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Diego de Colmenares

Biografía

Colmenares, Diego de. Segovia, 26.VII.1586 – 29.I.1651. Sacerdote e historiador.

Diego de Colmenares nació en Segovia en 1586, del segundo matrimonio del carpintero Hernando de Colmenares con Juana Bautista de Peñalosa; fue el séptimo de los ocho hijos habidos por Hernando de Colmenares.

Diego realizó sus primeros estudios en el colegio de dominicos del Monasterio de la Santa Cruz de Segovia, de donde pasó a Salamanca en 1601, con quince años, para iniciar en aquella Universidad los estudios canónicos. La dedicación de Diego de Colmenares a la Iglesia no suponía una novedad en su familia, pues sus hermanos Fernando y Francisco habían optado antes que él por la carrera eclesiástica. En 1606, Colmenares obtuvo el grado de bachiller en la Universidad salmantina.

Más tarde completó su formación académica alcanzando la licenciatura, pero se desconoce el centro universitario en el que cursó esos estudios.

El 9 de enero de 1611, con veinticuatro años, el licenciado Colmenares cantó su primera misa en la iglesia de San Esteban de Segovia. El nuevo sacerdote sólo tuvo que esperar unos meses para obtener su primer beneficio eclesiástico, el curato de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción en el pueblo de Valdesimonte, perteneciente a la misma diócesis segoviana.

Allí se acredita documentalmente su estancia entre diciembre de 1611 y febrero de 1617. Siendo todavía cura de Valdesimonte, Diego de Colmenares opositó sin éxito al beneficio curado de la Iglesia de San Justo y San Pastor de Segovia. Mejor resultado obtuvo en su segundo y definitivo intento de trasladarse a su ciudad natal, y así, el 17 de julio de 1617, a punto de cumplir los treinta y un años, tomó posesión del curato de la Iglesia de San Juan. Este destino supuso el último ascenso en la modesta carrera eclesiástica de Colmenares, que permaneció al frente de esta parroquia segoviana hasta su fallecimiento.

Durante más de tres décadas desempeñó con dedicación y eficacia la rectoría de la Iglesia de San Juan.

En los libros parroquiales quedaron reflejados sus esfuerzos por reparar la iglesia, su interés porque los feligreses recibieran una correcta atención espiritual, o su celo porque no se perdieran las rentas que correspondían al templo. Con el paso de los años, Colmenares obtuvo el reconocimiento de los otros párrocos de la ciudad, y así llegó a ser designado abad de la Congregación de Nuestra Señora de la Fuencisla y San Pedro, que agrupaba a los curas y beneficiados de la ciudad de Segovia.

Cuando en 1617 Diego de Colmenares regresó definitivamente a Segovia, su vida había alcanzado una estabilidad personal que no sufriría ya contratiempos de importancia. Esta circunstancia le permitió desarrollar a partir de entonces sus inquietudes históricas y literarias, bien patentes en la notable biblioteca que fue reuniendo a lo largo de los años y cuyo valor en el momento de su fallecimiento supuso casi la mitad de todos sus bienes.

En el año 1609, en la historia de San Frutos que fray Juan de Orche imprimió bajo el seudónimo de Lorenzo Calvete, encontramos una de las primeras poesías de Colmenares, dos octavas dedicadas al autor del libro. Diego de Colmenares escribió poesías tanto en castellano como en latín, insertas plenamente en el contexto barroco en que fueron realizadas. Su obra poética se encuentra muy dispersa y tiene ciertamente una importancia menor. El interés de Colmenares por la literatura resulta patente en la relación de escritores segovianos que publicó por primera vez en 1637 en la segunda edición de su Historia de Segovia. En este ámbito su actuación más conocida es, sin duda, la polémica literaria que mantuvo con Lope de Vega acerca de la nueva poesía.

La actividad de Colmenares como historiador fue, sin embargo, la que le proporcionó el reconocimiento general. Como relata él mismo, en 1620 comenzó a investigar sobre la historia de su ciudad natal. Durante los años siguientes frecuentó los archivos segovianos y se desplazó a aquellos otros que pudieran contener información sobre Segovia. También realizó diversos viajes por el entorno segoviano para comprobar personalmente la veracidad de algunas referencias antiguas y para localizar restos arqueológicos.

Colmenares fue ordenando cuidadosamente todos los papeles relacionados con su investigación, las copias de documentos, la correspondencia o las anotaciones personales, para poder servirse de ellos más tarde. Toda esta documentación se conserva todavía en el Archivo de la Catedral de Segovia y permite acercarse al modo en el que el historiador realizó su trabajo.

Finalmente, en 1637 vio la luz la Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla. Este libro recogía la evolución de la ciudad desde su literaria fundación por Hércules hasta 1621, año del fallecimiento de Felipe III y del obispo segoviano Alonso Márquez de Prado. El inmediato éxito de la obra motivó que en el mismo año de 1637 se realizara una segunda edición ampliada, y todavía se imprimiera una tercera en Madrid en 1640.

