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Jerónimo Barrionuevo de Peralta

Biografía

Barrionuevo de Peralta, Jerónimo. Granada, 2.IV.1587 – Sigüenza (Guadalajara), 22.XI.1671. Cronista y dramaturgo.

Jerónimo Barrionuevo, famoso por sus Avisos —crónicas del Madrid de mediados del siglo xvii—, fue también poeta y dramaturgo. Bautizado en la parroquia granadina de Santa Ana, era el tercer hijo de García de Barrionuevo de Peralta, corregidor de Medina de Rioseco y señor de Valdesaz y Fuentes de la Alcarria.

Jerónimo estudió Gramática en Belmonte y Artes en Alcalá de Henares; pasó después a Salamanca (ciudad en la que tuvo un incidente que le llevó a la cárcel, de la que le sacó la intervención del duque de Lerma).

Era hermano del marqués de Cusano, consejero del virrey de Nápoles —Pedro Fernández de Castro, conde de Lemos—, y ello propició que pasara catorce años en Italia; se enroló primero en la milicia —participando en la desastrosa jornada de los Querquenes, en la que murieron sus dos hermanos— y se ordenó después sacerdote en Roma. Desde 1622 fue tesorero de la catedral de Sigüenza, aunque vivía en Madrid; en 1642 hubo de refugiarse, tras un incidente amoroso, en Fuentes de la Alcarria, acompañado por su amante, Paula Cejudo y Yela. En 1654 estaba ya de vuelta en Madrid, donde su curiosidad y buenas amistades le permitieron dedicarse a recoger y difundir noticias de la corte de Felipe IV: “No hay cosa que se me vaya por alto. Madrid es la vena del arca, donde acude toda la sangre del hombre. Yo soy curioso y tengo muchos amigos (en palacio) que con particular cuidado me advierten de todo lo que pasa. Aquí vienen a parar las nuevas de todo el mundo, con que no es mucho que, habiéndome dado Dios un poco de talento, me eche a volar por todas las partes”.

En la Biblioteca Nacional de España (BNE) se conservan dos manuscritos suyos: uno contiene su epistolario con el deán de Zaragoza, correspondiente a los años 1654-1658; el otro, titulado Comedias y poesías varias por don Juan Cantón de Salazar, incluye alrededor de novecientos poemas, cinco comedias, dos entremeses y una loa. Por confusión derivada del título, se han venido atribuyendo las obras de ese manuscrito a Cantón de Salazar; sin embargo, los estudiosos contemporáneos asumen que son obra de Barrionuevo y que el manuscrito es autógrafo.

La escasa originalidad de los versos de Barrionuevo, en los que la erudición prima sobre la emoción lírica, hace que no pueda ser considerado sino un poeta barroco de segunda línea, demasiado dado a un uso exagerado de las imágenes. Tampoco como dramaturgo ha sido tenido en demasiada consideración; Antonio Paz y Meliá, que prologó la edición de sus Avisos, creía que sus obras dramáticas “tienen los defectos todos del teatro de su época, sin ninguna de sus buenas cualidades”.

Tienen, al menos, los escritos de Barrionuevo un cierto valor testimonial, como han destacado otros críticos; Fernández de Cano lo considera un autor injustamente olvidado y ha rescatado una parte festiva, epicureísta y muy erótica de su obra poética, donde se aprecia que “el magín calenturiento del alegre Tesorero de Sigüenza” producía versos ingeniosos, burlones e irreverentes; de ahí, sin duda, las muchas correcciones y censuras infligidas sobre su códice. Así lo apuntó en su día Paz y Meliá: “Complácese especialmente en los asuntos amorosos, no habiendo parte del atavío ni del cuerpo de la dama que no haya sido elogiado, descrito y analizado por el buen Tesorero [...] con realismo tal, que obligaron a alguna mano, más piadosa que discreta, a borrar ciertas composiciones pornográficas”.

Su labor como avisador del Madrid de los Austrias acredita a la autotitulada “gala de Sigüenza, flor de Barrionuevo” como un notable precursor del periodismo español, ya que sus resúmenes epistolares permitían a los lectores conocer noticias curiosas y llamativas sobre costumbres, tradiciones y supersticiones, así como sobre el mundo literario y teatral o sobre la vida de la familia real y de la nobleza. Predomina en estos escritos, y en muchos de sus poemas, un tono crítico y en ocasiones humorístico; también, en cierta forma, el resentimiento por no haber sido muy favorecido en el reparto familiar de beneficios y prebendas, del que da muestras en su composición “A un disgusto que tuve con mi hermano”.

 

Obras de ~: Avisos de D. Jerónimo de Barrionuevo (1654- 1658), est. prelim. de A. Paz y Meliá, Madrid, Tello, 1892- 1894, 3 vols. (Avisos del Madrid de los Austrias y otras noticas, ed., intr. y glosario de J. M.ª Díez Borque, Madrid, Castalia, 1996); [Comedias] La honra que está más bien, El Judas de Fuentes; El laberinto del amor, y panadera en Madrid; El retrato que es mejor, Santa Librada; La venganza del hermano y valiente Barrionuevo; [Teatro breve] El berraco de Río Salido; El licenciado linterna; Loa a San Roque (todas en el Ms. 3.736 de la BNE); El toquero (BNE, Ms. 16.793).

 

Bibl.: J. M. Pedrosa, “Flor de canciones tradicionales inéditas de los Siglos de Oro: el Cancionero de Jerónimo de Barrionuevo (BNE Ms. 3736) y otros manuscritos madrileños”, en Revista de Filología Románica, 11-12 (1994-1995), págs. 309- 325; J. R. Fernández de Cano, “Don Jerónimo de Barrionuevo, poeta castrado”, en Estado actual de los estudios sobre el Siglo de Oro. Actas del II Congreso Internacional de Hispanistas del Siglo de Oro, vol. I, Salamanca, Universidad, 1993, págs. 347-355; J. M. Díez Borque, “Introducción”, en J. de Barrionuevo, Avisos del Madrid de los Austrias y otras noticas, op. cit.; J. Huerta Calvo (dir.), Historia del Teatro Español.

I. De la Edad Media a los Siglos de Oro, Madrid, Gredos, 2003.

 

Héctor Urzáiz Tortajada