Costa Iscar, Mariano. A. Faciabén. Pamplona (Navarra), 26.5.1883 – Buenos Aires (Argentina), 28.VII.1966. Tipógrafo, cartero, traductor, publicista y periodista anarquista.
Identidad doble. Firmó libros y artículos como M. Costa Iscar (en el que la M. se suponía como Manuel), lo que se interpretó (e interpreta) como seudónimo de Manuel Antonio Faciabén Esquer. Los documentos indican que se trataría de dos personas, ambos carteros en Barcelona, cuya estrecha unión le llevaría a Mariano Costa Iscar a firmar su correspondencia como A. Faciabén desde que se instaló en Buenos Aires en 1923. El segundo quedó en Barcelona y continuó activo en el sindicato en los años veinte y treinta [E. París: 1932] y escribió en el boletín del cuartel Durruti en 1937.
Quienes lo conocieron —caso de J. A., D. Seijas Moure, J. Ferrer o W. Muñoz— lo presentan como un hombre de complexión fuerte, que usaba chamarra y sandalias, trabajador en Correos y con amplios conocimientos sobre literatura, filosofía y ciencias sociales, acompañado siempre de su compañera Juliette (Julieta) Hart, “pequeña, delgada y rubia”. Desde sus primeros textos (1910) denota una sólida asimilación de las ideas anarquistas. Se interesó por la enseñanza racionalista -motor del cambio social-, el teatro, el amor libre y la situación de la mujer, y el naturismo. Su singularidad reside en ser partidario temprano en España del anarquismo individualista, corriente más extendida en Francia, que aquí no arraiga hasta mediados de los veinte.
De madre vallisoletana, Mercedes, y padre gallego, médico, realizó los estudios primarios y secundarios en Pamplona hasta que entre 1901-1903, con dos hermanas (una de las cuales, Irene, fue maestra y tiene dedicada una calle en Telde, Las Palmas), fue a Barcelona, a casa de una tía; era deseo familiar que estudiase medicina, pero se inclinó por las letras. Se supone que aquí se dio su acercamiento al anarquismo, en torno al grupo 4 de Mayo y el ambiente tipográfico, además de su conocimiento del proyecto educativo de La Escuela Moderna, con cuyo mentor, Ferrer i Guardia, tuvo relación.
En 1910 se encontraba en París y desde allí envió las primeras crónicas conocidas al periódico Tierra y Libertad entre mayo de 1910 y mediados de 1912. En la Ciudad de la Luz trabajó en una pastelería y en una imprenta. A pesar de su fe en el aeroplano como eliminador de fronteras, realizó a pie el viaje de París a Madrid, según narra en un folleto (1913), ocasión que le sirvió para exponer su admiración por la naturaleza, certificar su fe en el progreso (discontinuo) y en la ciencia, afirmar su ateísmo, describir las ciudades del recorrido, disertar sobre variados asuntos y mostrar las persecuciones que sufre quien no dispone de recursos. No parece que parara demasiado en la capital de España y es probable que a fines de 1912 se asentara en Barcelona, en donde trabajará de cartero urbano, funcionario, perteneciendo al núcleo que formó el Sindicato de Carteros afecto a CNT en 1918, por lo que sufrió persecuciones.
Asentó su relación con el grupo Tierra y Libertad y se constituyó en uno de sus pilares, perteneciendo a su redacción en 1916 (con Mas Gomeri, Grau y Pestaña). En un primer momento realizó -con criterio- varias crónicas teatrales (Benavente, Dicenta, Shakespeare, Galdós, Guimerá, etc.). Se interesó después por el amor libre (en una serie de siete extensos artículos, que pretende sean el folleto Hacia el amor libre) y la influencia de la religión en la mujer, lo que desembocará en una conferencia en el Ateneo de Cultura de la Barceloneta, que verá la luz en el folleto Feminismo (1914). Al tiempo, defendió el neomaltusianismo en la revista Salud y Fuerza.
