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Pedro Padilla

Biografía

Padilla, Pedro. Linares (Jaén), 6.I.1543 baut. – Madrid, c. 1600. Poeta, carmelita (OCarm.).

Hijo de Juan Padilla e Isabel de la Cueva, fue bautizado en la parroquia de Santa María, en Linares (Jaén), que no Linhares de Portugal, el 6 de enero de 1543. Así lo afirma Lope de Vega en el Laurel de Apolo: “Linares, arrogante justamente/ A la voz de la fama alzó la frente/ Por Pedro de Padilla:/ Padilla de aquel siglo maravilla/ En que las musas, aunque hermosas damas/ Andaban en los brazos de sus amas”.

No consta que estudiara Humanidades en Baeza, como se afirma. En 1564 se graduó de bachiller en Artes por la Universidad de Granada. En esta ciudad debió de permanecer algunos años completando su formación académica. Trabó amistad con los hombres célebres de su tiempo, Gregorio Silvestre, Luis de Berrio, Diego Hurtado de Mendoza, Gaspar Baeza, Juan Latino, Hernando de Acuña y Luis Barahona de Soto.

En 1571 aparece en la Universidad de Alcalá, matriculado en la Facultad de Teología, donde siguió también el curso 1572-1573; no hay pruebas de que adquiriera el bachillerato en esta disciplina. Aquí pudo tener un primer contacto con los carmelitas, como el propio Juan de la Cruz o el humanista Gabriel Aullón.

Se desconoce el tiempo que permaneció en Alcalá; el hecho es que en 1580 se encontraba en Madrid, donde se movía en los círculos literarios. Pudo estar también algún tiempo en Toledo y Sevilla.

Se encontraba en plena madurez humana y creativa (había publicado varias obras), cuando ingresó en la Orden del Carmen, concretamente en el Convento de Madrid, cerca de la Puerta del Sol, donde, terminado el noviciado, hizo la profesión el 16 de agosto de 1585; al parecer tenía una predisposición hacia la vida contemplativa. En la obra poética de Padilla los críticos encuentran indicios de esa tendencia y recuerdan una de las glosas que remedan las coplas de Jorge Manrique y que dice así: “Pues el bien de más valor/ por vanas sombras trocamos/ y perdemos,/ justo será que el amor/ de las cosas tras que andamos/ olvidemos./ A lo que no vence edad/ ni los casos desastrados que acaecen,/ volvamos la voluntad;/ que sin esto los estados/ empobrecen”.

La tendencia a la vida contemplativa y a la oración debió de ser causa determinante al dar este paso, que llamó poderosamente la atención de los escritores de su tiempo, incluido el propio Cervantes. Cuando en la fiesta de la Asunción, 15 de agosto de 1584, Pedro de Padilla vistió el hábito carmelita en la entonces modesta iglesia del Carmen madrileño, Cervantes le dedicó unas conocidas redondillas que comienzan y concluyen de esta manera: “Hoy el famoso Padilla/ con las muestras de su zelo/ Causa contento en el cielo/ Y en la tierra maravilla. [...]/ y ansí los cielos serenos/ verán, cuando acabarás,/ un cortesano allá más,/ Y en la tierra un sabio menos”. Bastantes años después, otros escritores se hicieron eco de este acontecimiento que no se había olvidado. Quevedo en El Buscón, publicado en 1626, alude a un mal poeta que “había comprado los gregüescos que dejó Padilla cuando se metió fraile”.

Ordenado sacerdote, quizá era ya carmelita, pasó el resto de su vida prácticamente en Madrid, dedicado al ministerio sacerdotal y al cultivo de la poesía. Murió en la capital, en torno al año 1600. Entre las obras publicadas antes de ser carmelita destaca el Thesoro de varias poesías, impreso en Madrid en 1580. Juzgado con desdén por Baltasar del Alcázar, más acertado es el juicio de Cervantes, al que inevitablemente recurren los críticos. En el escrutinio que el cura y el barbero hacen en la biblioteca de Don Quijote, dice el Barbero: “Este grande que aquí viene se intitula Tesoro de varias poesías. Como ellas no fueran tantas, fueran más estimadas menester es que este libro se escarde y limpie de algunas bajezas que entre sus grandezas tiene. Guárdese, porque su autor es amigo mío, y por respeto de otras más heroicas y levantadas obras que ha escrito”.

En cuanto a las Églogas, dice López Sedano: “Tienen el mérito de pureza y naturalidad de estilo, que no destruye enteramente el de la composición”.

