Gómez de Baquero, Eduardo. Andrenio. Madrid, 10.XII.1864 – 16.XII.1929. Crítico, periodista, escritor y jurista.
Su familia era de clase media y conservadora. Estudió bachillerato en colegios privados, aunque se examinó como alumno libre en los institutos San Isidro y Cardenal Cisneros de Madrid. Realizó estudios de Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central, donde fue alumno de Francisco Giner de los Ríos y de Azcárate. Se doctoró en Derecho, en 1887, obteniendo los Premios Extraordinarios de licenciatura y de doctorado, además de licenciarse en Filosofía y Letras. Aunque su vocación era la docencia, tuvo que realizar oposiciones e ingresó en el Cuerpo de Letrados del Ministerio de Gracia y Justicia, además de abrir un bufete de abogado.
Su iniciación como ensayista y periodista se produjo siendo aún estudiante, en 1882, con un amplio ensayo publicado en la Revista España. El mismo año en el que se licenció, 1886, comenzó su amplia colaboración en el diario conservador La Época, fiel representación de sus posiciones políticas de juventud, donde se inició en la labor periodística realizando comentarios sobre política extranjera. Conoció entonces a los políticos más importantes de la época: Cánovas, Silvela, además de establecer una cordial amistad con Castelar.
En 1895 se produjo un hecho esencial en la vida de Gómez de Baquero: se hizo responsable de la sección de crítica literaria de la prestigiosa revista La España Moderna. Gracias a esta labor adquirió rápidamente un gran prestigio que lo encumbró a la cima de la crítica literaria. Cuando en 1901 falleció Leopoldo Alas, Clarín, por entonces el crítico literario más relevante de la España finisecular, el diario de mayor influencia, El Imparcial, le ofreció ocupar el puesto que dejaba vacante el catedrático ovetense. Allí terminó de construirse su enorme fama como crítico que, tras la muerte de Juan Valera en 1905, culminó con la consideración de ser el más importante analista literario del país y que mantuvo hasta su muerte.
En 1904 comenzó a utilizar el gracianiano seudónimo de Andrenio que, sin embargo, no sustituyó a su firma, pues con ambos nombres solía firmar sus trabajos.
Su primer libro como tal, Letras e ideas, una recopilación de artículos de prensa, apareció en 1905. En 1911 ingresó en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, de la que llegó a ser vicepresidente primero. Muy notorio en la vida de Gómez de Baquero fue su evolución ideológica, pues de sus posiciones conservadoras juveniles avanzó hasta actitudes muy liberales y progresistas. Como conservador hay que destacar su candidatura a diputado por Getafe representando al grupo de Antonio Maura, en 1914, escaño que no consiguió. En 1918 rompió formalmente sus relaciones con los conservadores e ingresó en el Partido Liberal, acomodado en la facción de la izquierda liberal de Santiago Alba. Estos cambios ideológicos afectaron a su labor periodística, pues en 1922, tras treinta y cinco años de colaboración, abandonó el diario La Época y dio inicio a su participación en los diarios liberales de izquierda El Sol y La Voz, donde se mantuvo hasta su fallecimiento. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue uno de los intelectuales opuestos al régimen, firmando manifiestos, participando en actos de protesta, escribiendo en favor de escritores disidentes (como Unamuno y Valle-Inclán) y atacando a los defensores del Directorio. Por estas razones, sufrió con cierta frecuencia la censura en sus artículos.
En 1925 fue elegido miembro de la Real Academia Española, desde donde promocionó a los intelectuales más valiosos de su tiempo, de lo que es ejemplo la campaña que culminó con la elección de Ramón Pérez de Ayala en 1928.
Aunque es autor de una amplísima lista de trabajos periodísticos y ensayísticos (más de cinco mil), lo cual supuso que colaboró en docenas de periódicos y revistas de España y América, casi siempre lo hizo de manera esporádica, salvo en un muy reducido núcleo de publicaciones a las que se mantuvo especialmente fiel: La Época (entre 1887 y 1922), La España Moderna (1895-1910), El Imparcial (1901-1916), Nuevo Mundo (1907-1921), La Esfera (1915-1927), El Sol (1922-1929) y La Voz (1922-1929), además del diario barcelonés La Vanguardia (1909-1929). Fue fundador y presidente del PEN Club de España. En 1929 el gran proyecto editorial de la Compañía Ibero-Americana de Publicaciones pretendió convertirlo en su autor estrella, para lo que proyectó la edición de sus obras completas preparadas por el propio autor. Pero, cuando se produjo su defunción, sólo había logrado publicar dos volúmenes y dejar preparado un tercero.