Si en el primer artículo hablaba de la enseñanza racionalista y su capacidad de cambiar la sociedad es porque lo tendrá como asunto base en su ideario; interés por los temas educativos y pedagógicos que perduró hasta su vejez. De ello también trató en colaboraciones de fuera, así en La Escuela Popular (1913-1914) de Buenos Aires o en el concurso que plantean Los Egoístas de Panamá. Como animador de proyectos educativos racionalistas, formó parte del grupo Investigación Pedagógica, que le edita Generalidades educativas (1916, ensalzada por Eleuterio Quintanilla), y fue promotor de excursiones, conferencias y escuelas. En este aspecto, tradujo y aportó un apéndice al libro de E. Hureau, La ascensión de la ciencia (1915) y a La iniciación sexual de G. M. Bessède (de 1917, de Maucci). Más adelante pertenecerá a la Liga de Educación Racionalista.
La tarea textual la completó con la oral. De 1913 a 1917 se le conocen conferencias en diversos centros de Barcelona (Sans, Pueblo Nuevo, Barceloneta, Ateneo Sindicalista, Centro Obrero, etc.) más Mataró, en las que expone su ideario y se pronuncia sobre la situación del anarquismo ante la guerra, que rechazaba rotundamente. Su capacidad quedaba clara cuando le encargaron que continuara con el Almanaque de Tierra y Libertad para 1915 al morir en noviembre Anselmo Lorenzo (extendida al de 1916). Además, intentó la creación de nuevas publicaciones, tal la revista La Idea Libre en 1917 (con Barthe, Arranz y Dionysios) y El Sembrador en 1918. Años en que integró el grupo Juventud Ácrata (con Aiguaviva y Meca), que pretendía la federación de los grupos de España. Ello se completaba con una serie de obras que ofrecía en 1918 para la editorial que lo deseara en las páginas de Tierra y Libertad y en las de Solidaridad Obrera, en la que colabora a veces desde 1914, y fue de los elegidos por este periódico, cuando se editaba en Valencia en 1919, para contestar la encuesta sobre “El proletariado y la intelectualidad española”.
Entre las personas llegadas a Barcelona a partir de 1914, huidas del país galo por la guerra mundial, se encontraba la belga Juliette Hart, nacida en Bruselas el 22 de febrero de 1894 (y muerta hacia 1980). Costa Iscar inició un grupo de apoyo a la gente refugiada y es posible que con ello conociera a Julieta, con quien se une sentimentalmente en junio de 1917. Ambos compartirán un racionalismo que les impulsó a redactar y a firmar una Declaración póstuma “en la tarde tormentosa del 14 de junio de 1957” en la que reflejaban su postura ante la muerte. El mismo pensamiento que espejeaba en el estilo depurado de Costa Iscar y le llevaba a evitar —incluso en las traducciones— términos como “alma” o “espíritu”.
Es probable que su adscripción al anarquismo individualista se produjera en Francia. Vuelto a Barcelona, recibía L’Anarchie y mantenía correspondencia con E. Armand, de quien tradujo, editó y prologó en 1916 el Anarquismo individualista. Esta familiaridad gala le llevó a relacionarse con el Grupo Internacional de Barcelona, en el que se movían Víctor Serge, Le Rétif (de quien traduce su “Juicio crítico sobre Nietzsche” en Tierra y Libertad), Gaston Leval, M. Desmoulins, etc. Más adelante, cuando ya esta corriente está más divulgada en España, lo hará patente en traducciones de Han Ryner, Elosu o Pierrot y en sus órganos de expresión: Iniciales (1929-1937), Ética (1935), Nosotros (Valencia, 1937-1938) o Al margen (Barcelona, 1937); además de mostrar su admiración por Krishnamurti en La Revista Blanca.
En 1918 figuraba como cartero del distrito 14 de Barcelona. Ya fuera de España, presentó una cesantía voluntaria en octubre de 1923. La situación de funcionario hizo que se le abriera expediente en abril de 1941, resuelto con el cese definitivo en 1942 por no haber solicitado el reingreso.
