Zúñiga, Francisca de. Condesa de Monterrey (II). ?, s. m. s. XV – 1526. Noble.
Hija del primer matrimonio de Sancho Sánchez de Ulloa y Teresa de Zúñiga, sucedió en el condado de Monterrey en el primer tercio del siglo XVI. Estuvo casada en dos ocasiones. La primera con Diego de Acebedo (o Acevedo), y la segunda con Fernando de Andrade, II conde de Villalba. De su primer consorte, Diego de Acevedo, nos dice Alonso López de Haro en su Nobiliario Genealógico de los Reyes y Títulos de España que era muy apreciado por los Reyes Católicos por los servicios prestados a la corona, destacando especialmente por su participación en la campaña de Salces, en el Rosellón, contra los franceses.
De su segundo marido, el conde de Villalba, pertenecía a los Andrade, señores de Ferrol y Puentedeume (La Coruña), uno de los más destacados servidores de la Corona en Galicia. Sin embargo, parece que los estados de Francisca fueron tutelados por su padre D. Sancho y posteriormente por el hijo de su primer matrimonio D. Alonso de Acevedo. Prueba de esto es la escritura otorgada por doña Francisca de Zúñiga, en 1500 siendo ya viuda de Diego de Acevedo en la que tras manifestar pensar contraer un segundo matrimonio con Fernando de Andrade, renunciaba a la administración de los bienes de su madre Teresa, la II vizcondesa de Monterrey, a favor de su padre Sancho de Ulloa, I conde de Monterrey, a cambio de 100.000 maravedís de renta anuales.
Fallecido su padre, Sancho, la II condesa de Monterrey asoció tempranamente a su hijo y sucesor Alonso en las tareas de gobierno del condado. Para hacer efectivo este gobierno de su vástago en el condado la reina Isabel la Católica mandó a los alcaides de las fortalezas del estado de Monterrey que prestasen homenaje a Alonso. Sin embargo, no parece que ésta se hiciera debidamente ya que años más tarde la reina Juana La Loca, volvía a instar a los alcaides a que hicieran pleito homenaje al vástago de Francisca y Diego de Acevedo.
En tiempos de la II condesa de Monterrey comenzó el pleito sobre la propiedad de las casas de Biedma y de Ulloa que sostendrán los descendientes de su primer y segundo matrimonio (respectivamente los condes de Monterrey y Lemos) durante más de un siglo. Los descendientes del segundo matrimonio de Francisca (con Fernando de Andrade) esgrimirían que ésta había fundado mayorazgo en 1515 en la persona de su hija Teresa de Andrade. Francisca debió de fallecer en 1526, ya que en agosto de ese año, por una cédula del emperador Carlos V, se ordenaba que se diera posesión del mayorazgo de Monterrey a Alonso de Acevedo y Zúñiga, III conde de Monterrey, por fallecimiento de su madre.
Fuentes y bibl.: Real Academia de la Historia, Colección Salazar y Castro, M-4, fols. 144-144v. sign. 9/811; M-4, fol. 145; sign. 9/811; M-124, hojas 30v-31v.; sign. 9/930.
A. López de Haro, Nobiliario Genealógico de los Reyes y Títulos de España, t. I, Madrid, Luis Sánchez, 1622, págs. 577-578; N. Peinado, “Pleitos sobre el señorío de Monterrey”, en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos históricos y artísticos de Orense, t. IX, n.º 201 (1931), págs. 273-280; M. de Siete Iglesias, “Títulos y Grandezas del Reino”, en Revista Hidalguía, año III, n.º 8 (enero-febrero de 1955), págs. 29- 30; E. González López, La Galicia de los Austrias, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1980, págs. 31-35; J. García Oro, La Nobleza Gallega en la Baja Edad Media, Santiago de Compostela, 1981, págs. 167-181; F. G. Conde Mora, “Los condes de Monterrey”, en Historia 16, n.º 343, año XXVIII (noviembre de 2004), págs. 114-123.
Francisco Glicerio Conde Mora