Alarcón, Benito de. Belmonte (Cuenca), s. m. s. xvi – Moreruela (Zamora), p. m. s. xvii. Monje cisterciense (OCist.), abad, procurador general, teólogo, místico, orador sagrado y jurista.
No hay datos concretos sobre los principales pasos de su vida. Sólo se sabe que ingresó y recibió el hábito en el monasterio de Moreruela, habiendo descollado por un ingenio perspicaz que le llevó a prestar grandes servicios a la Orden, como escritor y gozar fama de haber sido uno de los oradores más afamados de su tiempo.
Dada su buena preparación cultural, unida a sus costumbres ejemplares, atrajo las miradas de sus hermanos, que le elevarían a la sede abacial de Moreruela, que gobernó con notable acierto en torno a 1620.
La buena reputación mostrada en el desempeño del cargo abacial hizo que poco después apareciera ejerciendo el mismo ministerio en el monasterio de Valdediós (Asturias). Su dinamismo y destreza en el desarrollo de los asuntos legislativos movió a los padres capitulares a elegirle procurador general de la Congregación ante la Real Chancillería de Valladolid, en la cual todos los monasterios tenían de continuo litigios pendientes, relacionados con los bienes temporales, y necesitaban una persona experimentada que se encargara de resolverlos. Ninguna más apta encontraron que fray Benito, quien cumplió su cometido con una competencia singular.
Fuera de estos trabajos en favor de la Orden, su ocupación constante era la predicación de la palabra de Dios en los púlpitos más concurridos de la capital vallisoletana, y en los distintos pueblos a los que era llamado, sobre todo en las fiestas principales. También dedicó una atención especial al cultivo de la pluma, dejándonos obras de gran valor como el Teatro de virtudes.
Con anterioridad a ésta preparó la traducción de Sermones de Adviento y Cuaresma del Doctor Diego de Payva y Andrade, que él mismo confiesa, en el prefacio al primer tomo, pretender continuar: “Bien quisiera, dice, dar a la estampa todo el teatro junto, pero aunque pudiera con poco más trabajo por tenerlo en borrador muy adelante [...]. Luego daré el segundo, y iré continuando hasta cumplir las siete Virtudes”. Sin embargo, respecto a esta oferta, no hay noticia de que haya salido a luz más que el primer tomo. Obras de ~: Sermones de Adviento y Cuaresma del Doctor Diego de Payva y Andrade, traducidos de lengua Portuguesa en Castellano, y de nuevo añadidos y ilustrados los pensamientos del Autor, y acabados muchos sermones que no estaban en su original, trad. de ~, Madrid, Luis Sánchez, 1617; Teatro de virtudes.
Primera parte de la Virtud de la Fe. Tratase en estilo predicable copiosamente de esta Virtud, mostrando que cosa sea Fe, su división, su necesidad, su excelencia, y sus maravillosos efectos, muy provechoso para personas especialmente que tratan de virtud y perfección, Valladolid, Viuda de Francisco Fernández de Córdoba, 1622.
Bibl.: B. Mendoza, Synopsis Monasteriorum Congregationis Castellae, s. f. (Biblioteca del Monasterio de San Isidro de Dueñas, ms., pág. 124); C. Visch, Biblioteca scriptorum Ord. Cist., Cologne, 1656, pág. 34; N. Antonio, Bibliotheca Hispana nova sive Hispanorum [...], Roma, Nicolai Angeli, 1672 (trad. de G. de Andrés y M. Matilla Martínez, vol. I, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999, pág. 206); R. Muñiz, Biblioteca cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, pág. 9; R. Trilhe [“Alarcón, Benito”], en A. Baudrillart, A. Vogt y U. Rouzies (dirs.), Dictionnaire d’Histoire et de Géographie Ecclésiastiques, vol. I, Paris, Letouzey et Ané, 1912, col. 1339; E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des Auteurs Cisterciens, vol. I, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St-Rémy, 1975, pág. 23; A. Linage Conde, El Monacato en España e Hispanoamérica, Salamanca, Instituto de Historia de la Teología Española, 1977, pág. 338; M. de la Granja, Estudio histórico sobre [...] Moreruela, Zamora, 1990, pág. 107.