W. Muñoz [1978] facilita detalles de su paso a América. En 1920 estuvieron por París y por Bruselas, sin que encontrara un modo de vivir, por lo que decidió volver a España de polizonte (siendo detectado y encerrado dos meses en Exeter, rescatado por cuáqueros), para terminar en Vigo y La Coruña. J. Hart llegó en tren. Aquí colaboró eficazmente en la marcha de la Solidaridad Obrera gallega (con José Villaverde y Gastón Leval). A no mucho tardar viajó a Brasil, parece que también de polizonte ‒su compañera con billete, más tarde‒, y se instaló en Río de Janeiro, donde trabajó de tipógrafo durante año y medio; en el otoño de 1923 embarcó rumbo a Buenos Aires, lo que hizo Julieta el 24 de diciembre, ciudad que tomaron como asiento definitivo.
Proverbial es su concepción del naturismo, expresada especialmente en Crítica y concepto libertario del Naturismo, publicada en Buenos Aires en 1923, en el que afirma no sentirse atraído por esta corriente cuando se toma como “una simple cuestión de higiene y alimentación”, sino que tiene que ser un modo de vida que cambie las ideas morales y la organización social; al tiempo comenta que no es partidario de los exclusivismos a la hora de elegir los manjares, sino de la sobriedad. Con esta temática escribirá en Helios. El Ateneo de Divulgación Anarquista de Valencia tomará textos suyos para elaborar láminas. Igualmente, desde sus colaboraciones tempranas en Salud y Fuerza (1914), será partidario y difusor después en Argentina del neomalthusianismo.
Llegado a Buenos Aires, se relacionó con la militancia anarquista, parte de la cual provenía de España como Carpio, Planas o Muñoz y escribió en la prensa bonaerense, a tal punto que a veces se le consideraba escritor argentino. Asimismo, envió colaboraciones a los principales órganos periodísticos de tendencia anarquista en España, tal Estudios, Proa y La Revista Blanca.
Desde allí inicia una extensa relación epistolar con Han Ryner (1861-1938), que le dedica la mayoría de sus obras -a veces a Faciabén, a veces a Costa Iscar-, parte de las cuales traduce, ya en libros (Pequeño manual individualista y La sabiduría riente) ya en artículos; de ahí que figure en Cahiers des Amis dy Han Ryner. En 1931 fue coeditor de la revista Nervio, en la que estudia la obra de Eugen Relgis La Internacional Pacifista y en cuyas páginas traduce las respuestas de personalidades internacionales a la “Encuesta mundial América Europa”, caso de W. Floyd, H. Keyserling, M. Nettlau, etc. En julio de 1936 asistía a un curso sobre revoluciones impartido por V. Lille en la Escuela de Estudios Sociales y se adhiere al Gobierno republicano español.
Su correspondencia fue abundantísima. Además de los nombrados (en francés), se carteó con Pablo Casals, Florencio Escardó, Vicente Fatone, Panait Istrati, Eduardo Zamacois, etc., así como multiplicó su contacto con libertarios repartidos entre Europa y América. En ella dejó patente un cierto escepticismo con el correr del tiempo.
Sus oficios giraban en torno a la tipografía: monotipista, corrector, traductor, etc. Los 15 últimos años de vida fungió como gerente del Instituto Argentino de Artes Gráficas. Se encontraba entre los asesores de Ediciones Ariel de Buenos Aires en su creación en junio de 1949; aparecían sus trabajos en Caras y Caretas y colaboraba con E. Relgis, entonces en Montevideo, con su editorial Humanidad. Además, sus aportaciones fueron notables en la prensa del exilio libertario español, a la que también envió traducciones (caso del ingeniero M. Laroy o Hasta el alma de Ryner): Cénit, de Toulouse, Umbral, Solidaridad Obrera, con su Suplemento literario (ya desde su aparición en 1953) y Le Combat Syndicaliste, de París, y sobre todo en Tierra y Libertad, de México, incluidos los números especiales que publicaba en torno al 19 de julio en los años cincuenta.
