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Abu Zayyan b. 'Abd al-Haqq, Ibn Abi Sa'id

Biografía

Abū Zayyān b. Abd al-Haqq, Ibn Abī Saīd. Fez (Marruecos), 1448­ – Granada, 1537. Noble

Hijo del sultán de Fez, ‘Abd al-Haqq b. Abī Sa‘īd, en 1465 se refugió con parte de su familia en Granada, huyendo de la revuelta que asesinó a su padre. Amparado por el sultán nazarí Muley Hacén, más tarde este príncipe casaría con una de las hijas de su protector, quedando en esta ciudad con el uso del título califal de rey exiliado al-Mutawakkil, como miembro de la dinastía meriní. Apoyo constante de su cuñado, el rey Boabdil, en 1493 le acompañó, junto con el resto de la familia real, al exilio en Marruecos, pero tuvo que volver a Granada. Su situación, como heredero del último sultán de Fez, le impedía vivir en tierras marroquíes por temor a la dinastía que derrocó y asesinó a su padre. Convertido en un personaje excepcional, por tratarse del único de los pocos miembros de la corte que no pudo emigrar, su papel en el Reino de Granada es decisivo en los pactos con los castellanos. Dada su preeminencia, se convirtió en un asiduo colaborador de los Reyes Católicos para relacionarse con la comunidad mudéjar.

Bautizado en fecha imprecisa, posiblemente por el Rey Católico como su padrino, recibió el nombre de Fernando de Fez-Muley, apellidos que denotan su origen y rango real. Su mujer recibió el nombre de Isabel de Fe, con toda probabilidad por estar amadrinada por la Reina Católica. La conversión fue acompañada el 22 de noviembre de 1500 por una jugosa merced de rentas, sólo equiparables a los más altos colaboracionistas de la conquista, lo que denota su tratamiento real. El infante don Fernando era aljamiado —sabía hablar castellano— y vivió en la parroquia de Santa María de la O, en plena medina granadina, aunque gustaba retirarse a un carmen fuera de la ciudad. En 1503 testificó de forma excepcional en las probanzas de sus cuñados los infantes de Granada, Fernando y Juan de Granada, hermanastros de Boabdil. Durante la etapa morisca mantuvo la posición de preeminencia colaboradora con la comunidad morisca, participando en algunos trabajos, como la recaudación de la farda. Posiblemente encabezó la comitiva de “caballeros principales” que se entrevistaron con el emperador en su visita a Granada en 1526, quedando por depositario del memorial que presentó, su sobrino Francisco Núñez Muley.

Dado que la dinastía nazarí aplicaba desde el siglo XIV el vínculo cognaticio (las mujeres trasmitían los derechos al trono), sus vástagos —como descendientes del sultán Muley Hacén— eran príncipes nazaríes, es decir, infantes de Granada. Hijos de éste, que conozcamos, fueron dos: Luis Muley de Fez Autihaca, padre de Fernando de Fez Muley, nacido en Granada en 1504 y testigo directo de la información genealógica de la familia Granada-Venegas. Y Álvaro de Fez, padre de Hernando de Mendoza y Fez-Muley, rico propietario (con una renta de 8.000 ducados en 1570), quien tomaría la preeminencia de su abuelo en su relación con los moriscos.

 

Bibl.: E. Soria Mesa, “De la conquista a la asimilación. La integración de la aristocracia nazarí en la oligarquía granadina. Siglos XV-XVII”, en Áreas, 14 (1992), págs. 49-64; M.ª J. Rubiera Mata, “La familia morisca de los Muley-Fez, príncipes meriníes e infantes de Granada”, en Sharq al-Andalus, 13 (1996), págs. 159-167; V. Sánchez Ramos, “Un rey para los moriscos: el infante don Juan de Granada”, en Sharq al-Andalus, 14-15 (1997-1998), págs. 285-316; J. A. García Luján y R. V. Blázquez Ruz, “Don Fernando Muley de Fez. Una información genealógica (1596) del linaje Granada Venegas”, en Actas del VIII Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 2002, págs. 733-740.

 

Valeriano Sánchez Ramos