Diamante, Juan Bautista. Madrid, 10.IX.1625 ant.– 2.XI.1687. Dramaturgo.
Dramaturgo madrileño, hijo de la lusitana Madalena de Castro y de un siciliano de ascendencia griega (los Diamanti, militares que tomaron parte en las campañas del emperador Carlos V) que, tras su paso por Portugal, se instaló con su esposa en Madrid, para regentar una tienda de mercaderías en la calle Mayor.
La ajetreada juventud de este autor barroco aparece salpicada de sobresaltos que relatan los Avisos de Jerónimo Barrionuevo como si de un crudo de jácara se tratase: graduado en Cánones por Alcalá de Henares y siendo subdiácono, en 1648 fue procesado y condenado por haber dado muerte a un hombre en esa misma ciudad durante el transcurso de una pelea. No fue ésta la última vez, ya que Diamante, al parecer, fue un joven temperamental, pendenciero y aficionado a la espada, lo cual le costó un segundo proceso algunos años después, ya ordenado presbítero. En 1656 fue nombrado prior de Morón (pueblo del que llegó a convertirse en comendador hacia 1670), y en 1662 se le concedió el hábito de San Juan.
Su carrera literaria comenzó en 1652, con un poema funerario en honor del secretario del obispo de Pamplona.
Por los mismos años empezó a producir obras para los teatros comerciales, ganándose el respeto y el reconocimiento de sus coetáneos. En 1670 llegó su consagración como dramaturgo al publicar un primer tomo de doce comedias, todas ellas inéditas y algunas recién estrenadas; cuatro años más tarde se editó un segundo volumen con otras doce nuevas obras a su nombre.
Diamante se inscribe en la escuela dramática calderoniana; su vertiente más prolífica es la del teatro devoto o de tema religioso, seguida de su producción musical —con fiestas palaciegas y zarzuelas caracterizadas por espectaculares escenografías y profusión de tramoyas—, el drama de corte histórico-nacional y la comedia de enredo, mayoritariamente de ambiente palatino. Autor fecundo, Diamante tiene en su haber varias refundiciones de comedias antiguas, como La reina María Estuarda, o las religiosas constancias en las bárbaras tragedias (basada en la homónima de Manuel de Gallegos, escrita hacia 1628) o El honrador de su padre (versión de Las mocedades del Cid, de Guillén de Castro).
Practicó también la composición de obras colaboradas con diversos autores: con Lanini (El apóstol de Valencia, San Vicente Ferrer, El gran cardenal de España, fray Francisco Jiménez de Cisneros); con Matos, Juan Vélez o Villaviciosa (La cortesana en la sierra, El hidalgo de la Mancha, Reinar por obedecer), y firmó él sólo un gran número de exitosas obras, entre las que destacan El veneno para sí (conservada en un manuscrito autógrafo de 1653), Servir para merecer (representada en 1659), La cruz de Caravaca (autógrafo con censura de 1664), Más encanto es la hermosura, Júpiter y Semele y El laberinto de Creta (representadas todas ellas en Palacio antes de 1665), las zarzuelas Alfeo y Aretusa y El nacimiento de Cristo (representadas ambas ante los reyes en 1672), Amor es sangre y no puede engañarse, El cerco de Zamora, Cuánto mienten los indicios, y el ganapán de desdichas, El negro más prodigioso (de la que se conocen nada menos que catorce ediciones), La dicha por el agravio, El defensor del Peñón, Lides de amor y desdén, El Hércules de Ocaña (representada en 1673) o El palacio de Alcina (representada en Palacio en 1676 y 1679).
Diamante escribió algunas comedias hagiográficas, varios autos para las celebraciones del Corpus (El nacimiento de Cristo, la anunciación del ángel y adoración de los reyes, Pleito de Dios, y justicia por el hombre) y piezas de teatro cómico breve. De reconocido mérito son, sobre todo, sus bailes (Baile en esdrújulos, Los consejos, El pórtico de la cárcel, Marizápalos, Pascual y Menga) y sus loas, algunas de las cuales acompañaron célebres representaciones (la Loa curiosa de Carnestolendas, representada el 8 de abril de 1662 con su zarzuela El laberinto de Creta; la loa para El conde Lucanor, de Calderón, representada en Palacio el 9 de junio de 1680; o la loa para La púrpura de la rosa, también de Calderón, en otra fiesta palaciega de ese mismo año).
