Zarandona Valentín, Francisco. Valladolid, 1868 – 28.VI.1915. Diputado, escritor y abogado.
Nacido en el seno de una familia que había ocupado cargos importantes en el tribunal de la Real Chancillería de Valladolid, además de en otros órganos de la administración de la justicia. Estudió en el Instituto provincial de Segunda Enseñanza de Valladolid, asistiendo a las clases de prestigiosos catedráticos, muchos de ellos pertenecientes a la línea pedagógica del institucionismo, como Ricardo Macías Picavea, José Muro ó Antolín Burrieza. Prosiguió su formación en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, los estudios más importantes de una sociedad burguesa. Al mismo tiempo destacó como escritor y poeta, como periodista y colaborador en publicaciones de un notable peso cultural. Redactor en empresas efímeras como La Ilustración de Valladolid (1886), Bocaccio (1886), El Salón (1887) ó Revista Castellana (1890), esta última bajo la dirección de Benito Zurita Nieto y colaborando junto a las principales plumas de la región. En el periódico satírico El Diablo (1886), Zarandona se asoció al nombre de Mariano Martín Fernández, siendo ambos los pilares básicos de la redacción. Igualmente, se integraron en la propia del diario republicano La Libertad, junto con otros poetas y jóvenes escritores, bajo la dirección de Macías Picavea y de otros catedráticos y políticos republicanos como el mencionado Burrieza. Junto con Martín Fernández, Zarandona pasó también por la redacción de El Eco de Castilla o por la del posibilista La Opinión, cuando fue dirigido hasta 1893 por el mencionado Martín Fernández. Precisamente, Zarandona fue el último director, hasta su cierre en 1905, del republicano La Libertad, en los días en que no gozaba del mismo prestigio que en los tiempos de Macías Picavea. Formó parte, también, de la redacción de El Norte de Castilla.
Como poeta, Zarandona destacó por la combinación de la melancolía y la tragedia, con elementos irónicos y satíricos, en la configuración de sus obras. Su repertorio en verso fue recogido en tres libros, entregados a la imprenta con los títulos de La esclava, La sirena y Versos para mujeres. Alcanzó gran prestigio como abogado en Valladolid, lo que le valió para ser nombrado decano honorario de su Colegio de Abogados. Contrajo matrimonio con Pilar Silió Cortés, hermana del líder de los conservadores vallisoletanos César Silió, el cual influyó notablemente en su carrera política.
Ésta había comenzado en las filas del gamacismo, siendo concejal del Ayuntamiento de Valladolid y teniente alcalde del mismo. A la muerte de Germán Gamazo, se integró en las filas del partido conservador, colaborando en la campaña política a través de su labor publicística, apoyando los proyectos de reforma de la Administración Local promovidos por Antonio Maura. Defendió también el proteccionismo agrario. En 1907, era elegido diputado por el distrito de Nava del Rey, en el único momento que no obtuvo acta de diputado José María Zurita. El acuerdo establecido entre conservadores y liberales, en 1910, para no fomentar la lucha electoral en la provincia, le apartó del Parlamento, a pesar de que contaba con los apoyos suficientes como para ser elegido. El desengaño motivó su alejamiento del maurismo, concurriendo en 1914 a la candidatura ministerial-conservadora del distrito zamorano de Villalpando, en el cual derrotó al candidato maurista Ángel Osorio y Gallardo. Un año más tarde moría prematuramente, con tan sólo 47 años. Su memoria es recordada en su ciudad natal con el nombre de una calle. Su compañero de estudios en el Instituto, Juan Agapito y Revilla, le recuerda en su libro sobre las calles de Valladolid: “poeta excelente, escribió poco; orador reposado, de palabra correcta […] era persona muy afable y simpática. De él tengo muy buenos recuerdos, pues juntos hicimos la segunda enseñanza” (1937: 178).
Obras de ~: La esclava. Leyenda, Valladolid, Hijos de J. Pastor, 1888; La sirena (poema), 1890; Versos para mujeres, 1893; La educación nacional: conferencia pronunciada en el Círculo de la Unión Mercantil, Industrial y Agrícola de Valladolid, el 17 de febrero de 1900, Valladolid, Imprenta Castellana, 1900.
Bibl.: N. Alonso Cortés, Antología de Poetas vallisoletanos modernos, Valladolid, Viuda de Montero, 1914; J. Agapito y Revilla, Las Calles de Valladolid, Valladolid, Casa Martín, 1937, pág. 178; J. A. Cano García, El poder político en Valladolid durante la Restauración: la figura de César Silió, Valladolid, Universidad, 1994; P. Carasa (dir.), Élites castellanas de la Restauración. Diccionario biográfico de parlamentarios castellanos y leoneses (1876-1923), Valladolid, Junta de Castilla y León - Consejería Educación y Cultura, 1997; J. Burrieza Sánchez, “Un catedrático en los Institutos decimonónicos españoles: Antolín Burrieza Bratos”, en Cátedra Nova, 6 (diciembre 1997), págs. 169-202.
Javier Burrieza Sánchez