Ayuda

Francisco López de Aguilar

Biografía

López de Aguilar, Francisco. Madrid, f. s. xvi – 6.VI.1665. Humanista, poeta, dramaturgo.

Nada se sabe de los primeros años de Francisco López de Aguilar. Se tienen noticias de que su padre fue Asensio López, abogado de los Consejos de Su Majestad, conocido jurisconsulto a quien alude Cristóbal Suárez de Figueroa en su Plaza universal de todas ciencias y artes. Su madre fue Francisca de Aguilar. Tanto Álvarez Baena como Juan Agustín López Morán dan también noticias sobre López de Aguilar. Francisco contrajo nupcias con Ana Espínola. El 4 de noviembre de 1624 ésta otorgó poder a su madre, Francisca de Paz, para cobrar la parte que le correspondía de la herencia de su padre. Posiblemente López de Aguilar estudió en la Universidad de Alcalá o Salamanca. A juzgar por la sátira que empieza “Al honrado don Francisco”, que publicó Joaquín de Entrambasaguas, y que atribuye a Torres Rámila, el autor de la Spongiae, se le acusa de maltratar a su esposa y a los residentes de su casa: “Al honrado don Francisco / con su López de Aguilar, / el don le pueden rapar, / y el fran y dejalle el çisco”. El final confirma la amistad de López de Aguilar con Lope de Vega: “Y si Lopillo no loa / estos versos que le aplico, / yo imprimiré el villancico / que os compuso Figueroa”.

En 1607 López de Aguilar cedió al monasterio de San Jerónimo el Real de Madrid el cobro de un juro para pagar una memoria dejada allí por su padre. Quedó viudo en fecha que se ignora y se ordenó de sacerdote en 1634. El 22 de septiembre del mismo año ingresó en la Congregación del Apóstol San Pedro, de sacerdotes naturales de Madrid. Y en 1637 fue elegido secretario de gobierno y consiliario de dicha Congregación, recibiendo el hábito de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, en la que profesó en abril de 1639. Fue elegido caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén. Sus honras fúnebres tuvieron lugar en la parroquia de San Pedro el Real a costa de la Congregación de sacerdotes naturales de Madrid.

Se destaca su gran amistad con Lope de Vega. Éste le dedicó dos sonetos incluidos en las Rimas humanas y divinas de Tomé de Burguillos. Uno de ellos, “Das en decir, Francisco, y yo lo niego, / que nadie sabe griego en toda España”, va dirigido contra los rebuscados cultismos de los seguidores de Luis de Góngora. También le dedica Lope la comedia La villana de Getafe, que incluye en la Parte XIV de comedias. Y lo elogia en el Laurel de Apolo: “Y si tengo deseo / de ver uno grande y virtuoso empleo, / que puede enrojecerte, / en don Francisco de Aguilar advierte / tan varia erudición / tan grave estudio”. Lo ensalza previamente en la epístola IX titulada “El jardín de Lope” (vv. 364-366), que incluye en La Filomena, y le dedicó la “Epístola nona” incluida en La Circe. López de Aguilar firmó el prólogo de La Dorotea de Lope. La encabeza un breve opúsculo cuyo epígrafe reza: “Al teatro de don Francisco López de Aguilar”, que forma parte de los preliminares. López de Aguilar firmó la licencia para su impresión. Con Juan Izquierdo de Piña, Juan Pérez de Montalbán y José de Valdivielso formó parte del grupo en defensa de Lope de Vega en la controversia literaria que tuvo como fruto la publicación de la Expostulatio Spongiae. Esta apasionada defensa de la comedia nueva, que fundó Lope, fue la respuesta al libelo satírico de la Spongiae, atribuido al gramático Torres Rámila.

A López de Aguilar alude Luis de Góngora en un soneto atribuible. Observa en el primer terceto: “Si os faltare la casa de los locos, / no os falta Aguilar, a cuyo canto / salta Pan, Venus baila y Baco entona”. Mantuvo una buena relación con Francisco de Quevedo y con Tomás Tamayo de Vargas, el famoso comentarista de Garcilaso. A éste le proporcionó, según documenta Joaquín de Entrambasaguas, versos de Garcilaso para la edición que sacó en 1622. Lope de Vega destacó en el Laurel de Apolo la gran dedicación de López de Aguilar al estudio: “Sobre los libros yace / desde que el Fénix sol muriendo nace”, y a los libros. De hecho, en 1620 vendió dos partes de su biblioteca a Pedro Pablo Bogia, librero residente en Madrid. En una obligación suya, que data del 26 de enero de 1611, se comprometía a pagar 360 reales a Guillermo Bichou, mercader de libros francés, por el precio de unos libros que le había comprado. Por carta de Lope de Vega dirigida al duque de Sessa, con fecha de febrero de 1620 (n.º 115), se sabe que el Fénix lo recomienda al duque para un negocio con que deseaba favorecer a un tal don Alonso. Consta su amistad con Lope en los preliminares del Laurel de Apolo: “Algunas personas, de las que en este panegírico celebra su autor, me remetieron el deseo de hacerle agradecidos elogios, y conociendo yo por muchos años su amistad, la aversión que tiene a todo género de alabanzas, por obedecerlos y disculparme con él, remetí las mías a un moderado número de las ajenas”. Eran amigos de lecturas comunes. En carta al duque de Sessa, que firmó entre mayo y junio de 1630, le comentaba Lope sobre la reciente lectura del folleto El Chitón de las tarabillas (1630) de Francisco de Quevedo: “Leyomele una tarde Francisco de Aguilar en un coche en el río”. Escrito por encargo del conde-duque de Olivares, va dirigido contra Mateo de Lisón y Viedma, procurador de Granada y autor de varios memoriales en donde critica las medidas económicas y políticas llevadas a cabo por el conde-duque. El libelo fue retirado por la Inquisición en mayo del mismo año. Un dístico escrito en latín de López de Aguilar va al frentre de la Parte XIX de comedias de Lope. Juan A. de Zulueta escribió a finales del siglo pasado sobre el origen converso de López de Aguilar. Cayetano Alberto de la Barrera, siguiendo el catálogo de Nicolás Antonio y el de Álvarez Baena, cita varias obras inéditas, entre ellas Los amores de Ismene, El juicio de París, Vida de Augusto César y una Tradución de la obra de Pausanias.

