Becerra, Basilio. Grajal de la Ribera (León), m. s. XVI – Alcalá de Henares (Madrid), 1577. Monje cisterciense (OCist.), teólogo, exégeta y catedrático de la Universidad Complutense (Madrid).
Ingresó muy joven en el monasterio de Nogales (León) y recibió el hábito monástico en 1564 de manos del abad fray Alonso Ruiz. Coincidió su ingreso con el despliegue espectacular que se inició en este monasterio, al sobresalir sus monjes en el terreno cultural, desde que el insigne fray Cipriano de la Huerga elevó los estudios a una altura que jamás se había conocido y tal vez no tenga par en el Císter ni en España ni fuera. Fray Basilio, dotado de ingenio despejado, logró asimilar las enseñanzas de tan buenos maestros, y consiguió una formación monástico-científica que le haría brillar entre los grandes maestros de su tiempo.
Fue uno de los primeros y grandes doctores que salieron de la universidad Complutense, sobresaliendo de manera especial en el campo escriturístico, en el que tanto había descollado su maestro Cipriano de la Huerga, monje del mismo monasterio. No bien hubo acabado la carrera eclesiástica, los superiores le destinaron a regentar las cátedras, con la esperanza de que lograría sacar buenos discípulos, pero poco tiempo pudo impartir sus enseñanzas, por haberle sorprendido una muerte prematura, cuando se hallaba en plena juventud y comenzaba a dar sus mejores frutos.
“Falleció siendo lector de teología en el Colegio de Alcalá, cuia temprana muerte lloró la religión y en particular aquella escuela, por haber perdido en él un singularísimo y raro ingenio.” Después de su muerte, se halló escrito, entre otras cosas, un erudito tratado sobre el Maestro de las Sentencias, según refiere Villalpando. Parece que esta obra fue a parar a manos de fray Fermín de Ibero, monje de Nogales, quien habiendo sido promovido más tarde a la abadía perpetua de Fitero (Navarra), cuando se dirigió a ella a tomar posesión de dicho cargo, llevó consigo multitud de obras manuscritas de la biblioteca de Nogales, entre ellas las de fray Cipriano de la Huerga —y ésta de fray Basilio Becerra—.
A su fallecimiento en 1612, fue un monje de Nogales a recogerlas, pero se encontró con que esas obras o las habían sustraído, o tal vez las escondieron los monjes de aquella casa para que no volvieran a Nogales, convencidos de la riqueza de su contenido.
Parece que se han perdido, o por lo menos no se ha logrado dar con ellas, a pesar del dinamismo e interés desplegados hace pocos años por el catedrático Gaspar Morocho Gayo y el grupo de expertos que colaboran con él en esta meritoria tarea de intentar recuperar las obras del padre Huerga.
La muerte de este monje en plena juventud, cuando comenzaba a figurar en las altas esferas de la Orden, fue una verdadera pérdida para las letras españolas, por la capacidad demostrada en el poco tiempo que estuvo impartiendo enseñanza en las cátedras.
Obras de ~: Tractatus supra Magistrum Sententiarum, s. l., s. f.
Bibl.: N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova [...], t. II, Matriti, Apud Joachimum de Ibarra-Apud viduam et heredes Joachimi de Ibarra, pág. 251; R. Muñiz, Biblioteca cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, pág. 44; D. Yañez Neira, “La cultura en los monasterios leoneses”, en Archivos Leoneses (AL), 1971, pág. 112; E. Manning, E. Brouette y A. Dimier (dirs.), Dictionnaire des auteurs cisterciennes, Rochefort, 1975, pág. 97; [Anónimo], [“Basilio Becerra”], en AL, 78 (1985), págs. 319-320, y en Tierras de León, 89-90 (1993).
Damián Yáñez Neira, OCSO