En 1704 se publicó en el tomo 48 de las Escogidas, El valor no tiene edad, la última comedia del dramaturgo que llegó a la imprenta. El éxito de su teatro en la segunda mitad del siglo xvii se prolongó a lo largo de toda la centuria siguiente con numerosas reposiciones de sus obras en las tablas y, sobre todo, reimpresiones de sus obras más celebradas en sueltas y colecciones diversas.
Obras de ~: El honrador de su padre, Madrid, 1658; Servir para merecer, Madrid, 1658; La cruz de Caravaca, Madrid, 1667; El laberinto de Creta, Madrid, 1667; los bailes Marizápalos, Los consejos, Baile en esdrújulos y El pórtico de la cárcel, impresos en Verdores del Parnaso, Madrid, 1668; Pascual y Menga, Los consejos y la Loa curiosa de Carnestolendas (inéds.); La reina María Estuarda, o las religiosas constancias en las bárbaras tragedias, estrenada en Palacio en 1660, por la compañía de Diego Osorio; Más encanto es la hermosura; Júpiter y Semele; El defensor del peñón; El Hércules de Ocaña; No aspirar a merecer; Pasión vencida de afecto; El remedio en el peligro; Santa Juliana; Santa María del Monte y convento de San Juan; Santa Magdalena de Pazzi; El sol de la sierra y Triunfo de la paz, y el tiempo, impresas en el tomo I de Comedias de Fr. D. Juan Bautista Diamante, Madrid, 1670; La dicha por el agravio, Madrid, 1671; El veneno para sí, Madrid, 1673; La reina María Estuarda; Alfeo y Aretusa; El cerco de Zamora; Cumplirle a Dios la palabra; Ir por el riesgo a la dicha; El jubileo de Porciúncula; Lides de amor y desdén; El nacimiento de Cristo; El negro más prodigioso; Cuánto mienten los indicios, y el ganapán de desdichas; La reina María Estuarda y Santa Teresa de Jesús, impresas en Comedias de don Juan Bautista Diamante, segunda parte, Madrid, 1674; las loas para El conde Lucanor y La púrpura de la rosa, escritas en 1680 (inéds.); los autos sacramentales El nacimiento de Cristo, la anunciación del ángel y la adoración de los reyes (inéd.) y Pleito de Dios, y justicia por el hombre, impreso suelto (s. f.); con S. Rodríguez de Villaviciosa y J. de Matos, Reinar por obedecer, Madrid, 1657; con F. Lanini, El gran cardenal de España, fray Francisco Jiménez de Cisneros, escrita en 1669; con J. de Matos y J. Vélez, La cortesana en la sierra, Madrid, 1667, y El hidalgo de la Mancha, representada en el Carnaval de 1673.
Bibl.: E. Cotarelo y Mori, “Don Juan Bautista Diamante y sus comedias”, en Boletín de la Real Academia Española, 3 (1916), págs. 272-297 y 454-497; M. Parker, “Don Juan Bautista Diamante. A Bibliography of Primary Sources”, en Bulletin of Bibliography, 49, 3 (1992), págs. 195-208; K. Sabik, “Juan Bautista Diamante y su teatro en la corte de Felipe IV y Carlos II (1659-1687)”, en J. Whicker (ed.), Actas del XII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, Birmingham, University, 1998, págs. 204-211; M. Espido Freire, “Coetáneos de Calderón: Juan Bautista Diamante (1625-1687), autor de comedias y de fiestas de zarzuela”, en I. Arellano (ed.), Calderón 2000, vol. I, Kassel, Reichenberger, 2002, págs. 473-485; A. Cassol, “El teatro de Juan Bautista Diamante”, en I. Arellano (coord.), Paraninfos, segundones y epígonos de la comedia del Siglo de Oro, Barcelona, Anthropos, 2004, págs. 173-179.
Héctor Urzáiz Tortajada