Castro y Salazar, Matías de. Alcaparrilla. ?, 1629 – Madrid, 23.XII.1691. Actor, autor (empresario teatral) de comedias y dramaturgo.
Famoso por el donaire con el que interpretó papeles de gracioso, fue hijo del actor Pedro Antonio de Castro y Salazar y de Juana Moral de Negrete, tal y como él mismo indica en su partida testamentaria.
Su padre, natural de Logroño, abandonó su casa y su ocupación de alguacil mayor de la Inquisición para dedicarse al mundo de la farándula. Matías de Castro y Salazar heredó el apodo de Alcaparrilla de su padre, que había sido conocido de esta manera debido al éxito que obtuvo por un entremés que protagonizó.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones: con María de la Cruz, natural de Toledo y de la que no hay constancia de que se dedicara a representar, con la que tuvo once hijos de los que sólo sobrevivió uno; y, más tarde, con Juana Gutiérrez, actriz con quien se casó en Valencia tras enviudar de la anterior, y que engendró catorce hijos de los que la mitad (es decir, todos los que les sobrevivieron), siguieron los pasos profesionales de sus padres destacando, entre todos ellos, Francisco de Castro, alias Farruco, que logró gran popularidad.
En 1652 apareció vinculado ya al mundo de la farándula, cuando se comprometió a representar papeles de segundo gracioso en la compañía de partes que por aquel entonces formaba Mariana Vaca. En 1655 trabajó tanto para Esteban de Almendros como para Gaspar de Segovia, en cuya compañía ya estaría a cargo de la parte principal de la graciosidad. Tres años más tarde, aparece mencionado en la obligación con la que Francisco García se comprometía a llevar a cabo con su grupo treinta representaciones diferentes en Madrid. En 1662 Alcaparrilla y Juana Gutiérrez eran miembros, en Sevilla, de la compañía que dirigía Juan Pérez de Tapia y unos años más tarde, en 1668, entraron a formar parte de la de Francisco Gutiérrez, padre de Juana. En 1672, Castro y Salazar trabajaba para el grupo de Félix Pascual.
Un año después, en 1673, estableció su propia compañía con la que subió a diversos escenarios de Madrid y Sevilla, donde estuvo representando hasta el martes de Carnaval del año siguiente. Entre los meses de diciembre de 1678 y febrero de 1679 su compañía fue requerida, junto a la de Antonio de Escamilla, para llevar a cabo diversas representaciones palaciegas. En la década de 1680 la compañía de Alcaparrilla desarrolló buena parte de su labor en el ámbito áulico. Sin embargo, no se vio exenta del problema de pagos tardíos con el que la corte tenía acostumbrados desde hacía ya muchísimo tiempo a los representantes que desempeñaban su labor para la Familia Real, como queda demostrado por la orden del propio Carlos II de abonarle la mitad de los 7.400 reales que en 1685 se le adeudaban.
Como dramaturgo, su obra está compuesta por algo más de una docena de piezas teatrales breves de diversa naturaleza.
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Francisco Sáez Raposo