 1473, cuando ya había recibido el título de duque de Alba. En 1470, Coria pertenecía al maestre de la Orden de Alcántara, Gómez de Cáceres y Solís, que se alineó con los partidarios del pretendiente Alfonso XII frente a Enrique IV. Al morir Gómez de Cáceres y Solís, en 1473, no fue heredado por su sobrino Francisco de Solís, sino por Alonso de Monroy, del partido enriqueño, siendo señor de Coria García Álvarez de Toledo. Desde este momento el antiguo linaje del alcaide de las Torres de Toledo, concedido por el rey Pedro I a la familia, se instaló en la cúspide de la jerarquía de la nobleza.
Entre otros títulos que poseyó en este período medieval fue señor de Valdecorneja, señorío que se sitúa en El Barco de Ávila, donde los Alba llevaron a cabo la construcción del castillo en el siglo xv y también tuvo un poderoso señorío en Salvatierra.
García Álvarez de Toledo murió en lugar desconocido el 20 de junio de 1488.
Bibl.: J. Valdeón Baruque, Enrique II de Castilla: la guerra civil y la consolidación del reino (1366-1371), Valladolid, Universidad, 1966; L. Suárez Fernández, Nobleza y Monarquía, puntos de vista. Sobre la Historia política castellana del siglo xv. Estudios y Documentos, Departamento de Historia Medieval, Valladolid, Universidad, 1975; Enrique IV de Castilla, Barcelona, Ariel, 2001; C. de Ayala Martínez, Las Órdenes Militares hispánicas en la Edad Media, Madrid, Marcial Pons, 2003.
María Luisa Bueno Domínguez