Torres, Gaspar de. Torres (Jaén), c. 1510 – Sevilla, 5.I.1564. Mercedario (OdeM), provincial, catedrático de Salamanca, obispo de Madauro y auxiliar de Sevilla.
Nació en Torres, cerca de Cazorla, en torno al año 1510. Así lo afirma el padre San Cecilio en ms. 3.600 de la Biblioteca Nacional. Las matrículas de Salamanca se fijan en la población más importante, y lo hacen natural de Cazorla. Pertenecía al obispado de Toledo. La Merced tenía en Cazorla un antiguo convento, que databa de mediados del siglo xv. De familia humilde, decidió ingresar en la Merced de Cazorla después de 1525, como sostiene G. Vázquez. Tuvo otro hermano mercedario, fray Baltasar de Torres, comendador de Toro (Zamora) y, más tarde, de Málaga.
Finalizado su año de noviciado y hecha la profesión en la Merced de Cazorla, se trasladó a Salamanca, donde era comendador el gran maestro fray Domingo de San Juan del Pie del Puerto, venido expresamente de la Universidad de París (1518). Fue, sin duda alguna, el principal maestro de Torres, a quien preparó para sucederle en la universidad. Al fin de sus estudios sacerdotales, y recibida la orden del presbiterado, logró su primera cátedra —si bien una de las “menores”— de Filosofía el 17 de junio de 1541. Estaba vacante por la jubilación del maestro Fernando Trizio, luego obispo de Orense y de Salamanca. Este curso era de 30.000 maravedís. Estuvo vacante seis días, y “proveyose a fray Gaspar a diez y syete de junio” (AUS: Cuentas, entre 1541-1542). Empezó con su título de bachiller; mas, pasado otro cuadrienio para lograr la cátedra vitalicia, en 1545 tomó la decisión de licenciarse en Teología, el 3 de marzo de 1546. Después de otros cuatro años de enseñanza, empezó ya a colaborar en la administración y gobierno de la universidad, como diputado, con otros veintitrés, que formaban una “comisión ejecutiva” para solucionar casos que no eran competencia del claustro.
En otoño del año 1548, ganó la cátedra de Físicos, con poco sueldo, pero de mayor categoría. La cátedra en propiedad la obtuvo el 17 de junio de 1549. Era la misma que había regentado fray Domingo del Pie del Puerto, y después el maestro Sancho. Se sentía ahora en la obligación de graduarse de maestro en Artes, para duplicar el sueldo. Lo hizo muy pronto: el 17 de agosto de 1549.
Su dedicación a la cátedra fue intensa y fructífera. Era el Colegio de la Veracruz —asegura G. Vázquez— en el siglo xv acaso el de mayor prestigio dentro de la Orden. Fue nombrado Torrres comendador, cargo que desempeñó durante veintitrés años, pues entonces eran vitalicios y compatibles con otros. Incorpora el colegio mercedario a la universidad, a petición suya el 8 de diciembre de 1549. Y todos, “unanimiter et nemine prorsus discrepante”, lo aceptaron con aplauso. Negoció asimismo con mercedarios del Nuevo Mundo ayuda económica para los estudiantes de la Merced salmantina. Logró bastante, además del dinero que venía para redenciones, finalidad de la Orden. Aparece como definidor en el capítulo toledano de 1556, y en 1559 fue elegido provincial por seis años. Se consagró al cargo con ahínco, buscando la renovación religiosa, pues la Merced figuraba como “orden no reformada”, junto con el Carmen y la Trinidad. Consagró asimismo sus energías en promover la redención de cautivos. Se hicieron dos en su provincialato: La primera, sólo Castilla, en Argel, por el padre Antonio Martínez y el padre venerable Juan Vallejo, en el año 1560. Redimen quinientos cautivos a un coste total de 40.000 escudos de oro, conseguidos de población en población por las diversas “veredas” que tenían organizadas para ello. La segunda se hizo con la provincia de Aragón: participan en ella los padres fray A. Martínez (Castilla) y el maestro Papiol (Aragón). Regresan al grao valenciano con cuatrocientos veinte liberados (Madrid, BN: Ms. 3.571).
Otro mérito a destacar en el maestro fray Gaspar de Torres es el haber creado las primeras provincias autónomas de América: Lima, Cuzco, Chile y Guatemala (1561). En protocolos de Madrid, se halla un manuscrito firmado por él respecto a la de Guatemala, con sus propias constituciones a guardar. Antes de finalizar el concilio tridentino, ya el P. Torres había reformado, a su manera, la provincia de Castilla, a la vez que redactó nuevas constituciones en base a las de 1272, con comentario teológico en castellano. No fueron promulgadas. Pero se inspirará totalmente en ellas, más tarde, su discípulo el maestro general, y catedrático insigne de Salamanca, padre Francisco Zumel. Se imprimieron en Salamanca en 1565 las de Torres; pero fue Zumel quien las reelaboró y promulgó oficialmente en 1588, con las ideas de su discípulo, a quien siempre admiró y emuló.
