Nació en Jaén, donde hizo su profesión religiosa el año 1556. Siendo ministro (superior) del convento de Baeza, el 11 de mayo de 1579 fue nombrado redentor de cautivos; y, junto con su compañero fray Juan Gil, desde agosto de dicho año hasta 1580 recorrió muchas ciudades y pueblos de Castilla y Andalucía colectando limosnas. Compraron también algunas mercancías, como bonetes y paños, para regalos y, con su venta en Argel, sacar alguna ganancia. El 22 de mayo se embarcaron los dos, en el Grao de Valencia, hacia Argel, adonde llegaron el día 30. Comenzaron la redención el 12 de julio. A finales del mes ya habían rescatado ciento once cautivos, que decidieron enviar a España con fray Antonio de la Bella. Éste salió de Argel el 3 de agosto y dos días después estaba en Valencia. Aquí, con licencia del arzobispo san Juan de Ribera, el día 7 organizó una solemne procesión con los cautivos liberados desde el convento de Nuestra Señora del Remedio hasta la catedral. Juan Gil permaneció en Argel hasta el 12 de marzo de 1581, y pudo rescatar a otros cuarenta y dos cautivos, entre ellos, Miguel de Cervantes. El catálogo impreso de toda la redención enumera ciento ochenta y seis nombres de cautivos rescatados. [...]