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Pedro Luis de Borja

Biografía

Borja, Pedro Luis de. Duque de Gandía (I). Roma (Italia), c. 1468 – Ciudad del Vaticano, 3.IX.1488. Noble.

Hijo primogénito del cardenal Rodrigo de Borja (Alejandro VI) y de una desconocida, nació en Roma hacia 1458, según Oliver Hurtado, y unos diez años después en opinión más probable del padre Miguel Batllori. Sixto IV lo legitimó (5 de noviembre de 1481) y reconoció (4 de febrero de 1483) como hijo de su vicecanciller a la sazón. Estuvo desposado con María Enríquez, prima hermana de Fernando II de Aragón, pero el matrimonio no llegó a consumarse por la prematura muerte de él.

Destinado por su padre a hacerse cargo de las posesiones familiares ya adquiridas en el reino de Valencia y las proyectadas ampliaciones de las mismas en la Huerta de Gandía, a finales de 1483 Pedro Luis desembarcó en Valencia, donde comenzó a construir la residencia familiar en la capital del reino, frente a la iglesia de San Lorenzo, que hoy día es la sede de las Cortes Valencianas y curiosamente resulta más conocido como Palacio de Benicarló que de los Borja. Al año siguiente de su llegada sirvió de camarlengo en la corte de Fernando II, pues para el monarca aragonés el hijo del vicecanciller de la Iglesia resultaba un eficaz intermediario con el Vaticano.

Los proyectos expansionistas del potentado cardenal Borja se complicaron muchísimo cuando, poco antes de morir, Inocencio VIII le prometió la mitra hispalense, vacante desde junio de 1488 por muerte de su titular Íñigo Manrique de Lara; pero el monarca aragonés la pretendía también para su hijo bastardo Alonso de Aragón (arzobispo de Zaragoza) y estalló el conflicto entre ambos. El Rey encarceló a Pedro Luis y mandó secuestrar sus bienes, mientras el cardenal, por su parte, consiguió del nuevo papa Sixto IV la excomunión del Monarca.

Al final, sin embargo, el acuerdo fue posible entre estos dos personajes, fieles coetáneos ambos de Maquiavelo, pues el rey aragonés necesitaba dinero para proseguir la conquista de Andalucía y el cardenal valenciano aspiraba a un señorío para sus hijos. Y, así, en abril de 1485 llegaron a un primer acuerdo sobre la compraventa de Gandía, antiguo infantado que, a la sazón, había revertido a la Corona tras la muerte sin herederos legítimos del segundo duque real Alfonso el Joven y se hallaba hipotecado a la ciudad de Valencia con una opción preferente de compra a favor del marqués de Moya. En mayo, tras la destacada participación de Pedro Luis en la conquista de Ronda, Fernando II le concedía el título de egregio a él y a sus hermanos César, Juan y Jofré; en septiembre de ese mismo año 1485 se levantaba el secuestro de los bienes de Pedro Luis; el 2 de diciembre se hacía lo propio con la excomunión del Monarca y al día siguiente se firmaba en Alcalá de Henares la escritura de compraventa de la villa de Gandía y el castillo de Bairén (ya en desuso) en favor del hijo primogénito del cardenal Borja. Dos semanas después, el 20 de diciembre, en la misma localidad madrileña el Monarca le concedía el título de duque de Gandía a Pedro Luis de Borja, quien se convertía así en el primer duque borgiano del flamante señorío, título que no cabe confundir con el de duque real, que había sido creado en 1399 para el poderoso Alfonso de Aragón (Alfons el Vell) y quedó extinguido en 1424 tras la muerte sin herederos de su hijo, también Alfonso.