Tras su muerte, el dibujante libertario José Planas, de acuerdo con su compañera, acogió a Julieta en su casa; ambas mujeres acudían a actos sociales y culturales. En 1977 reunieron material para publicar un libro sobre él (con prefacio de José Ángel Fernández), que enviaron a México al grupo Tierra y Libertad, pero la economía impidió su publicación.
Obras de ~: Impresiones de un viaje a pie por Francia y España, Barcelona, Tierra y Libertad, 1913; Almanaque de Tierra y Libertad para 1915, coord. de ~, Barcelona, Imprenta Germinal, 1914; El feminismo, Barcelona, Biblioteca de Tierra y Libertad, 1914; Almanaque de Tierra y Libertad para 1916, coord. de ~, Barcelona, Imprenta Germinal, 1915; E. Hureau, La ascensión de la ciencia, trad. de ~, Jerez, Biblioteca Cultura Obrera, 1915; E. Armand, El Anarquismo individualista. Lo que es, puede y vale, con prefacio y trad. de ~, Barcelona, M. Costa Iscar, 1916; Generalidades educativas, con un apéndice de Esteve Guimbernat, Barcelona, Grupo de Investigación Pedagógica, ¿1916?; G. M. Bessède, Lo que todos deberían saber, trad. de ~, Barcelona, Publicaciones de La Escuela Moderna, 1917; Crítica y concepto libertario del naturismo, Buenos Aires, Talleres Gráficos Bautista Fueyo, 1923; H. Ryner, Pequeño manual individualista, trad. de ~, Buenos Aires, Ediciones Atlas, 1928, [con introducción]; H. Ryner, La sabiduría riente, trad. de ~, Barcelona, Guilda de Amigos del Libro, 1935; M. Nettlau, La paz mundial y las condiciones de su realización, trad. de ~, Montevideo, Humanidad, 1950, [con trabajo “La Internacional Pacifista”]; con B. Cano Ruiz, La enseñanza laica ante la racionalista, México, Tierra y Libertad, 1960; Compendio de los primeros capítulos de “El Hombre y la Tierra” (ined.); Complejidad y trascendencia del problema escolar racionalista (ined.); Una interpretación del individualismo anarquista; Memorias de un íntegro (novela corta) (ined.); Propósitos de un educador [resumen de la obra de Faure] (ined.); Semblanza de Fréderic Nietzsche (ined.).
Bibl.: E. París Roca, “En legítima defensa”, en Cartas & Carteros, 54 (25 de noviembre de 1932), págs. 5-8; J. de A., “Ha muerto Costa Iscar”, en Tierra y Libertad (México, septiembre de 1966); Ferrer de Igualada, “Tributo a Manuel Costa Iscar”, en Umbral, 57 (París, 1966), pág. 8; F. Álvarez Ferreras, Epístolas de libertarios ilustres. Vicisitudes de la lucha, Calgary (Canadá), El autor, 1975; W. Muñoz, “Costa Iscar”, en Cahiers des Amis du Han Ryner, 126 (1978), págs. 21-25; F. Madrid Santos, La prensa anarquista y anarcosindicalista en España desde la I Internacional hasta el final de la guerra civil, Barcelona, Universidad Central, 1991 (en http://www.cedall.org/Documentacio/Castella/cedall203410101.htm); I. C. Soriano Jiménez, Hermoso Plaja Saló y Carmen Paredes Sans, 1889-1982. El anarquismo silencioso, tesis doctoral, Salamanca, Universidad, 2002 (en https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=389); J. M. Roselló, La vuelta a la Naturaleza, Barcelona, Virus, 2003; J. Zambrana, El anarquismo organizado en los orígenes de la CNT. “Tierra y Libertad”, 1910-1919, 2009 (en http://cedall.org/Documentacio/IHL/Tierra%20y%20Libertad%201910-1919.pdf); I. C. Soriano Jiménez y F. Madrid Santos, Bibliografía del anarquismo en España 1868-1939, Burgos, Universidad de Burgos, 2016 (en http://hdl.handle.net/10259/3993); M. Íñiguez, Enciclopedia del anarquismo ibérico, Vitoria, Asociación Isaac Puente, 2018, págs. 712-713.
Ignacio C. Soriano Jiménez