Velázquez, Bernarda Manuela. La Grifona. ?, p. m. s. XVII – 1681 post. Actriz.
Conocida popularmente bien como Bernarda Manuela bien con el apodo de La Grifona (muy probablemente porque tendría el cabello crespo o grifo), fue hija de Manuel Velázquez y de la actriz Jerónima de Vargas. En 1642 ya trabajaba para la compañía de Pedro de la Rosa. De tres años más tarde se conserva un acuerdo laboral con Pedro de Ascanio en el que se incluía una curiosa cláusula: Bernarda Manuela condicionaba su colaboración con la compañía únicamente si también se mantenía en la misma al actor Lorenzo Escudero, pues la actriz estaba convencida de que él era su complemento perfecto sobre el escenario.
En 1650 trabajaba, junto con su esposo (Juan Francisco Coello de Arode, o Aroche, que hacía la labor de cobrador), en la compañía comandada por Antonio de Prado, con la que actuaría ese año y el siguiente en las ciudades de Toledo y Madrid. En los conciertos de formación de compañía que firmó el autor Diego Osorio en 1651 se mencionaba a la actriz, que se encargaría de hacer los papeles de segunda dama. Algo debió de suceder entre esta fecha y marzo de 1653, pues en esta última Bernarda Manuela se encontraba recluida por orden del presidente de Castilla en el Convento de las Bernardas de la localidad madrileña de Pinto. El día 19 de dicho mes su madre firmaba un contrato con el arrendador de corrales de la capital para que su hija, con el permiso de las autoridades, representara hasta el Carnaval del año siguiente con la condición de que no saliera de la Villa y Corte. Durante esta década hay constancia de su participación en representaciones palaciegas, llevadas a cabo en el Coliseo del Buen Retiro, especialmente en piezas del dramaturgo Antonio de Solís.
Debido a las relaciones amorosas, probablemente adúlteras, mantenidas con una personalidad militar de renombre, fue apresada y encarcelada en el “emparedamiento de Baeza, que es un encerramiento cruel, sin comunicación con persona humana”, según relata el cronista Jerónimo de Barrionuevo en su aviso del 29 de agosto de 1654. Dos años después, la Grifona seguía presa, no se sabe si todavía cumpliendo la anterior condena u otra diferente, pero en esta ocasión en Toledo. El propio Barrionuevo se encargó de relatar los detalles de la fuga de Bernarda Manuela de prisión y las pesquisas que la justicia estaba llevando a cabo para averiguar su paradero.
Ya debía de encontrarse en libertad y sin cargos en 1659, pues se conoce que por aquel entonces pertenecía al grupo de Juan de la Calle y Sebastián de Prado. Durante la década de 1660 alternaría su labor con diferentes compañías, entre las que quizás habría que destacar las de Bartolomé Romero y Antonio de Escamilla.
En 1672 participó en la representación palaciega de la obra de Calderón titulada Fieras afemina amor, en la que interpretó el papel de Venus. Un año más tarde trabajaba para Félix Pascual, a quien dejaría para actuar los tres años siguientes con Manuel Vallejo.
Durante esta década también estuvo vinculada con Escamilla. Todavía en 1680 participó en una fiesta palaciega a la que asistieron los Reyes. Una de las últimas noticias conservadas sobre ella data de 1681 y la sitúa en el grupo de cómicos de Juan Antonio de Carvajal, en el que interpretaba las terceras damas.
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Francisco Sáez Raposo