El ansiado señorío gandiense se sumaba a las baronías valencianas de Llombay (1479) y Chella (1484), ya adquiridas a la sazón por el cardenal Borja, y se ampliaba en 1486 con las compras de Bellreguard, la alquería de Carbonell y la de Rafelsineu (que no se debe confundir con el actual Miramar, que también pertenecía a los hermanos Balaguer); al año siguiente se incorporaban los lugares de Jeresa y Alcodar, todos ellos en la Huerta de Gandía y poblados por mudéjares, más el valle de Gallinera al norte de la actual provincia de Alicante. Hoy parece claro que todas estas adquisiciones sólo pudieron conseguirse con los abundantes recursos financieros del cardenal-vicencaciller y sus muy certeras instrucciones epistolares para hacerse con las ubérrimas tierras de Gandía, donde se cultivaba la caña de azúcar (canyamel) para exportar a Europa su edulcorante. El futuro papa Borja no ocultaba que con este “negocio” —como él mismo lo denominaba en sus cartas— buscaba dotar a sus hijos con un señorío de prestigio y, efectivamente, lo consiguió.

Vuelto Pedro Luis a Roma, en su último testamento (14 de agosto de 1487) designaba heredero universal a su hermano Juan, salvo los diez mil florines que legaba para la dote de Lucrecia Borgia, que era hermana de padre suya y de padre y madre de Juan.

Murió el 3 de septiembre de 1488 en el Vaticano y fue enterrado en Santa María del Popolo, donde permaneció hasta que en febrero de 1500, a petición de la duquesa regente de Gandía, María Enríquez, se autorizó el traslado de sus restos, junto con los de su hermano y heredero Juan, a la cripta (hoy cerrada) de la iglesia parroquial de Santa María, en Gandía, que desde el año anterior (1499) había sido elevada al rango de colegiata por bula de Alejandro VI, suegro de la duquesa regente.

 

Bibl.: M. Oliver Hurtado, “D. Rodrigo de Borja (Alejandro VI). Sus hijos y descendientes”, en Boletín de la Real Academia de la Historia (BRAH), 9 (1886), págs. 403-447; F. Fita, “Don Pedro Luis de Borja, duque de Gandía”, en BRAH, 10 (1887), págs. 311-328; R. Chabás, “Nuestra sección de documentos”, “Documento LXI” (contrato de compraventa de Gandía el 3 de diciembre de 1485) y “Documento LXIII” (concesión del título de duque a Pedro Luis de Borja), en El Archivo (Denia), IV (1890),págs. 264-282, 344-350 y 353- 354, respect.; J. L. Pastor Zapata, Gandia en la Baixa Edat Mitjana: la Vila i el Senyoriu dels Borja, Gandía, CEIC Alfons el Vell, 1992; M. Batllori i Munné (SI), Obra Completa, IV. La família Borja, Valencia, Elisèu Climent editor, 1994; J. A. Gisbert Santonja (ed.), Sucre i Borja. La canyamel dels ducs. Del trapig a la taula, catálogo de exposición (21 de diciembre de 2000-23 de febrero de 2001), Gandía, 2000; J. M. Cruselles Gómez: “El Cardenal Rodrigo de Borja, los curiales romanos y la política eclesiástica de Fernando II de Aragón”, en E. Belenguer Cebrià (coord.), De la unión de coronas al Imperio de Carlos V (Congreso Internacional en Barcelona, 21-25 de febrero de 2000), Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V-Universitat de Barcelona, 2001, págs. 253-279; J. M. Cruselles Gómez y P. Iradiel, “El entorno eclesiástico de Alejandro VI. Nota sobre la formación de la clientela política borgiana (1429-1503)”, en M. Chiabó, S. Maddalo, M. Miglio y A. M. Oliva (coords.), Roma di fronte all’Europa al tempo di Alessandro VI (congreso en Città del Vaticano- Roma, 1-4 de dicembre de 1999), vol. I, Roma, Ministero per i Beni e le Attività Culturali, 2001, págs. 27-58; L. Arciniega García, El palacio de los Borja en Valencia. Actual sede de las Cortes Valencianas, Valencia, Corts Valencianes, 2003.

 

Santiago la Parra López