Ayuda

Domingo de Valtanás

Biografía

Valtanás, Domingo de. Villanueva del Arzobispo (Jaén), 22.VII.1488 – Alcalá de los Gazules (Cádiz), 29.IX.1568. Dominico (OP), misionero, teólogo, provincial, escritor.

En sus libros desgrana los datos esenciales de su nacimiento e infancia. “Villanueva del Arzobispo, del Adelantamiento de Cazorla, donde yo nací” (Epítome, fol. 134r.). Santa María María Magdalena, “en su día nací, año de 1488” (Vita Christi, fol. 287). “San Andrés, gran abogado de pecadores y señor mío; en su iglesia fui bautizado yo y confirmado, y en ella recibí la primera vez el sacramento de la penitencia y de la eucaristía” (Exposición, fol. 1r.). La familia procedía de Baltanás, en el valle del Cerrato (Palencia) y afincó en la “Villa nueva” a raíz de la reconquista. Se conserva la casa solariega, transformada por Domingo en 1540 en convento de dominicas, con enterramiento familiar en la iglesia.

Se desconoce el nombre de los padres, pero eran de posición económica holgada. Domingo, segundón, fue a estudiar Leyes en la Universidad de Salamanca.

Y allí ingresó en los Dominicos de San Esteban, donde profesó el 28 de octubre de 1508. Diego de Deza, dominico, arzobispo de Sevilla y fundador del Colegio-Universidad de Santo Tomás, le dio plaza de “colegial perpetuo”, y juró los estatutos el 23 de marzo de 1521. Además de colegial fue hombre de confianza del fundador, y ascendió a rector en 1522.

Pero dejó pronto la cátedra, no los libros, para dedicarse a la predicación y a la fundación de conventos.

Al cambiar de actividad, pasó al Convento de San Pablo, donde aparece en los años 1524-1528. En Sevilla adquirió fama de predicador, y fue muy estimado en varias casas de la nobleza andaluza, especialmente las de los marqueses de Priego y de los duques de Béjar, que fueron sus mecenas para la fundación de numerosos conventos de frailes y monjas; de acuerdo con su hermano mayor, Pedro, convirtió la casa solariega en convento de monjas, bajo la advocación de Santa Ana, que hoy está en pie. En Baeza fundó otro de monjas, y uno muy vinculado a la Universidad bajo la advocación de Santo Domingo, que ya no existe, y que en los siglos XVI y XVII floreció en hijos ilustres, como el bibliógrafo e historiador y arqueólogo Alfonso Chacón, y el misionero e indiólogo Gregorio García. Con los donativos de los duques de Béjar fundó el Colegio de Santo Domingo, dentro del recinto de San Esteban de Salamanca, para treinta colegiales, veinte andaluces y diez castellanos; no tuvo larga existencia, pero quedó el edificio hasta finales del siglo XX, y los estatutos, firmados por Francisco de Vitoria y Domingo Soto.

Valtanás “misionó” a los moriscos de las Alpujarras, y aún proyectó expediciones de evangelización a África, que no llegaron a fraguar. Lamentablemente, a la edad de setenta y cuatro años, ingresó en la cárcel de la Inquisición sevillana, sita en el castillo de Triana, acusado y procesado por sus ideas “avanzadas” por algunas faltas personales. Ocurrió el 17 de febrero de 1561. Su prisión resonará en Sevilla, aprovechándola algunos secuaces de los “luteranizantes” para echar pasquines. Sentenciado a “abjurar de vehementi” en la sala, en presencia de doce religiosos de su misma Orden, la penosa ceremonia tuvo lugar el 25 de febrero de 1563, y de allí le enviaron al Convento de Santo Domingo de las Cinco Llagas, de Alcalá de los Gazules, lejos de Sevilla, “donde pudiera tener comunicación e inteligencia con personas de las muchas que en ella hay que tienen con él devoción”, según escriben los inquisidores el 19 de abril de 1563 al inquisidor general Fernando de Valdés. En la luminosa y silenciosa villa gaditana acabó sus días el 29 de septiembre de 1568, a la edad de ochenta años.

Valtanás fue un escritor moralista del que se conserva un copioso lote de libros, casi todos impresos en Sevilla a mediados del siglo XVI, sobre todo por el impresor Montesdoca. Muchos cajones de esos libros fueron enviados a América. Pero la presión y condena del autor eclipsaron su difusión, que se hizo noche rápidamente.