Sobre el Romancero, “aparte de ser uno de los que más lo cultivaron en el siglo XVI, en la nueva impresión que se hizo en 1880 el marqués de la Fuensanta del Valle emitió el siguiente juicio: La extensión de genio es grande en el autor, el cual revela extraordinaria variedad de aptitudes; pues no sólo acierta a dar a las composiciones serias el tono conveniente, sino que también reúne delicadezas de sentimiento, epigramática malicia, intención moral y agudos chistes; preciosas cualidades que rarísimamente se encuentran juntas con igual fuerza en ingenio por grande que sea”. Quintana lo califica de “recomendable por la pureza de la dicción y fluidez de los versos”.

Acerca del Jardín espiritual afirma Gallardo “que es a veces negligente versificador, aunque en ocasiones escribe con vigor y aliento poético; encuentra poemitas bien sentidos, pero en otros peca de derramado y profuso; generalmente escribe con pureza de dicción, mas para los versos largos no tenía Padilla mucho pecho, por estar acostumbrado a las coplas castellanas en las cuales suele ser muy feliz”.

El tema de la mariología ha sido tratado por varios autores entre los que destaca el estudio del padre Pablo Garrido, quien pone de relieve su profundo amor a la Virgen, como lo acreditan estos versos del libro Grandezas y excelencias de la Virgen señora nuestra: “Y aunque es grande la fe mía,/ hermosísima zagala,/ si te dijese que iguala/ a tu beldad, mentiría./ Yo cuanto puedo te quiero,/ mas no lo que te mereces,/ y aunque en verte me enloqueces/ por enloquecerme muero./ Y no debes de cansarte/ de que me atreva a escribirte,/ pues nunca pienso pedirte,/ sino el gusto de mirarte”.

El mencionado libro Grandezas y excelencias de la Virgen constituye un tratado mariológico en el que mezcla, en difícil equilibrio y simbiosis, los conceptos teológicos de la más pura ortodoxia con la inspiración poética, como lo hiciera el carmelita, beato Bautista Mantuano, poeta latino renacentista en la famosa Parthenice mariana. Así aborda Padilla desde la poesía el misterio de la Maternidad divina: “Y de la Encarnación el raro efecto,/ que fue perfeccionar lo destruido,/ nuestra que el sello virginal perfecto,/ naciendo Cristo, no quedó ofendido;/ que quien dio da perfección a lo imperfecto/ sólo por sí no hubiera consentido/ que tanta perfección se destruyera,/ pues, faltando, de virgen no naciera”.

Erróneamente se le ha atribuido la autoría de algunas obras como Oratorio real, publicada en Madrid, 1592; Historia de la Santísima casa y devotísimo santuario de Nuestra señora De Loreto, en Madrid, 1588, y De la pasión de Cristo Nuestro Señor, obra sin documentar.

 

Obras de ~: Romance de D. Manuel, glosado por Padilla. Glosa muy graciosa. Y un villancico al cabo, Toledo, Francisco Guzmán, 1575; Thesoro de varias poesías, Madrid, Francisco Sánchez, 1580 (ed. de J. J. Labrador Herraiz y R. A. DiFranco, pról. de A. Valladares, México, Frente de Afirmación Hispanista, 2008); Églogas pastoriles, Sevilla, Andrea Pescioni, 1582; Romancero de Pedro de Padilla en el qual se contienen algunos sucessos que en la jornada de Flandes los españoles hicieron. Con otras historias y poesías diferentes, Madrid, Francisco Sánchez, 1583 (ed. de J. J. Labrador Herraiz y R. A. DiFranco, ests. de A. Rey Hazas y M. de la Campa, México, Frente de Afirmación Hispanista, A.C., 2010); Jardín espiritual, compuesto por F. P. de Padilla, Madrid, Querino Gerardo Flamenco, 1585; Ramillete de flores espirituales de Fray Pedro de Padilla, carmelita, Alcalá, 1585 (desapar.); Grandezas y excelencias de la Virgen señora nuestra, compuestas en otava rima por F. P. de Padilla, Madrid, Pedro Madrigal, 1587 (Madrid, 1808); A. Pantera, Monarchía de Christo, trad. de ~, Valladolid, Diego Fernández de Córdoba, 1590; J. Corte Real, La verdadera historia y admirable sucesso del segundo cerco de Diu [...], trad. de ~, Alcalá de Henares, Juan Gracián, 1597 (ed. de J. J. Labrador Herraiz y R. A. DiFranco, México, Frente de Liberación Hispanista, 2011); Cancionero autógrafo de Pedro Padilla: manuscrito 1579 de la Biblioteca Real de Madrid, ed. de J. J. Labrador Herraiz y R. A. DiFranco, México, Frente de Afirmación Hispanista, 2007; Cancionero de Pedro de Padilla, con algunas obras de sus amigos: Ms. 1587 de la Biblioteca Real de Madrid, pról. de S. G. Armisted, est. de J. M. Pedrosa, ed. de J. J. Labrador Herraiz y R. A. DiFranco, Moalde (Silleda, Pontevedra), J. J. Labrador, 2009.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de la Orden Carmelita, Roma, Jo. Stephani Chizzola in visitatione Hispanica 1594-1595, II, C. o. 1 (8); Miscellanea de viris illustribus et conventibus Castellae, II, castella 4.

