Arboreda Torres, Alejandro. Valencia, 26.IV.1650 ant. – 9.IX.1698. Dramaturgo.
Alejandro Vicent Zeferino Luis Arboreda fue bautizado el 26 de abril de 1650 en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Valencia como hijo de padres secretos, pero en una corrección de 20 de noviembre de 1652 ya aparecen interlineados los nombres de sus padres: Severino Arboreda y Victoriana Torres.
En 1665, año de la muerte de Felipe IV, comenzó Alejandro Arboreda a estudiar artes como alumno del maestro Ripollés, y ese mismo año, en Luzes de la aurora de Francisco de la Torre Sevil, publicó un epigrama titulado “Egiferi Mosis digiti scriptere tabellas”.
En 1671 se doctoró en la Facultad de Leyes de Valencia, por lo que pudo presentarse el 15 de abril de 1673 a la cátedra de Instituta, aunque consiguió la de Código dos semanas más tarde y en 1674 fue nombrado consejero de la ciudad por la clase de juristas.
En 1680 seguía en Valencia, donde participó en una academia literaria y publicó la Fábula de Céfalo y Pocris, pero en 1682 abandonó su cátedra para ejercer de abogado en Madrid en los Reales Consejos, así como de dramaturgo encargado de divertir al joven Carlos II, a la Reina madre y a una Corte que luego no le recompensó.
En 1682, la compañía de Francisca Bezón ya ensayaba en el Coliseo del Retiro Engaños hay que son justos para el cumpleaños del Emperador, y en noviembre del mismo año, Amor vencido de celos, y junto a la de Manuel de Vallejo, Mármoles hace la envidia, representada en cuatro ocasiones. El 14 de mayo de 1684, la compañía de Manuel de Mosquera representó en palacio El más divino remedio y Aurora de san Ginés, en la que aparecía el personaje de la Idolatría montado en un pavo real que no paró de graznar en toda la función, por lo que fue satirizado en el siguiente anónimo: “Y el insigne Arboreda / [...] / pabo que graznó [h]ora y media / del Remedio Divino...”.
Al año siguiente, la misma compañía llevó a escena La armonía es más encanto. Y en 1688, las compañías de Manuel y Rosendo López ensayaron No hay cautelas contra el cielo para unas fiestas palaciegas con motivo del cumpleaños de la duquesa de Orleans.
A partir de 1692 realizó varias demandas a la Corte, pero al no ser éstas atendidas hubo de regresar a Valencia, donde murió después de haber escrito veintitrés piezas teatrales. Tras su muerte siguieron representándose sus obras: El primer templo de Cristo en 1689, El arco de paz del cielo, Santa Bárbara en 1706, El prodigio del León en 1729 y 1776 y Un engaño con primor en 1747, que con distinto título —Engaños hay que son justos— se representó en 1763.
El teatro de Alejandro Arboreda responde a la práctica escénica posterior a Calderón de la Barca centrada en la espectacularidad sin abandonar los presupuestos ideológicos barrocos de exaltación monárquica y de contrarreformismo. La complejidad escenográfica de sus obras se inscribe en las obras de “aparato”, con tendencia a la formación de cuadros marcados espacial y temporalmente en los que se acumulan elementos de tramoya, riqueza de vestuario y personajes hasta conseguir un efecto climático.
Obras de ~: “Egifere Mosis [...]”, en F. de la Torre y Sevil, Luzes de la Aurora, Valencia, Jerónimo Vilagrasa, 1665, pág. 198; “Epigrama”, en Funesto Geroglífico, Valencia, Jerónimo Vilagrasa, 1666, págs. 123-124; Fábula de Céfalo y Pocris, Valencia, Vicente Cabrera, 1680; Engaños hay que son justos, c. 1681 (inéd.); Amor vencido de celos, c. 1681 (inéd.); Mármoles hace la envidia, c. 1681 (inéd.); El más divino remedio y aurora de San Ginés c. 1681 (inéd.) (ed., introd. y notas de P. Mas, Kassel, Reichenberger, 1997); La armonía es más encanto, c. 1684 (inéd.); No hay cautelas contra el cielo, c. 1684 (inéd.); No hay resistencia a los hados, c. 1684 (inéd.) (ed. en El mito de Edipo en la comedia barroca española, intr., ed. y notas de P. Mas y J. Vellón, New York, Peter Lang, 1995); No hay cautelas contra el cielo, c. 1688 (inéd.); El católico Perseo: san Jorge, Valladolid, Alonso del Riego, c. 1692; El esclavo de su dama y paso honroso de Asturias, c. 1692 (inéd.); El primer templo de Cristo, c. 1698 (inéd.); El águila de los cielos: san Juan Evangelista (inéd.); Cumplir con amor y honor (inéd.); Fieras y astros hace Amor (inéd.); Incendios hay en las aguas (inéd.); El mártir valiente en Roma: san Jorge (inéd.); Pasar de un extremo a otro (inéd.); El príncipe de Condé (inéd.); El prodigio de León y timbre de los Osorios (inéd.); Si amor mata, amor da vida (inéd.); El triunfo de la belleza (inéd.); A un engaño otro mayor (inéd.); A un engaño un desengaño (inéd.); El arco de paz del cielo: santa Bárbara, Madrid, Antonio Sanz, 1751.
Bibl.: V. Ximeno, Escritores del Reyno de Valencia, t. II, Valencia, José Esteban Dolz, 1749, pág. 134; F. Martí Grajales, Ensayo de un diccionario Biográfico y Bibliográfico de los poetas que florecieron en el Reino de Valencia hasta el año 1700, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1927, págs. 37-41; J. E. Varey y N. D. Shergold, Fuentes para la historia del teatro en España. I. representaciones palaciegas: 1603-1699, Londres, Tamesis Books, 1982, págs. 205-206 y 210-211; P. Mas, La práctica escénica del Barroco tardío en Valencia: Alejandro Arboreda, Valencia, Alfons el Magnànim, 1987; P. Mas y J. Vellón, “La última generación de dramaturgos barrocos valencianos: Fijación del corpus teatral”, en Criticón (Université de Toulouse-Le Mirail), 50 (1990), págs. 67-79; P. Mas, “Alejandro Arboreda: práctica teatral y difusión religiosa”, en América y el teatro español del siglo de Oro, Cádiz, Universidad, 1998, págs. 481-498.
Pasqual Mas i Usó