La parte menos rigurosa de esta obra sobre Segovia es la dedicada a lo que hoy se consideraría la prehistoria y la edad antigua, pues las fuentes a las que Diego de Colmenares pudo acudir poco podían aportar en un momento en el que la Arqueología y el conocimiento de la antigüedad apenas comenzaban a dar sus primeros pasos. Colmenares, por el contrario, se muestra como un notable medievalista y es en este período donde despliega todo su oficio como historiador.

Por último, la narración que realiza de los acontecimientos ocurridos desde el acceso al trono de la casa de Austria en 1516 se ve condicionada en buena medida por la cercanía del historiador a los hechos, que le impidió evadirse en muchos casos de la valoración que existía en la ciudad sobre acontecimientos ciertamente conflictivos como la revuelta comunera o la actuación de la Inquisición. Además, para este período, Colmenares hubo de enfrentarse, no siempre con éxito, a la necesidad de seleccionar los temas y sucesos que debía incluir en su relato. A pesar de todo, en esta última parte de la obra su testimonio cobra un valor especial por haber sido testigo presencial de muchos de los hechos que narra.

Entre los aciertos de Colmenares al redactar su Historia de Segovia cabe destacar su recurso constante a la documentación original y el manejo de ésta con espíritu crítico y riguroso, su utilización de la bibliografía existente de un modo exhaustivo, y su intento, resuelto con desigual fortuna, de insertar la historia de la ciudad en el contexto más amplio de la del reino. Al mismo tiempo Diego Colmenares mantuvo una intensa y fructífera correspondencia científica con otros historiadores como Gil González Dávila o Alonso López de Haro, que le permitió incluir en su libro las novedades que la investigación estaba aportando en aquellos momentos.

El trabajo de Colmenares no pudo sustraerse, sin embargo, al entorno histórico y cultural en que fue redactado.

Su obra sobre Segovia aborda esencialmente los aspectos políticos y eclesiásticos de la ciudad, dejando a un lado otras cuestiones de naturaleza económica o social; la narración se desarrolla en algunas ocasiones con un espíritu más literario y dramático que histórico, y al hablar de determinadas familias o personajes, Diego Colmenares parece abandonar el rigor que lo caracteriza y propone sin ningún rubor las genealogías más pintorescas. Esta última circunstancia se hace especialmente patente en dos obritas que publicó sobre sendas familias segovianas, la de los Contreras de San Juan y la de los González de San Salvador.

Diego de Colmenares falleció en 1651, a los sesenta y cuatro años de edad, en Segovia, la ciudad que le había visto nacer y a la que había dedicado toda su existencia como eclesiástico y como historiador. Su cuerpo fue depositado en la iglesia de San Juan.

 

Obras de ~: Historia de Segovia, 1620-1637 (en Archivo de la Catedral de Segovia, sign. B-250 a 253); Aparato de la Historia de Segovia, 1620-1637 (en Archivo de la Catedral de Segovia, sign. B-360); Escrituras de la Historia de Segovia, 1620-1637 (en Biblioteca Nacional de España, sign. mss. 19.345); Escritores segovianos, 1620-1637 (en Archivo de la Catedral de Segovia, sign. B-254); Traslado de la Historia de Segovia, c. 1637 (en Archivo de la Catedral de Segovia, sign. B-366); Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla, Segovia, Diego Díez, 1637 ( Madrid, Diego Díez, 1640; Segovia, Eduardo Baeza, 1846-1847; Segovia, Imprenta de La Tierra de Segovia, 1921; Segovia, Academia de Historia y Arte de San Quirce, 1969-1975); Discurso de la nueva poesía, s. l., s. f.; Genealogía de la familia de los González que en Segovia nombran de San Salvador, s. l., s. f.; Genealogía historiada de los Contreras de San Juan en la ciudad de Segovia, s. l., s. f.; Vida del maestro fray Domingo de Soto, s. l., s. f.; D. Domino Francisco Gómez de Sandoval et Roxas, duci Lermae, marchioni Deniae, comiti Empudiae [...], s. l., s. f.

 

Bibl.: T. Baeza González, Apuntes biográficos de escritores segovianos, Segovia, Imprenta de la Viuda de Alba y Santiuste, 1877, págs. 224-248; J. de Vera, “Biografía de Diego de Colmenares. Nuevas aportaciones”, J. de Contreras y López de Ayala, marqués de Lozoya, “Colmenares y su Historia de Segovia”, M. Quintanilla, “La biblioteca de Colmenares”, “Colmenares, poeta” y “Estudios sobre Colmenares” y L. F. de Peñalosa y Contreras, “Colmenares y la genealogía”, en Estudios Segovianos, III (1951), págs. 5-115, págs. 117-126, págs. 127-136, págs. 157-158, pág. 158 y pág. 160, respect.; M. Quintanilla, “El ‘Aparato de la Historia de Segovia’ de Colmenares”, en Estudios Segovianos, XX (1968), págs. 203- 214; B. Bartolomé Herrero, “Las ‘Escrituras de la Historia de Segovia’ de Diego de Colmenares. Estudio e índice”, en Estudios Segovianos, XLIV (2001), págs. 43-81; X. Tubau, Una polémica literaria: Lope de Vega y Diego de Colmenares, Madrid- Fránkfurt, Iberoamericana-Vervuent, 2007.

 

Bonifacio Bartolomé Herrero