D. Barbosa Machado, Bibliotheca Lusitana, Lisboa, 1745- 1759, 4 vols.; C. de Villiers, Bibliotheca Carmelitana, Aurelianis, 1752, 2 vols. (ed. con notas e introd. de G. Wessels, Roma, 1927); Biblioteca carmelítico lusitana, Roma, 1754; N. Antonio, Bibliotheca hispana Nova, Madrid, 1778, 2 vols. (trad. de G. Andrés y M. Matilla Martínez, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999); B. J. Gallardo, Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos, Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1863-1889, 4 vols.; C. Pérez Pastor, Bibliografía madrileña o descripción de las obras impresas en Madrid (1566-1625), Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1891-1907, 3 vols.; F. Rodríguez Marín, “Nuevos datos para las biografías de algunos escritores españoles de los siglos XVI y XVII”, en Boletín de la Real Academia Española, 5 (1918); F. Vergara Peñas, “Fray Pedro de Padilla. Uno de los primeros alumnos de la universidad de Granada”, en Boletín de la Universidad de Granada, 5 (1933), págs. 42-64; J. Fernández, Apuntes y documentos para la historia del Carmen Calzado de Madrid, Madrid, 1950; F. Smiesa, “Pedro de Padilla and Gabrielle Fiama”, en Philological Quarterly, 34 (1951), págs. 18-26; J. Moelter, Pedro de Padilla OCarm. A Carmelita Mariological Study, Rome, 1952; I. de L. Bajona Olivares, “La amistad de Cervantes con Pedro de Padilla”, en Anales Cervantinos, 5 (1955-1956), págs. 231-241; Pedro de Padilla Poeta del s. XVI, tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 1955 (inéd.); J. M. Moliner, Historia de la literatura mística en España, Burgos, El Monte Carmelo, 1961; P. M.ª Garrido, “Estudio preliminar”, en J. Montañés, Espejo de bien vivir y para ayudar a bien morir, Salamanca-Madrid, Universidad Pontificia-Fundación Universitaria Española, 1976; B. Velasco, “El Convento del Carmen de Madrid en la primera fase de su historia”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, XIV (1977), págs. 1-32; R. M. Valabek, “The excellence of dependence and dependability: The Person and the Role of Our Lady in the Poetry of Pedro de Padilla (1543-c. 1600)”, en Carmelus, 27, n.º 1 (1980), págs. 26-66; “Pedro de Padilla, O. Carm., Poetry’s contribution to Mariam devotion”, en VV. AA., De cultu mariano saeculo XVI. Acta congressus Mariologici-Mariani Intenartionalis Caesaraugustae celebrati, vol. V, Romae, 1984; J. J. Labrador Herraiz, R. A. DiFranco y L. A. Bernard, “Pedro de Padilla y los manuscritos 1579 y 1587 de la Biblioteca Real de Madrid, en Cuadernos de ALDEEU, 7 (1991), págs. 163-174; B. Velasco, Historia del Carmelo español, Roma, Institutum Carmelitanum, 1991-1994, 3 vols., págs. 176-178; J. J. Labrador Herraiz y R. A. DiFranco, “Inventario de los Mss. inéditos MP 1579 y MP 1587. El primero con poesías autógrafas de Pedro de Padilla”, en Crítica Hispánica, 14 (1992), págs. 135- 171; F. González Cerezo, “Las obras de Pedro de Padilla”, en Angélica. Revista de Literatura (Lucena), 5 (1993), págs. 75-82; A. Valladares Reguero, El poeta linarense Pedro de Padilla. Estudio bio-bibliográfico y crítico, Úbeda, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)-Centro Asociado Andrés de Valdivia, 1995; J. J. Labrador Herraiz, R. A. DiFranco y L. A. Bernard, “Entre Fray Melchor y Fray Luis. Inventario anotado del manuscrito MN 22.028 con poesías de Acuña, Cetina, Góngora, Padilla, Silvestre y otros”, en Analecta Malacitana, vol. 21, n.º 1 (1998), págs. 185-255; P. M.ª Garrido, La Virgen de la Fe. Doctrina y piedad mariana entre los carmelitas españoles de los siglos XVI y XVII, Salamanca, Sociedad Mariológica Española, 1999, págs. 93-131 y 303-328; A. Valladares Reguero, “Biografía de Pedro de Padilla”, en J. Corte Real, La verdadera historia y admirable sucesso del segundo cerco de Diu [...], op. cit., 2011, págs. 505-563.

 

Balbino Velasco Bayón, OCarm.

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