 

Bibl.: P. Torres Rámila, Expostulatio Spongiae, Madrid, 1618 (ed. en M. Newels, Los géneros dramáticos en las poéticas del Siglo de Oro, Londres, Támesis, 1974, págs. 183-191); L. de Vega, La Villana de Getafe. Parte XIV de las comedias de Lope de Vega Carpio, Madrid, 1620 (ed. de J. M. Díez Borque, Madrid, Orígenes, 1990, págs. 63-68); Lope de Vega, La Filomena, Madrid, Alonso Martín, 1621 (ed. en Obras completas. Poesía, vol. IV, ed. de A. Carreño, Madrid, Biblioteca Castro, 2003, págs. 256-273); T. Tamayo de Vargas (ed.), Garcilaso de la Vega [...], Madrid, Luis Sánchez, 1622; Lope de Vega, Parte XIX de las comedias de Lope de Vega, Madrid, Juan González, 1624, fol. 3v.; La Circe, Madrid, Alonso Martín, 1624 (ed. en Obras completas. Poesía, vol. IV, ed. de A. Carreño, Madrid, Fundación Castro, 2003, págs. 741-747); C. Suárez de Figueroa, Plaza universal de todas ciencias y artes, Perpiñán, Luis Roure, 1629; Lope de Vega, Laurel de Apolo, Madrid, Juan González, 1630 (ed. en Obras completas. Poesía, vol. V, ed. A. Carreño, Madrid, Biblioteca Castro, 2004, págs. 439-646); La Dorotea, Madrid, Imprenta del Reino, 1632 [ed. de Edwin S. Morby, Madrid Castalia, 1968 (2.a ed. rev.), págs. 50-55 y 58]; Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos, Madrid, Imprenta del Reino, 1634 (ed. de A. Carreño, Salamanca, Ediciones Almar, Biblioteca Hispánica, 2002, págs. 207 y 244-245); J. Pérez de Montalbán, Fama póstuma a la vida y muerte del doctor frey Lope Félix de Vega Carpio y elogios panegiricos a la inmortalidad de su nombre, Madrid, Imprenta del Reino, 1636 (ed. de E. di Pastena, Pisa, Edizioni ETS, 2001, pág. 20); N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova, vol. I, Madrid, Imprenta del Reino, 1783, pág. 437b; J. A. Álvarez y Baena, Hijos de Madrid, ilustres en santidad, dignidades, armas, ciencias y artes, II, Madrid, B. Cano, 1789- 1791, pág. 186; J. Agustín López Morón, Noticia de todos los señores individuos que han compuesto la [...] Congregación del Apóstol San Pedro, de presbíteros seculares naturales de Madrid desde su fundación hasta fin del año de 1808 (inéd.) (en Archivo de la Congregación, I, fol. 303); C. Alberto de la Barrera, Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, Madrid, M. Rivadeneyra, 1869, págs. 6-7; Nueva biografía de Lope de Vega, en Obras completas de Lope de Vega, vol. I, Madrid, Real Academia Española, 1890, pág. 303; M. Artigas, Catálogo de los manuscritos de la Biblioteca Menéndez y Pelayo, Santander, Talleres Tipográficos J. Martínez, 1930, pág. 217, grabado n.º 3; J. de Entrambasaguas, “Una guerra literaria del Siglo de Oro. Lope de Vega y los preceptistas aristotélicos”, en Estudios sobre Lope de Vega, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1946, págs. 253-262; J. Simón Díaz, Bibliografía de la literatura hispánica, vol. IV, Madrid, Gustavo Gili, 1950-1976, pág. 490; L. de Góngora, Obras completas, ed. de J. Millé y Giménez e I. Millé y Giménez, Madrid, Aguilar, 1972, págs. 555-556; Th. E. Case, Las dedicatorias de Partes XIII-XX de Lope de Vega, Chapel, Hill, University of North Carolina, 1975, págs. 80-81 y 91-93; J. A. de Zulueta, El doctor Ascensio López, Madrid, Colegio de Abogados, 1980; Lope de Vega, Cartas, ed. de N. Marín, Madrid, Castalia, 1985, págs. 239 y 282-284.

 

Antonio Carreño