Valdivielso, José de. Toledo, XI.1565 – Madrid, 12.VI.1638. Poeta y dramaturgo.
Era hijo de Jerónimo de Valdivielso y de Isabel de la Fuente, familia artesana, y era uno de los muchos hijos del matrimonio; sin embargo, consiguió realizar estudios universitarios: fue maestro probablemente en Artes y por la Universidad de su ciudad al menos desde 1585, fecha en que se encuentra un poema suyo con esta especificación. Pronto concibió la idea de hacerse clérigo, recibió órdenes menores antes de 1589, en 1591 era titular de unas capellanías en Santa María Magdalena y se ordenó de misa en 1592; un año más tarde era capellán mozárabe de la Catedral. Canónigo extravagante en la Santa Iglesia de Toledo en 1594, en 1596 era clérigo mayordomo del Monasterio de la Reina (Nuestra Señora de la Visitación) y capellán desde 1598 de las Capellanías de Cosme Sánchez de Espinosa en el Monasterio de Santa Fe; el mismo año era cura mozárabe de San Torcaz (Toledo), de donde tomó posesión en 1599. También ese año fue elegido como promotor fiscal de Toledo, cargo del que se exoneró poco tiempo después, y en 1601 formaba parte del Cabildo de Curas y Beneficiados de la ciudad. Hasta ahora no se sabía exactamente cuándo recibió el nombramiento como capellán del poderoso cardenal Sandoval y Rojas, pero se deduce que tuvo que ser en 1605, fecha en que como presbítero que era, se declaró ya “criado del Ilustrísimo de Toledo”. Una carrera, como se ve, jalonada por el éxito, pero que tal vez catapultaría la composición de la Vida de San José (1604), que obtuvo un extraordinario éxito en su siglo, y la buena acogida de sus autos sacramentales, que desde finales del XVI representaba con éxito.
Se ha delineado su figura como llena de bondad y camaradería, pero no se puede obviar que, por esos años, el maestro Valdivielso se enfrentó a personas importantes en su ciudad, como por ejemplo el clérigo Lorenzo de Frías, que le disputó una capellanía en 1590, o el licenciado Juan Bautista Cameno, que se opuso a él en la capellanía mozárabe, obteniendo el único voto de Tomás Borja (Actas capitulares, 30 de junio de 1593). Todavía más grave fue la querella que Cameno le dirigió a Valdivielso y otros capellanes “latinos” por ocupar capellanías reservadas a los “mozárabes”.
Lo cierto es que, por esos años, Valdivielso participó de la brillante corte literaria toledana que Lope de Vega, entonces residente en la ciudad, mantuvo junto con otros ingenios también amigos de Valdivielso: Baltasar Elisio de Medinilla, Martín Chacón, Gaspar de Barrionuevo, Alonso Palomino y otros poetas que cultivan el verso y participan en academias como la de Fuensalida o en justas literarias como la convocada con motivo del nacimiento de Felipe IV (1605), que se imprimió en Toledo en ese mismo año. Indudablemente, Pisa y Alonso de Villegas fueron también compañeros y amigos. Valdivielso fue aprobante de buen número de libros de sus contemporáneos, entre otros los de Lope o Cervantes, de quien se especula que tal vez también fuera amigo, acaso por la cercanía de sus poderosos mecenas.
El hecho de que Valdivielso fuera nombrado capellán del cardenal Sandoval y Rojas le hace residir esporádicamente en la Corte entre 1608 y 1612, aunque los fuertes vínculos también profesionales que tenía con Toledo le obligasen a volver a menudo. Parece que hasta 1611 era bastante frecuente su presencia en la Ciudad Imperial, pero decreció a partir de ese momento. Había comenzado su etapa de residencia en la Corte, que después sería ya continuada. En 1612 publicó su Romancero espiritual, que también conoció un éxito importante, y pronto pasó a ser censor de libros. En 1616 era secretario del certamen literario con motivo de la consagración de la capilla de la Virgen del Sagrario en la Catedral de Toledo. Dos años más tarde, murió el cardenal Sandoval, pero seguramente Valdivielso siguiera ostentando su cargo de capellán con el nuevo cardenal, el infante don Fernando, porque en 1623 figura en una de sus obras como “capellán de su alteza”. Un año antes había impreso también sus Doce autos sacramentales y dos comedias divinas. En 1630 imprimió sus Elogios al Santísimo Sacramento y su vida debió de transcurrir entre las aprobaciones de libros, su oficio eclesiástico y el cultivo de amigos como Lope de Vega, a quien ayudó a bien morir en 1635, según su discípulo Montalbán. Muy poco después, el 12 de junio de 1630 falleció el propio Valdivielso, que fue enterrado en la parroquia madrileña de San Sebastián.
Obras de ~: Vida, excelencias y muerte del glorioso patriarca y esposo de Nuestra Señora San Josef, Toledo, Pedro Rodríguez, 1604; Primera parte del Romancero espiritual, Toledo, Viuda de Pedro Rodríguez, 1612; (Romancero espiritual en gracia de los esclavos del Santísimo Sacramento para cantar cuando se muestre descubierto, pról. de Rvdo. P. M. Mir, Madrid, Imprenta de D. A. Pérez Dubrul, 1880; Romancero espiritual, ed., intr. y notas de J. M. Aguirre, Madrid, Espasa Calpe, 1984); Sagrario de Toledo, Madrid, Luis Sánchez, 1616; Doce autos sacramentales y dos comedias divinas, Toledo, Juan Ruiz, 1622; Exposición parafrástica, Madrid, Viuda de Alonso Martín, 1623; Elogios al Santísimo Sacramento, Madrid, Imprenta del Reino, 1630; Teatro completo, ed. y notas de R. Arias y Arias y P. V. Piluso, Madrid, Isla, 1976.
Bibl.: M. Mir, “Prólogo”, en J. de Valvidielso, Romancero espiritual..., op. cit.; Á. Vegue y Goldoni, “El maestro Joseph de Valdivielso y su romancero espiritual”, en Temas de arte y literatura, Madrid, Imprenta Iris, 1928, págs. 89-95; J. M. Aguirre, José de Valdivielso y la poesía religiosa tradicional, Toledo, Diputación Provincial, 1965; J. Sánchez Romeralo, El maestro José de Valdivielso, tesis doctoral, Madrid, Universidad Central, 1967; L. M.ª Herrán, “El maestro José de Valdivielso y su poema ‘Vida, excelencias y muerte del glorioso patriarca y esposo de Nuestra Señora San Josef ’”, en San José en el siglo XVII (Actas del Tercer Simposio Internacional), Valladolid, Centro Español de Investigaciones Josefinas, 1981, págs. 421-488; J. M. Aguirre, “Introducción”, en J. de Valvidielso, Romancero espiritual, op. cit.; A. Madroñal, “La primera edición de la Vida de San José del maestro Valdivielso”, en Revista de Filología Española, 82 (2002), págs. 273-294.
Abraham Madroñal Durán