Gómez de Tejada y de los Reyes, Cosme. Bachiller Constancio. Toledo, 26.IX.1593 – Talavera de la Reina (Toledo), 2.XII.1648. Humanista, poeta, historiador.
Hijo de Juan Gómez de los Reyes, doctor en Medicina por Salamanca, y de Susana de Villafranca, nació Cosme en Toledo, aunque pronto él y su familia se trasladaron a vivir a Talavera. No cabe duda del origen judeoconverso de su ascendencia, porque el mismo Gómez de Tejada se quejó en diversas ocasiones de las trabas que encontraban los descendientes de judíos a la hora de conseguir puestos en la Administración o la Iglesia. Cosme era hermano de padre de otro Gómez de Tejada, Francisco, que sería regidor perpetuo y teniente de corregidor del Ayuntamiento talaverano. El padre de ambos había vuelto a casar, en 1606, con Isabel de Pantoja y Vozmediano, sin duda muy bien emparentada con familias pudientes de la villa.
Estudió Cosme con los jesuitas de la villa de Oropesa, seguramente a partir de 1600. Después completó su formación en el colegio de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, donde figuraba en 1612, y se licenció en Artes por Alcalá en 1613, pero el 12 de noviembre de 1615 figuraba en la Universidad salmantina matriculado en cuarto año de Teología; en esa Universidad —según propia confesión— tuvo como maestro al famoso humanista Baltasar de Céspedes. Se licenciaría en 1616, pues justamente en unos poemas con que colaboró en el certamen toledano de ese año hacía constar su título de licenciado. Muy poco después, en 1618, se encontraba en Talavera como vecino y en 1627 figuraba como capellán de las monjas bernardas de la villa, oficio que tendría hasta el final de sus días. Fue también patrono del convento de San Ildefonso y beneficiado de la iglesia parroquial de Santa Leocadia en la misma villa y perteneció como tal al Cabildo de curas y beneficiados de ella.
Como hombre ilustrado y culto, el Ayuntamiento de su ciudad le tuvo en cuenta para todo lo relacionado con la cultura y le encargó la redacción de varias obras de tipo histórico. También la ermita del Prado contó con su asesoramiento en lo que se refiere a diversas decoraciones cerámicas que tuvieron lugar a principios de siglo XVII. Cosme Gómez murió de forma inesperada el 2 de diciembre de 1648 por un “grande aprieto de garganta”, según recoge su partida de defunción.
Gómez de Tejada es sobre todo conocido por su obra León prodigioso (1636), conjunto de apólogos en que se plantea temas muy diversos, algunos relacionados con la literatura. El autor se posicionó contra la corriente de los cultos y, como tal, satirizaba a éstos en las páginas de su obra, pero ésta es también un tratado moral. La segunda parte se publicó póstumamente en 1673 y no tiene demasiada relación con la primera, aunque es de suponer que sus editores aprovecharan el éxito de la misma poniéndole ese título. También después de su muerte se publicaron El filósofo (1650), que tiene que ver con cuestiones de filosofía natural y moral, y un conjunto de poemas y cuatro autos alegóricos que se tituló Nochebuena (1661). Dejó manuscrita una importante Historia de Talavera, que empezó a redactar por encargo del Ayuntamiento, en 1647, y que quedaría interrumpida por su muerte. La completó fray Alonso de Ajofrín en 1651, pero la obra no llegó a imprimirse. Cuenta entre sus muchos aciertos el haberse ocupado por vez primera del autor de la Celestina, Fernando de Rojas, que aparece entre los historiadores de la villa como hijo ilustre de la misma. Escribió, además, un librito titulado Relación de las inundaciones de Talavera, que parece que fue impreso o estuvo a punto de serlo, pero se ha perdido, aunque consta su existencia al menos hasta el siglo XIX.
Se ha especulado con la influencia de Gómez de Tejada en el Criticón, de Gracián, aunque el jesuita no cite nunca esta fuente. Lo que es indudable, sin embargo, es que el autor de finales del XVII, Francisco de Santos, plagió descaradamente una parte del León prodigioso en una obra suya que llevó por título El rey gallo y discursos de la hormiga (1671).
Gómez de Tejada escribió también comedias, pero no se conserva ninguna; sólo se sabe que una de ellas, que vendió al autor Fernán Sánchez de Vargas en 1619, se titulaba La bella mejicana y amar contra fortuna. También fue amigo de participar en justas y celebraciones poéticas, con versos de contenido religioso; así, encontramos su primera colaboración como del “bachiller Constancio” en la Floresta espiritual de Fernández Navarro (1613), que recoge los poemas del certamen toledano por la beatificación de Ignacio de Loyola (1610); también participó en la justa toledana de 1616, la celebrada con motivo de la traslación de Nuestra Señora del Sagrario y en el Certamen poético de Minerva, celebrado en Talavera en 1631. En todos ellos se conservan poemas firmados por él, bien sea con su nombre o con el seudónimo que se ha citado.
Obras de ~: La bella mejicana y amar contra fortuna, 1619 (desapar.); Relación de las inundaciones, 1626 (desapar.); León prodigioso. Apología moral entretenida y provechosa a las buenas costumbres, trato virtuoso y político, Madrid, Francisco Martínez, 1636; Historia de Talavera, antigua Élbora de los carpetanos, 1647-1648 (ms.); El filósofo, ocupación de nobles y discretos contra la cortesana ociosidad: sobre los libros del cielo y mundo, meteoros, parnos naturales, ethica, economía, política de Aristóteles y esfera de Sacro Bosco, Madrid, Domingo García y Morrás, 1650 (ed. Valencia, Universidad, 1997); Nochebuena, autos al nacimiento del hijo de Dios, Madrid, Pablo de Val, 1661 (incluye cuatro autos: Triunfo de la virtud, El soldado, Adivina quién te dio e Inocencia y Malicia); Segunda parte de León prodigioso. Entendimiento y Verdad, amantes filosóficos [...], Alcalá, Francisco García Fernández, 1673.
Bibl.: E. Alarcos García, “El licenciado Cosme Gómez de Tejada y de los Reyes y el culteranismo”, en Castilla, II (1945); B. Periñán, “El León prodigioso y una raposa anticulterana: crítica literaria en el siglo XVII”, en Studi Ispanici, 1976, págs. 153-170; A. Madroñal, “Vida y obra del licenciado Cosme Gómez de Tejada y de los Reyes (1593-1648)”, en Revista de Filología Española, LXXI (1993), págs. 287-316; J. González Rovira, La novela bizantina de la Edad de Oro, Madrid, Gredos, 1996.
Abraham Madroñal Durán