Damián Yáñez Neira, OCSO
Alarcón, Benito de. Belmonte, (Cuenca), s. m. s. XVI – Moreruela (Zamora), p. m. s. XVII. Monje cisterciense (OCist.), abad, procurador general, teólogo, místico, orador sagrado y jurista.
No hay datos concretos sobre los principales pasos de su vida. Sólo se sabe que ingresó y recibió el hábito en el monasterio de Moreruela, habiendo descollado por un ingenio perspicaz que le llevó a prestar grandes servicios a la orden, como escritor y gozar fama de haber sido uno de los oradores más afamados de su tiempo. Dada su buena preparación cultural unida a sus costumbres ejemplares, atrajo las miradas de sus hermanos, que le elevarían a la sede abacial de Moreruela, que gobernó con notable acierto en torno a 1620.
La buena reputación mostrada en el desempeño del cargo abacial, hizo que poco después apareciera ejerciendo el mismo ministerio en el monasterio de Valdediós (Asturias). Su dinamismo y destreza en el desarrollo de los asuntos legislativos, movió a los padres capitulares a elegirle procurador general de la Congregación ante la Real Chancillería de Valladolid, en la cual todos los monasterios tenían de continuo litigios pendientes, relacionados con los bienes temporales, y necesitaban una persona experimentada que se encargara de resolverlos. Ninguna más apta encontraron que fray Benito, quien cumplió su cometido con una competencia singular. Fuera de estos trabajos en favor de la orden, su ocupación constante era la predicación de la palabra de Dios en los púlpitos más concurridos de la capital vallisoletana, y en los distintos pueblos a los que era llamado, sobre todo en las fiestas principales. También dedicó una atención especial al cultivo de la pluma, dejándonos obras de gran valor como el Teatro de virtudes. Con anterioridad a está preparó la traducción de Sermones de Adviento y Cuaresma del Doctor Diego de Payva y Andrade que el mismo confiesa, en el prefacio al primer tomo, pretender continuarla: «Bien quisiera, dice, dar a la estampa todo el teatro junto, pero aunque pudiera con poco más trabajo por tenerlo en borrador muy adelante [...]. Luego daré el segundo, y iré continuando hasta cumplir las siete Virtudes». Sin embargo, respecto a esta oferta, no hay noticia de que haya salido a luz más que el primer tomo.
Obras de ~: Sermones de Adviento y Cuaresma del Doctor Diego de Payva y Andrade, traducidos de lengua Portuguesa en Castellano, y de nuevo añadidos y ilustrados los pensamientos del Autor, y acabados muchos sermones que no estaban en su original, trad. de ~, Madrid, Luis Sánchez, 1617; Teatro de virtudes. Primera parte de la Virtud de la Fe. Tratase en estilo predicable copiosamente de esta Virtud, mostrando que cosa sea Fe, su división, su necesidad, su excelencia, y sus maravillosos efecto, muy provechoso para personas especialmente que tratan de virtud y perfección, Valladolid, Viuda de Francisco Fernández de Córdoba, 1622.
Bibl.: B. Mendoza, Synopsis Monasteriorum Congregationis Castellae, s. f., Biblioteca Del Monasterio de San Isidro de Dueñas, (ms.) pág. 124; C. Visch, Biblioteca scriptorum Ord. Cist., Cologne, 1656, pág. 34; N. Antonio, Bibliotheca Hispana nova sive Hispanorum [...], Roma, Nicolai Angeli, 1672 (trad. de G. de Andrés y M. Matilla Martínez, t. I, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999, pág. 206); R. Muñiz, Biblioteca cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, pág. 9; R. Trilhe [“Alarcón, Benito”], en A. Baudrillart, A. Vogt y U. Rouzies (dirs.), Dictionnaire d´Histoire et de Géographie Ecclésiastiques, vol. I, Paris, Letouzey et Ané, 1912, col. 1339; E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des Auteurs Cisterciens, vol. I, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St-Rémy, 1975, pág. 23; A. Linage Conde, El Monacato en España e Hispanoamérica, Salamanca, Instituto de Historia de la Teología Española, 1977, pág. 338; M. de la Granja, Estudio histórico sobre [...] Moreruela, Zamora, 1990, pág. 107.
Damián Yáñez Neira, OCSO
