Fernández-Cuesta y Porta, Nemesio. Getafe (Madrid), 1865 – Madrid, 11.III.1926. Médico, escritor y periodista.
La restauración de la línea borbónica a finales de 1874 trajo consigo un período de relativa paz política que duró hasta 1923. La oposición ya no alentaba revoluciones mediante pronunciamientos militares, pero se hacía cada vez más fuerte ayudada por el desarrollo de la industria y el crecimiento de las ciudades.
Fernández-Cuesta se licenció por la Facultad de Medicina de la Universidad Central en 1884 y en ese mismo año realizó el doctorado.
Pese a las mejoras en cuanto a salud pública se refiere, en el siglo XIX la población española sufrió el embate de peligrosas epidemias como la fiebre amarilla y el cólera; las doscientas cincuenta mil víctimas dan idea de la catástrofe. Nemesio Fernández-Cuesta y Porta consagró su vida a la investigación y divulgación de las normas higiénicas básicas que previenen la llegada de las plagas. Su labor para educar e informar a la población de la higiene como base de una buena salud, así como su trabajo en favor de los más desfavorecidos, le proporcionó un merecido prestigio.
Durante la epidemia del cólera de 1885 prestó sus servicios en la provincia de Huesca renunciando a remuneración alguna. En ese mismo año fue nombrado por concurso ayudante disector. Llegó a ser un experto en materia de autopsias y su trabajo sobre la Autopsia Judicial es la primera obra de su clase en España que sienta las bases sobre el arte necróptico al servicio de la Ley. En 1886 ingresó por oposición en el cuerpo de Sanidad de la Armada y seguidamente embarcó a Filipinas. Faltaban aún diez años para las guerras de independencia y la pérdida de las colonias. En esos años, el gran enemigo de la Armada española desplegada en Cuba, Puerto Rico, África y Filipinas era la enfermedad, no las incipientes insurrecciones. Los conocimientos y la investigación de Fernández-Cuesta en su lucha implacable contra las enfermedades tropicales fueron reconocidos por la Marina española que le concedió la Gran Cruz al Mérito Militar. Fue nombrado asimismo director del Manicomio Provincial de Toledo. Asimismo, fue distinguido con las Grandes Cruces de San Hermenegildo y de Isabel la Católica, Cruces del Mérito Naval y Militar rojas y blancas, así como otras condecoraciones nacionales y extranjeras.
En otro aspecto es importante señalar —por las consecuencias que suscita en el devenir político de España— su amistad con Miguel Primo de Rivera, del que también era médico personal. Dicha conexión sentó las bases de la futura relación entre los hijos de ambos, Jose Antonio Primo de Rivera y Raimundo Fernández-Cuesta y Merelo.
Obras de ~: Carta de Tiburcio a su primo Venancio, sobre los sucesos ocurridos en Europa en los primeros cuatro meses del año de 1850, Madrid, Andrés Peña, 1850; Autopsia Judicial: Compendio médico legal necróptico, Madrid, Romero Impresor, 1895; Instantáneas de higiene. Dedicadas a las madres que educan a sus hijos, Toledo, Imprenta D. Rafael Gómez Menor, 1899; La vida del obrero en España desde el punto de vista higiénico, Madrid, V. Tordesillas, 1909.
Bibl.: J. Álvarez Sierra, Diccionario de autoridades médicas, Madrid, Editora Nacional, 1963; R. Carr, España 1808- 1939, Barcelona, Ariel, 1969; R. Herr, An Historical essay on Modern Spain, Berkeley, University of California Press [1974]; A. López de Zuazo Algar, Catálogo de periodistas españoles del siglo xx, Madrid, Fundación Universidad-Empesa, 1987; R. de la Cierva, Historia de España, 800.000 a. C. – 2001 d. C.: guía imprescindible para jóvenes, Madrid, Fénix, 2001.
Victoria Fernández-Cuesta