Aunque fue eminentemente crítico literario y ensayista, también practicó, sin especial fortuna, la creación literaria a través del género que más le preocupó e interesó: la narrativa.
Obras de ~: La nueva teosofía, Madrid, Ricardo Fe, 1891; con E. Delgado, Organización de la hacienda, Madrid, Imprenta Hijos de M. G. Hernández, 1904; Letras e ideas, Barcelona, Heinrich y Cía., 1905; Aspectos (Diálogos filosóficos y comentarios de costumbres), París, Ollendorf, 1909; Escenas de la vida moderna (Cuentos y diálogos), Madrid, Mundo Latino, 1913; Las fuentes del derecho en la presente crisis jurídica, Madrid, Academia de Jurisprudencia, 1916; Soldados y paisajes de Italia, Madrid, Viuda de Pueyo, 1918; Novelas y novelistas, Madrid, Calleja, 1918; El sentido moderno del Quijote, Castellón, Instituto General y Técnico, 1920; El talismán de Napoleón (Un episodio de Santa Helena), Madrid, Prensa Gráfica, 1922 (col. La Novela Semanal, n.º 47); El valor de amar (Cuentos), Madrid, Calpe, 1922; El seguro de invalidez en Italia, Barcelona, Conferencia de Enfermedad, Invalidez y Maternidad, 1922; El colapso de la opinión liberal española, Madrid, 1922; Cartas a Amaranta, Madrid, Imprenta Ciudad Lineal, 1924 (col. Cuadernos Literarios); El renacimiento de la novela española en el siglo xix, Madrid, Mundo Latino, 1924; El triunfo de la novela. Discurso leído ante la Real Academia Española en la recepción pública de D. ~ el 21 de junio de 1925, contestación de R. Menéndez Pidal, Madrid, Real Academia Española, Tipografía de la Revista de Archivos, 1925; La perfecta casada, Madrid, 1926 (col. La Novela de Hoy, n.º 7); De Gallardo a Unamuno, Madrid, Espasa Calpe, 1926; Pirandello y Compañía, Madrid, Mundo Latino, c. 1928; Nacionalismo e hispanismo y otros ensayos, Madrid, Historia Nueva, 1928; Gandolin o en maleficio del miedo, Madrid, Atlántida, 1929 (col. La Novela de Hoy, n.º 346); Guignol, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones (CIAP)-Renacimiento, 1929; Pen Club. Los poetas, Madrid, CIAP-Renacimiento, 1929; Menéndez Pelayo, historiador y crítico de la novela, en Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo, XI (1929); Lessing y Laocoonte, Madrid, Centro de Cooperación Intelectual Germano-Español, 1929; Novelas y cuentos, Madrid, CIAP-Renacimiento, 1930.
Bibl.: R. Menéndez Pidal, [“Contestación”] a E. Gómez de Baquero, El triunfo de la novela. Discurso leído ante la Real Academia Española [...], op. cit.; “Don Eduardo Gómez de Baquero” (necrología), en Boletín de la Real Academia Española, t. XVI, cuad. LXXX (diciembre de 1929), págs. I- VII; E. de Zuleta, “Eduardo Gómez de Baquero, Andrenio”, en Historia de la crítica española contemporánea, Madrid, Gredos, 1966, págs. 147- 161; C. R. Guzmán, La crítica literaria de Eduardo Gómez de Baquero y el mundo literario de su tiempo, New York, The City University, 1977; A. W. Ashhurst, “Eduardo Gómez de Baquero (Andrenio)”, en La literatura hispanoamericana en la crítica española, Madrid, Gredos, 1980, págs. 315-327; R. Asún, “A la inmensa mayoría: La crítica literaria de Eduardo Gómez de Baquero, Andrenio”, en Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo, LVII (1981), págs. 295-360; J. M. Pérez Carrera, Andrenio. Gómez de Baquero y la crítica literaria de su época, Madrid, Turner-Ayuntamiento de Madrid, 1991; A. Zamora Vicente, Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, págs. 137-138; M.ª C. Alerm, “La actividad literaria de Valle- Inclán en su época: Las crónicas de Eduardo Gómez de Baquero (Andrenio)”, en Cuadrante. Revista de Estudios Valleinclanianos e Históricos, 6 (2003), págs. 89-107; J. Serrano Alonso, El arte del elogio. Eduardo Gómez de Baquero, “Andrenio”, lector ideal de Ramón del Valle-Inclán, Villanueva de Arosa (Pontevedra), Asociación Amigos de Valle-Inclán, 2004.
Javier Serrano Alonso
