Álvarez de Toledo, Fernán. Señor de Oropesa (IV). ?, p. t. s. xv – Oropesa (Toledo), 1462. Noble.
El 29 de diciembre de 1444 tomaba posesión de sus estados Fernán II Álvarez de Toledo, cuarto señor de Oropesa. Hijo de García Álvarez de Toledo y de Juana de Herrera, heredaba de su padre las principales posesiones del linaje, en concreto las villas de Oropesa, Jarandilla, Tornavacas y Cabañas, así como un extenso conjunto de heredades, dehesas, viñas, tierras y casas. Siguiendo la estrategia de sus antecesores logró contraer dos buenos matrimonios. El primero fue con Mayor de Toledo, hija del primer conde de Alba. De este matrimonio nacieron al menos cuatro hijos: García, que murió siendo aún niño; Francisca, que casó con Gutierre de Solís, conde de Coria; Elvira, que contrajo matrimonio con el primer conde del Risco; y María, que lo hizo con Alfonso de Fonseca, señor de Coca y Alaejos. Viudo de Mayor, Fernán volvió a casarse, esta vez con Leonor de Estúñiga, una hija del conde de Plasencia, que hasta ese momento había sido su principal enemigo. Leonor era, sin duda, un buen partido para el señor de Oropesa, pues con este enlace, además de ofrecerle una buena dote, Fernán trataba de llegar a una reconciliación definitiva con los Estúñiga, ese poderoso linaje vecino y rival en tierras de Plasencia. El acuerdo sólo sería coyuntural, pues a la larga no resultaría favorable para los intereses de los Álvarez de Toledo en sus tierras de Jarandilla.
Por otra parte, su segunda esposa no era ya doncella cuando se casó con Fernán Álvarez, pues había enviudado recientemente nada menos que de Juan de Luna, único hijo varón del condestable Álvaro, el todopoderoso privado de Juan II que había tratado con ese matrimonio de atraerse a sus encarnizados enemigos, los Estúñiga de Plasencia. De su matrimonio con Fernán Álvarez, Leonor de Estúñiga tuvo dos hijos: Catalina, que casó con el tercer conde de Cifuentes, y un varón llamado como el padre, que nació en 1462, pocos meses después de la muerte del progenitor.
A lo largo de su vida, el cuarto señor de Oropesa continuaría la trayectoria política seguida por su padre. En este sentido, fue siempre, como lo había sido su progenitor, un servidor leal a la Corona y un fiel partidario de Álvaro de Luna, que siempre contó con el firme apoyo de la alianza formada por los condes de Alba, los Silva de Toledo, los condes de Cifuentes y el señor de Oropesa junto con sus parientes más próximos. Con estos antecedentes no puede sorprender que Fernán combatiese en las filas leales al Rey y a Álvaro en la batalla de Olmedo (1445), en la que fueron derrotados los infantes de Aragón, manteniendo siempre una política de fidelidad tanto a Juan II como a su sucesor, Enrique IV.
Fernán Álvarez de Toledo falleció en 1462, dejando heredero de sus estados a su hijo póstumo del mismo nombre. Unos años antes, en 1457, había creado un mayorazgo para su sucesor en el que quedaron vinculadas las villas principales del linaje: Oropesa, Jarandilla, Tornavacas, Cabañas y el Torrico, que había sido comprada en 1447.
Bibl.: A. Franco Silva, “El condado de Oropesa”, en Cuadernos Abulenses, 35 (2006), págs. 85-224.
Alfonso Franco Silva
