Cerda, Juan de la. Señor de Torrecuadrada de los Valles. Torrecuadrada de los Valles (Guadalajara), ú. t. s. xv – ?, p. m. s. xvi. Noble, señor.
Era hijo del tercer conde de Medinaceli Luis de la Cerda. El historiador del legajo 3329 de Osuna, grueso mamotreto de mediados del siglo xviii donde se estudian todos los estados que acabaron integrándose en el patrimonio de los duques del Infantado, buscó en los índices del Archivo de Medinaceli documentación sobre el señorío de Torrecuadrada de los Valles y dice que lo único que encontró fue una venta de este lugar con 2.000 maravedís de renta anual sobre sus alcabalas, que habían hecho a Juan de la Cerda María de la Cerda y su madre Francisca de Castañeda, viuda de otro Luis de la Cerda, señor de Víllora, y biznieta de Íñigo López de Orozco. Todo indica que Luis de la Cerda, señor de Víllora, Cubas de la Sagra y Griñón, era dueño de Torrecuadrada de los Valles y Renales y que tras morir en 1469, su viuda Francisca de Castañeda decidió deshacerse de esos señoríos que pertenecían a sus hijas, las cuales seguramente aún estaban bajo su tutela. El señor de Víllora y Juan de la Cerda eran primos como retataranietos ambos del pretendiente al Trono de Castilla Alfonso de la Cerda.
Juan de la Cerda no tuvo descendencia de su mujer Violante de Estúñiga pero sí “un hijo fuera de matrimonio en una muger casada llamado don Antonio de la Cerda a quien sin embargo de la ley ymperial que prohíbe a los espurios suceder en los bienes de sus padres, legitimaron y habilitaron los Reyes Católicos a su instancia por cédula dada en Sevilla a 28 de marzo de 1490” y otra hija natural llamada Mencía de la Cerda que casó con García de Andrade, y fueron padres de Pedro Morales de Andrade, quien, por su matrimonio con Martina de Funes y Castilla, fue señor de Villel de Mesa y Algar de Mesa.
El 19 de junio de 1490 don Juan hizo mayorazgo de Torrecuadrada de los Valles en favor de su hijo Antonio que casó con Inés Gómez, primogénita de Álvar Gómez de Ciudad Real, señor de Pioz, Pozo de Guadalajara, Atanzón y Yélamos (Guadalajara). Dice Layna que Antonio de la Cerda estaba “avergonzado sin duda de la familia de su madre” a quien el propio Layna llama “burda aldeana” y no quería saber nada de Torrecuadrada; por eso tras obtener el preceptivo permiso de la reina Juana para enajenar bienes vinculados en mayorazgo, vendió el señorío al tercer conde de Cifuentes Juan de Silva el 22 de enero de 1512. Catalina de Toledo, viuda de Juan de Silva, incluyó Torrecuadrada de los Valles en el quinto mayorazgo de Cifuentes de 1523.
Bibl.: F. Layna Serrano, Castillos de Guadalajara, Guadalajara, AACHE, 1994 (1933); A. Herrera Casado, Crónica y guía de la provincia de Guadalajara, Guadalajara, Diputación provincial de Guadalajara, Central Nuclear de Trillo, 1988; M. B. Riesco de Iturri, “Constitución y organización de un señorío nobiliario en el obispado de Sigüenza a finales de la Edad Media: el condado de Cifuentes”, en Wad-al-Hayara, 19 (1992), págs. 211-229; M. B. Riesco de Iturri, Nobleza y señoríos en la Castilla centro-oriental en la Baja Edad Media (siglos xiv y xv), tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, 1996; N. Ávila Seoane, “El señorío de los Silva de Cifuentes en los concejos de Atienza y Medinaceli (1431-1779)”, en Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante. Señores y señoríos: aspectos sociales y económicos, 24 (2006), págs. 395-435; N. Ávila Seoane, El proceso de señorialización de la extremadura castellana: el ejemplo de la provincia de Guadalajara (siglos xii a xviii), Madrid, Editorial Complutense, 2006.
Nicolás Ávila Seoane