Alfaro y Martínez, José María. Valladolid, 1856 – Burgos, 11.V.1911. Político y abogado.
Licenciado en Derecho Civil y Canónico por la Universidad de Valladolid, se doctoró en Civil y Canónico, entre 1874 y 1876, en Madrid, en la Universidad Central, con una tesis titulada: Preferencia entre el régimen dotal y el de gananciales. ¿Son compatibles? En 1878 abrió un bufete en Burgos, que pronto se convirtió en uno de los más prestigiosos de la ciudad.
Llegó a ser decano del Colegio de Abogados y estuvo en los Consejos de Administración del Banco de Burgos, constituido en 1900 y de El Porvenir, una de las dos empresas eléctricas que se crean en la ciudad a principios de siglo.
Consiguió hacerse con un escaño parlamentario sin tener vínculos de parentesco con otros parlamentarios, caso bastante excepcional en la provincia de Burgos, pues la mayoría de sus representantes hicieron carrera apoyándose en sus relaciones familiares. Como es muy frecuente en estos casos, el trampolín de José María Alfaro fue la Diputación Provincial, en la que representó al distrito de Salas-Lerma desde 1887 hasta 1903. Adscrito a la facción gamacista de los liberales, encabezada en Burgos por Lorenzo Alonso Martínez, en 1901 formó parte del nutrido grupo de políticos burgaleses que, con la disidencia de Gamazo, se pasaron al partido conservador. Representando ya a esta formación política, en 1903 supo aprovechar un momento propicio y ganar las elecciones en Miranda, un distrito que hasta entonces siempre había escapado al control de la elite política burgalesa. Feudo durante muchos años del general Salcedo Anguiano, su último ocupante había sido otro cunero, el bilbaíno Eduardo Aznar Tutor, que acababa de fallecer. Alfaro se aprovechó de ese “vacío” coyuntural, utilizando las influencias tejidas desde la diputación y desde su despacho de abogado y gastando todo lo preciso para ganar. Tras esa primera victoria, conseguiría retener el distrito hasta su muerte durante tres elecciones más, rompiendo el turno liberal en los comicios de 1905 y 1910, algo poco común en lo que fue el panorama electoral burgalés de la Restauración.
Monopolizó así la representación del distrito de Miranda de Ebro durante cuatro legislaturas, desde 1903 hasta su muerte en 1911.
Como casi todos los seguidores de Gamazo, trató de aparecer ante la opinión pública no como un político, sino como un representante de los “verdaderos intereses de Castilla”, que para este grupo no podían ser otros que los del proteccionismo. Desde su cargo de diputado provincial participó así en el movimiento de protesta que sacudió la región en los años ochenta.
Luego, en el parlamento, sus intervenciones estuvieron orientadas por esa misma inquietud.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Universidades, 3548, exp. 10; P. Carasa (dir.), Elites castellanas de la Restauración. Diccionario biográfico de parlamentarios castellanos y leoneses (1876- 1923), Valladolid, Junta de Castilla y León, 1997.
Antonio Fernández Sancha