Arbieto, Plácido. La Coruña, c. 1592 – Madrid, 1664. Doctor en Teología por la Universidad de Salamanca, maestro y abad cisterciense (Ocist.).
Ingresó a los quince años en el monasterio de Sobrado de los Monjes, donde recibió el hábito de manos de fray Atanasio Corriero en 1607. “Salió muy aventajado en letras. Leyó philosophía en el collegio de Meyra y la Theología en Alcalá con singular aplauso y admiración de los Doctos Maestros de aquella universidad. Graduose de doctor en la Universidad de Santiago. Fue abad de Sobrado (1644- 1647). Dio dieciséis hábitos, y después fue abad de Meira, en donde tradujo en Romance los Annales de Manrique; y asimismo redujo a compendio la vida de la Venerable Anna de Jesús, la cual el Ilmo. Manrique escribió esparcida en sus Obras, y assi este excelente maestro, movido de singular y maravillosa humildad, quiso más ilustrar y extender obras ajenas que dar a luz las propias. También consiguió de Inocencio X en el año de 1645 que el monje archivero de Sobrado fuera perpetuamente Notario Apostólico”. Se dice que murió en Madrid y cuando se abrió su sepulcro en el siglo xviii, se halló incorrupto su cadáver.
Este resumen biográfico, recogido por Carbajo —principal historiador de Sobrado—, puede ampliarse con algunos datos más que ofrece el tumbo del colegio de San Bernardo de Alcalá, donde se dice que era muy espiritual, “gobernando muchas almas que trataban de veras de espíritu, y de servir a N. Señor con grande acierto, y no le puede tener quien no fuese muy experimentado”.
Ocupó la sede de Santa Ana de Madrid el trienio 1656-1659. Al quedar libre de los importantes cargos en que le ocupó la religión, le encomendaron la revisión a fondo de las definiciones y los usos de la congregación de Castilla, con objeto de que los monjes tuvieran a mano un vademécum en el que encontraran detalladas las principales observancias que se estaban imponiendo o adaptando continuamente. Fue un excelente servicio dejado como herencia a sus hermanos.
Se añade en el tumbo del colegio de Alcalá —y lo recoge Muñiz— que la congregación le encargó que imprimiera su Curso de Artes, “para que aprendiesen su doctrina todos los religiosos, que comenzasen estos estudios y fuesen sus discípulos”. No se tiene noticia de que se publicaran, pero el hecho de encargarle tal cometido, honra no poco a este ilustre monje.
Obras de ~: Epítome de la vida de la Venerable Madre Ana de Jesús, discípula de Santa Teresa, Salamanca, Francisco Reales, 1642; A. Manrique, Anales cistercienses, trad. del lat. por ~, s. f. (desapar.).
Bibl.: M. Carbajo, Historia de Sobrado de Mauricio Carbajo, s. l., s. f., fol. 390 (ms.); A. Manrique, Cisterciensium seu verius ecclesiasticorum Annalium a condito Cistercio, IV. Comp.
Observantiae Castellae, Lugduni, sumpt. Haered. G. Boissat & Laurentii Anisson, 1642; C. Visch, Biblioteca scriptorum Ord. Cist., Cologne, 1656, pág. 281; N. Antonio, Bibliotheca Hispana nova sive Hispanorum, vol. II, Roma, Nicolai Angeli, 1672, pág. 255 (trad. de G. de Andrés y M. Matilla Martínez, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999); R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense Española, Burgos, José Navas, 1793, pág. 32; R. Thrile, [“Arbieto, Plácido”], en R. Aigrain, U. Rouziès, A. Baudrillart y P. Richard (dirs.), Dictionnaire d’histoire et de Géographie Ecclésiastiques, vol. III, Paris, Letouzey et Ané, 1924, cols. 1.459-1.460; “Tumbo de san Bernardo de Alcalá”, en Cistercium (1951), pág. 73; VV. AA., Gran Enciclopedia Gallega, vol. II, Santiago de Compostela, Silverio Cañada, 1974, pág. 151; E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des Auteurs Cisterciens, vol. I, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St-Rémy, 1975, pág. 51.
Damián Yañez Neira, OCSO