Heredia, María de. ¿Portugal?, p. s. xvii – Nápoles (Italia), 1658. Actriz y autora (empresaria teatral) de comedias.
A pesar de que se desconoce el lugar de nacimiento de María de Heredia, se han esgrimido varias observaciones extraídas de la Loa con que empezaron Rueda y Ascanio, escrita por Luis Quiñones de Benavente y que ella interpretó, para adjudicarle un origen portugués.
En esta pieza se la califica de “jilguerito forastero” y ella misma dijo, en un momento dado, que antes representaba en Lisboa y acabó la loa cantando en dicho idioma.
Por otra parte, y aunque los datos referentes a su esposo son un tanto confusos (pues, según la documentación consultada, se le cita con distintos nombres), parece que estuvo casada con el actor y autor de comedias Juan Jerónimo de Heredia, con el que presumiblemente compartía las tablas en 1626, con la compañía de Andrés de la Vega y María de Córdoba.
Con este grupo participó en la puesta en escena del auto de Calderón titulado El pintor de su deshonra en las celebraciones que se llevaron a cabo en el Corpus madrileño de dicho año. Como miembro de la compañía de su marido durante los dos años siguientes, se sabe que participó en la representación de Del monte sale quien el monte quema, obra debida a Lope de Vega.
Durante los años 1638 y 1639 estuvo vinculada a la tropa a cargo de Antonio de Rueda, aunque a mediados de este último año decidió romper de manera unilateral el contrato que tenía firmado, lo que le acarreó consecuencias legales en forma de devolución de la cantidad económica que el autor le había adelantado a la firma del mismo. De este mismo año se conserva noticia de su participación, interpretando el papel de doña Beatriz, en la obra La desdicha de la voz, de Calderón. Es en esta época cuando debió comenzar su periplo como directora de compañía.
Sin embargo, su mayor fama (o quizás sería mejor decir infamia) la obtendría de ciertos episodios escandalosos en los que se vio envuelta a comienzos de la década siguiente y que le valieron el encarcelamiento en varias ocasiones. En enero de 1642, casada aún con Juan Jerónimo de Heredia (del que se sabe que aún vivía en 1643), fue recluida por primera vez debido al amancebamiento que mantuvo con cierto caballero. Dos años más tarde, en septiembre de 1644, y por un asunto similar, la condenaron a galeras. Sin embargo, el episodio más sonado estaba aún por llegar. En su aviso relativo al 28 de febrero de 1657, el cronista Jerónimo de Barrionuevo refería el caso en cuestión, que no era otro que la revelación del casamiento incestuoso que supuestamente habían llevado a cabo tres años antes dos hijos de la actriz, que por aquel entonces residía en Nápoles y donde falleció poco tiempo después.
Su popularidad llegó a tal punto que acabó convertida en personaje literario de varios romances de temática rufianesca.
Bibl.: E. Cotarelo y Mori, Tirso de Molina. Investigaciones bio-bibliográficas, Madrid, Imprenta de Enrique Rubiños, 1893, págs. 206-210; H. Rennert, The Spanish Stage in the Time of Lope de Vega, New York, The Hispanic Society of America, 1909, pág. 492; H. E. Bergman, Luis Quiñones de Benavente y sus entremeses, Madrid, Castalia, 1965, págs. 488- 490; A. Paz y Meliá (ed.), Avisos de don Jerónimo de Barrionuevo (1654-1658), t. II, Madrid, Atlas, 1969 (Biblioteca de Autores Españoles, 222), pág. 65a.
Francisco Sáez Raposo
