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Joaquín Ascaso Budría

Biografía

Ascaso Budría, Joaquín. Zaragoza, 5.VI.1906 – Caracas (Venezuela), 1977. Primer presidente de Aragón del siglo XX, obrero albañil y líder anarcosindicalista.

Joaquín Ascaso Budría nació en el barrio de Torrero de Zaragoza, en una familia obrera oriunda de Santa Cilia (Huesca) y Quinto de Ebro. Estudiante pobre durante la década de 1910 en las Escuelas de la Fuenclara, Joaquín Ascaso con diecisiete años cumplidos (en 1924) pasó por las dependencias policiales, instaurada ya la dictadura de Primo de Rivera. Experimentó un primer exilio de seis años en Francia y, con su vuelta a Zaragoza en 1931, se convirtió en un líder crecientemente conocido —aunque veinteañero— del sindicato de la Construcción de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT). Joaquín Ascaso y el moderado Miguel Abós coincidieron en el liderazgo de la CNT y compartieron la necesidad de una respuesta contra la puesta en práctica de las leyes laborales de Largo Caballero a propósito de una huelga del sector declarada ilegal. Dicha huelga —en el comienzo de una crisis del sector— había permitido, en el plazo de cinco semanas, que aquel poderoso sindicato de la CNT consiguiera la “semana inglesa” de cuarenta y cuatro horas, en noviembre de 1932, un precoz avance social.

En 1933, Ascaso se convirtió en líder nacional de la CNT, al trasladarse su Comité nacional —en Zaragoza, hasta 1936— y ser elegido secretario del mismo.

Con anterioridad y también en aquel mismo año, Joaquín Ascaso pasó varias veces por la cárcel, como la fatídica de Pina de Ebro o la prisión más moderna de Torrero, en la que estuvo entre febrero y diciembre de 1933, hasta el penal de Burgos en 1934. Joaquín Ascaso había sido elegido secretario del Comité nacional constituido en Zaragoza el 26 de noviembre de 1933, después de un pleno nacional de regionales de la CNT. Entre 1934 y 1935, y en medio de una tensión creciente en la sociedad aragonesa, Ascaso arrastró, sin embargo, críticas en los medios cenetistas zaragozanos; no obstante, asistió como delegado de su sindicato al congreso nacional de la CNT, celebrado en la capital los primeros días de mayo de 1936.

Trasladado a Barcelona, allí le sorprendió el golpe militar de julio de 1936, contra el que participó los días 19 y 20. Enrolado en la Columna Durruti, Ascaso pasó de Bujaraloz a Caspe, con la Segunda Columna de Ortiz, como delegado político de la misma.

Como tal participó en la reunión de delegados de pueblos y columnas, en octubre de 1936 en Bujaraloz, en la que se decidió la constitución de un órgano de gobierno regional, el Consejo de Aragón. El todavía joven Ascaso se convirtió así, entre 1936 y 1937, en el primer presidente de Aragón del siglo XX.

A sus virtudes de organizador y experto negociador se debe el haber podido asentar una iniciativa tan complicada, como la que dio origen a este organismo, que consiguió restablecer la situación administrativa y política en la región; o también, el que nuevos gestores populares se concentraran en dotar a Aragón de un proyecto de reconstitución regional y de recuperación de su personalidad histórica, preservando su autonomía.

Cuando fue disuelto por el poder central y la acción de unidades militares comunistas y catalanistas, Ascaso se había trasladado a Valencia, donde fue detenido gracias a una calumnia pintoresca. Aunque nunca fue procesado al respecto, Ascaso estuvo en la cárcel cuarenta días, hasta que fue puesto en libertad el 18 de septiembre de 1937.

Desde entonces, Joaquín Ascaso malvivió en Barcelona, hasta abril de 1938, en que se incorporó a la 24.a División, organizada entonces por su colega libertario A. Ortiz. Con la destitución de éste —y sin querer convertirse en “muertos casuales”, con balas disparadas por detrás— el 5 de julio de 1938 Ortiz, Ascaso y varios voluntarios más salieron para Francia a la que llegaron a través del puerto de Botet. Allí comenzó una nueva etapa de exilio, con nuevas detenciones —Ascaso pasó siete meses en una cárcel en Marsella—, intentos de extradición o de asesinato, a cargo de esbirros enviados desde España por enemigos políticos. Desde 1939, con la ocupación hitleriana de Francia en 1940, Ascaso vivió en la clandestinidad en París. Consiguió al fin un pasaje hacia América en 1947 para él y su compañera francesa Gisèle. Joaquín Ascaso se instaló largos años con sus dos hijas en Caracas, donde sobrevivió en empleos mal pagados hasta 1963, en que pasó a Chile. En 1967 volvió, sin mucho éxito, a Caracas, donde transcurrieron sus últimos años, trabajando, ya sexagenario, como conserje en un hotel de poca monta. Con setenta años, Joaquín Ascaso murió allí en la práctica pobreza, el 12 de marzo de 1977.

 

Obras de ~: Memorias (1936-1938): hacia un nuevo Aragón, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 2006.

 

Bibl.: J. García Oliver, El eco de los pasos, Barcelona, Ruedo Ibérico, 1978, págs. 190, 485 y 486; G. Kelsey, Anarcosindicalismo y Estado en Aragón: 1930-1938, Madrid, Fundación Salvador Seguí-Inst. Fernando el Católico, 1994, págs. 111- 113, 130, 135, 167, 181, 182, 198, 201, 230, 365, 399-402, 418, 427, 437, 442, 464, 503 y 504; A. Tellez Solá, La red de evasión del grupo Ponzán, Barcelona, Virus Editorial, 1996, págs. 38, 40, 41, 45, 46, 58, 59, 63, 171 y 250; A. Paz, Durruti, Madrid, Fundación Anselmo Lorenzo, 1996, págs. 372, 373, 381 y 611; A. R. Díez Torre, Orígenes del cambio regional y Turno del Pueblo. Aragón, 1900-1938, 2 vols., Madrid, Publcs. de la UNED y Prensas Universitarias de Zaragoza, 2003; vol. I (Confederados), págs. 83, 89, 94, 98-99, 108-110, 118, 119, 131, 211, 282-287, 291, 353, 435, 447-449 y 451, y vol. II (Solidarios), págs. 14, 16, 27, 34, 39, 53, 102, 121, 129, 132, 135-142, 153, 170-183, 188, 191-194, 197-199, 206, 209, 211-212, 214-217, 219-220, 226-229, 231-235, 237, 239, 250, 259, 262, 264-265, 269, 271-272, 274, 281, 291, 292, 328-329, 353-358, 360, 364, 374, 397, 412, 423, 430, 436-39, 459, 463-464, 467, 469-473, 475-476, 479, 481, 484, 495-496, 503 y 514; A. R. Díez Torre, “Introducción” a J. Ascaso, Memorias (1936-1938): hacia un nuevo Aragón, op. cit., VIII-LII.

 

Alejandro R. Díez Torre