De esa producción literaria, que abarca temas de historia religiosa, tratados de moral, sermonarios, etc., destacan una Doctrina cristiana (1555), “un libro compacto, rico en interpretaciones espirituales de la Biblia, abundante en citas de los Padres y de los filósofos antiguos”, según M. Bataillon; los audaces, para su época, tratados y textos bíblicos en romance (Concordancia de muchos pasos difíciles de la divina Historia, 1555); y, sobre todo, la Apología sobre ciertas materas morales en que hay opinión (1557). Basta releer el elenco de los temas abordados para comprender los juicios valorativos que modernamente han hecho de este libro E. Asensio y P. Sainz Rodríguez: “Apología de la oración mental”, “Apología de la comunión frecuente”, “Apología cerca de los linajes”, “Apología de la Compañía de Jesús”, “Apología de la residencia de los obispos en sus iglesias”, etc.

 

Obras de ~: Manuale fratrum praedicatorum, Sevilla, 1524; Margarita confessorum, Sevilla, 1526 y 1536 (Alcalá, Brocar, 1554); Confesionario breve con el ‘Vita Christi’, Sevilla, 1526; Compendio de la Philosophia Natural de Aristóteles, Sevilla, 1547; Vita Christi, Sevilla, Montesdoca, 1554 (Alcalá de Henares, 1556); Confesionario muy cumplido, Sevilla, Sebastián Trujillo, 1555; Compendio de sentencias morales y de muchas cosas notables de la tierra de España y la Conquista y toma del reino Granada, Sevilla, Montesdoca, 1555; Epítome y sumario de la vida y excelencias de trece Patriarcas del Testamento nuevo, Sevilla, Montesdoca, 1555; Enchiridion de estados, Sevilla, Montesdoca, 1555; Concordancias de muchos pasos difíciles de la divina Historia, Sevilla, Montesdoca, 1555; Doctrina Cristiana, Sevilla, Montesdoca, 1555; Apología del maestro fray Domingo de Valtanás sobre ciertas morales en que hay opinión, Sevilla, Montesdoca, 1557 (ed. de Á. Huerga y P. Sainz Rodríguez, col. Espirituales españoles, textos 12, Barcelona, Flors, 1963); La vida y hechos admirables del real profeta David, Sevilla, Montesdoca, 1557; Flos sanctorum, Sevilla, Sebastián Trujillo, 1558; Exposición de los evangelios con sermones desde primero domingo del Adviento hasta el domingo XXV después de la Trinidad, Sevilla, Montesdoca, 1558; Paradoxas y sentencias escogidas para erudición del entendimiento y reformación de las costumbres, Sevilla, Montesdoca, 1558; Apología de la frecuentación de la comunión, Sevilla, Montesdoca, 1558 (ed. de Á. Huerga y P. Sainz Rodríguez, col. Espirituales españoles, op. cit.).

 

Bibl.: A. Lorea, Historia de la provincia de Andalucía de la Orden de Predicadores, 2.ª parte, s. l., s. f., lib. I, fol. 123r. (ms.); J. Cuervo, Historiadores del convento de San Esteban de Salamanca, t. I, Salamanca, Imprenta Católica Salmanticense, 1914; P. Sainz Rodríguez, “Una apología olvidada de san Ignacio y de la Compañía de Jesús”, en Archivum Historicum Societatis Iesu, 25 (1956), págs. 156-178 (reimpr. en P. Sainz Rodríguez, Espiritualidad española, Madrid, Rialp, 1961, págs. 187- 239); Á. Huerga, “El proceso de la Inquisición de Sevilla contra el Maestro Domingo de Valtanás”, en Boletín del Instituto de Estudios Gienenses, 5 (1958), págs. 93-140; L. Sala Balust, “Cartas inéditas del P. Mtro. Juan de Ávila y documentos relativos a fray D. de Valtánas en la Hispanic Society of América”, en Hispania Sacra, 14 (1961), págs. 155-170; K. Wagner, Martín de Montesdoca y su prensa, Sevilla, Universidad, 1982; C. I. Ramírez, “El Colegio de Santo Domingo de la Cruz, una fundación dentro del convento de San Esteban de Salamanca”, en Archivo Dominicano, 17 (1996), págs. 85-211 (“Estatutos”, págs. 201- 207); M.ª Cruz García Torralbo, Baeza conventual. El espacio conventual en el contexto urbano de Baeza en los siglos XVI y XVII, Baeza, Ayuntamiento de Baeza-Universidad de Jaén, 1998.

 

Álvaro Huerga Teruelo, OP