Ayala, Juan de. ?, s. m. s. XV – 1540. Señor de Cebolla, Villalba, Mejorada, Segurilla y Cervera y aposentador mayor del Rey.
Hijo de Diego López de Ayala III, señor de Cebolla y Villalba, capitán de la Frontera del reino de Navarra, alcaide de Fuenterrabía y aposentador mayor del Rey, y de Constanza Manuel, hija de Pedro Manuel.
Diego López de Ayala III fue un destacado militar al servicio de los Reyes Católicos. Esta relevante actividad bélica explica su prolongada ausencia del señorío familiar. No obstante, antes de morir en 1514, pudo acrecentar el mayorazgo que había recibido de su padre Juan de Ayala I con las heredades de Sanchón e Illán de Vacas, en el término de Talavera, las tierras situadas en los términos de Domingo Pérez y Cebolla, las casas principales en la colación de Santa María de Talavera y un juro de cincuenta y cinco mil maravedís sobre las alcabalas de carnicerías, pescado y vino de Talavera. Todo ello junto al cargo de aposentador mayor del Rey, lo heredaría su primogénito Juan de Ayala II. Además creó un segundo mayorazgo para el primogénito de su segundo matrimonio con Beatriz de Guzmán, Diego López de Ayala IV, con las dehesas del Corralejo e Illán de Vacas, su parte en las dehesas de Canturias y Sangrera, el heredamiento de Sanchón, un juro de cuarenta y cuatro mil maravedís en las alcabalas del lugar de Horcajo y cien mil maravedís que le daba su hermanastro Juan de Ayala.
Sin embargo, Diego López de Ayala IV, que era comendador de la Orden de Santiago, poco después de la muerte de su padre decidió ingresar como fraile en un convento franciscano, renunciando a todos sus bienes en favor de su hermanastro.
Juan de Ayala II, el nuevo señor de Cebolla y heredero del notable patrimonio familiar, se había casado en 1513 con Ana Girón, hija de Alonso Téllez Girón, señor de la Puebla de Montalbán. En 1515 llegó a un acuerdo con Diego López de Toledo, señor de Mejorada, en virtud del cual pactaron el matrimonio de sus hijos en el caso de que los tuviesen. No obstante, si Diego López de Toledo no tuviera descendencia, se estipulaba que Juan de Ayala heredaría el señorío de Mejorada a cambio de que Diego López de Toledo recibiera hasta su muerte un millón de maravedís, cuatro mil ducados, un juro de cincuenta y cinco mil maravedís en las alcabalas de Talavera y las rentas del lugar de Portillo. En el supuesto de que Juan de Ayala muriera también sin descendencia, los señoríos y posesiones de Diego López de Toledo pasarían a poder de la legítima heredera de la familia, Sancha de Ayala, hermanastra del señor de Cebolla e hija de Diego López de Ayala III y de Beatriz de Guzmán.
Diego López de Toledo murió en 1525 sin dejar descendencia y en virtud del pacto sus posesiones pasaron a poder de Juan de Ayala, constituyéndose así un importante señorío en la zona septentrional de la antigua tierra de Talavera, que incluía Cebolla, Villalba, Mejorada, Cervera y Segurilla. Sólo dos años después de acceder al señorío sobre estos tres últimos lugares, Juan de Ayala se vio obligado a llegar a un acuerdo con sus vasallos para rebajar las abusivas rentas que los campesinos habían venido satisfaciendo a los señores de Mejorada. Además del variado abanico de rentas señoriales, los titulares del señorío tenían derecho a percibir las tercias y alcabalas. Por eso en 1528 Carlos I, a petición del nuevo señor Juan de Ayala, libró una carta de provisión para que los concejos de Mejorada, Segurilla y Cervera le pagaran los maravedís correspondientes por las alcabalas y tercias que le debían desde que se hizo el último encabezamiento hasta ese año.
Finalmente, en 1540 murió, también sin descendencia, Juan de Ayala II, ostentando el cargo de aposentador mayor del rey Carlos I y la alcaidía del castillo de Tabernas. En su testamento, otorgado el 20 de julio de 1540, Juan de Ayala nombraba heredera de sus señoríos a su sobrina Beatriz de Monroy y le rogaba que cuidara de su esposa Ana Girón, a quien le dejaba para su mantenimiento ocho mil ducados y los bienes de libre disposición. Beatriz de Monroy era hija de su hermanastra Sancha de Ayala, y de Francisco de Monroy, señor de Belvís, Almaraz y Deleitosa. Beatriz, que era también heredera del mayorazgo del linaje paterno, había contraído matrimonio con Fernando Álvarez de Toledo, primogénito del conde de Oropesa. En 1543 morían Francisco de Monroy y el conde de Oropesa, por lo que el nuevo matrimonio heredaba los señoríos de sus respectivos padres. Se formaba así un importante estado señorial, consecuencia de la sucesiva extinción por línea agnaticia de los importantes linajes García de Toledo, Ayala de Cebolla y Monroy en menos de dos décadas.
De tal suerte que se reunían en la persona de Fernando Álvarez de Toledo el condado de Oropesa y los señoríos de Mejorada, Cebolla, Belvís, Almaraz y Deleitosa, concentrando un formidable patrimonio a caballo entre el obispado de Plasencia y el arcedianato de Talavera.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Sección nobleza (Toledo), Frías, leg. 1324, n.º 4; Real Academia de la Historia, Colección Salazar, sign. M-131, fol. 252v.
L. de Salazar y Castro, Historia genealógica de la Casa de Silva, Madrid (1685) (ed. facs., Huelva, Wilsen Editorial, 1992, vols. I, pág. 354); S. de Moxó, Los antiguos señoríos de Toledo. Evolución de las estructuras jurisdiccionales en la comarca toledana desde la baja Edad Media hasta fines del Antiguo Régimen, Toledo, Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos, 1973, págs. 59-60; A. Franco Silva, “La fundación de pueblas en tierras situadas al Noroeste del Reino de Toledo a fines del siglo XIII”, en Historia. Instituciones. Documentos, 17 (1990), págs. 31-53; A. Franco Silva, “El proceso de señorialización de las tierras de Talavera de la Reina en el siglo XV. El caso de Cebolla y los Ayala”, en Anuario de Estudios Medievales, 20 (1990), págs. 223-274 y en A. Franco Silva, La fortuna y el poder. Estudios sobre las bases económicas de la aristocracia castellana (s. XIV-XV), Salamanca, 1996, págs. 155- 215; J. P. Molénat, Campagnes et monts de Tolède du XIIe au XVe siècle, Madrid, Casa de Velázquez, 1997, págs. 326 y 375; J. de Salazar y Acha, La Casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2000, pág. 530.
Enrique Rodríguez-Picavea Matilla