Finalmente, el padre Torrres fundó el primer convento de la Villa y Corte, en la actual plaza Tirso de Molina. Fue casa provincialicia y generalicia desde entonces, y el padre general dejó de residir en Barcelona para hacerlo en Madrid. La universidad, por su parte, seguía dándole nuevas responsabilidades: diputado, maestrescuela y vicecancelario. Redactó los nuevos estatutos de la universidad. El obispo de Salamanca, Pedro González de Mendoza, quiso llevarlo consigo al Concilio de Trento, pero sus ocupaciones no se lo permitieron. Pidió, eso sí, permiso para ir a Compostela, con pretexto de ganar el jubileo, para visitar a sus compañeros de Conxo (Santiago), y entrevistarse con el arzobispo Gaspar de Zúñiga, que deseaba hacerlo su auxiliar, al jubilarse. Lo que hizo el 26 de junio de 1568, mandando se proveyese la cátedra suya de Lógica Magna. Gaspar de Zúñiga fue promovido a arzobispo de Sevilla, y el padre Gaspar de Torres fue nombrado por el papa Pío V obispo titular de Madauro de África, y auxiliar de Sevilla, cuyo arzobispado va a gobernar durante catorce años, pues Zúñiga “nunca residió en su sede”. Falleció en enero de 1571. Le sucedió Cristóbal de Rojas. Fray Gaspar de Torres continuó al servicio de Sevilla como visitador y examinador, a la vez que colaboró en un par de sínodos. Debió de residir en la casa vicarial de las mercedarias de la Asunción, pues figura en sus libros, y es enterrado en su iglesia al día siguiente a su muerte, acaecida el 5 de enero de 1584. Antes había tenido la oportunidad de tratar a santa Teresa de Jesús, que se alojada en la Asunción de Sevilla, y dijo de las mercedarias “que siempre serían venerables religiosas”.
Existe la lápida en el nuevo convento, en la que aparece el nombre de obispo mercedario padre Gaspar de Torres, cuyos restos conservan con veneración.
Obras de ~: Estatutos para el buen gobierno de la Universidad de Salamanca, Salamanca, 1561; Estatutos hechos por la muy Insigne Universidad de Salamanca, 1561; Normaliza et Constitutiones sacri ordinis beatae Mariae de mercede redemptionis captivorum, Salmanticae, excudebat Mathias Gastius, 1565; Initium Ordinis Beatae Mariae de Mercede, Salmanticae, 1565; De mysteriis et cultu Santae Crucis, Salmanticae, tipys datum anno, 1565; Comentario en lengua vulgar [a] las Constituciones y ordinario de la Religion, instruyendo al religioso, lo primero hasta ser ordenado, lo segundo en otros oficios de la religion, para que entendiendo los avisos y reglas que daremos mas perfectamente se guarden las Constituciones haziendo cada religioso su oficio como es obligado, Salamanca, 1565; Dos oraciones funebres: por el Maestro Latorre y por el Maestro Olivares, s. l, s. f.; Relecciones o repeticiones, (1549-1568) (ms. en el Archivo de la Universidad de Salamanca); Sobre el derecho del rey D. Felipe II al reino de Portugal, s. l, s. f.; Epitome de las gracias, concesiones e indultos que los Sumos Ponmtifices han concedido a la Orden de la Merced, s. l, s. f.; De impedimentis Matrimonii (ms. desapar.).
Fuentes y bibl.: A. de Arques Jover (en base a Hardá, ms. en Archivo Curia Provincial de Madrid, Torres I, fols. 622r.-624r.); J. A. Garí Y Siumell, Biblioteca Mercedaria, Barcelona, Vda. de Pla, 1875, págs. 303-304; G. Vázquez, “Fray Gaspar de Torres, † 5 de enero de 1584”, en Mercedarios ilustres, Madrid, Revista Estudios, 1966, págs. 281-289; G. Placer, Bibliografía Mercedaria, II, 24, Madrid, Revista Estudios, 1968, págs. 949-951; C. Oviedo Cavada, Los Obispos Mercedarios, Santiago de Chile, Ed. Salesianos, 1981, págs. 107-108; L. Vázquez Fernández, “Cuatro documentos notariales de Fray Gaspar de Torres (1561-1563)”, en Boletín de la Provincia de Castilla, n.º 79, XXIII (1983), págs. 29-43; L. Vázquez Fernández, “El Maestro Melchor Rodríguez de Torres y Fray Gaspar de Torres en relación con Santa Teresa y San Juan de la Cruz”, en Boletín de la Provincia de Castilla, n.º 96, XXVII (1988), págs. 46-51.
Luis Vázquez Fernández, OdeM
