Acín Aquilué, Ramón Arsenio. Huesca, 30.VIII.1888 – 6.VIII.1936. Escultor, pintor, caricaturista, profesor y político.
El enorme prestigio de que goza Ramón Acín se fundamenta tanto en su calidad artística como en el compromiso político que demostró en las diversas actividades que desarrolló. Como docente, ejerció una notable labor pedagógica relacionada con la Institución Libre de Enseñanza; como escritor, fundó algunos rotativos y colaboró con sus irónicas ilustraciones y críticos artículos en importantes diarios —El Sol de Madrid, Diario de Huesca—, incluso publicó un memorable ensayo: Las corridas de toros en 1970. Estudio para una película cómica. Y como político y sindicalista afiliado a la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), defendió el sistema democrático y los intereses altoaragoneses hasta el punto de ser fusilado.
Su pasión por la creación artística, el aspecto que aquí interesa de forma especial, data de muy antiguo, de manera que no es extraño que abandonase la licenciatura de Ciencias Químicas para comenzar su formación artística. En 1913 logró una beca de la Diputación provincial oscense para proseguir su aprendizaje y viajó por distintas ciudades españolas.
A su vuelta obtuvo una plaza de profesor de dibujo en la escuela Normal de Huesca y prosiguió con sus ilustraciones de forma constante. Entre 1915 y 1917 se instaló nuevamente en la capital española, en la que trabó amistad con importantes creadores como Gómez de la Serna, García Lorca o Buñuel, a quien en 1932 ayudó en el rodaje de Tierra sin pan. Durante esta época y hasta 1925 su pintura se caracterizó por un marcado carácter regionalista.
A partir de entonces y en especial desde que en 1926 realizó su primer viaje a París, se adentró en el llamado arte nuevo. Desplegó un amplio abanico de códigos estéticos que oscilaron entre los realismos de nuevo cuño, interpretaciones poscubistas, recursos futuristas, postulados clasicistas y una suerte de magicismo relacionado con un peculiar surrealismo.
A fines de los años veinte comenzó a esculpir con materiales pobres como la chapa de hierro y el aluminio, alumbrando piezas como El agarrotado o Las pajaritas, para las que se sirvió de recursos cubistas, que consiguieron el aplauso generalizado de la crítica española más avanzada. Por esas fechas celebró, también, sus exposiciones más significativas: en la sala Dalmau de Barcelona en 1929, en el Rincón de Goya de Zaragoza en 1930, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1931. Inmerso en este universo creativo, en 1931 se trasladó de nuevo, por imperativos políticos, a la capital francesa.
Y con la llegada de la República compuso imágenes más sugerentes y esperanzadoras relacionadas con el nuevo clasicismo. Pero, pronto, sus obras comenzaron a presagiar los grandes nubarrones que se cernían sobre España. Y como García Lorca, fue fusilado.
Ocurrió al comienzo de la Guerra Civil: el 6 de agosto de 1936. Su vida terminó dramáticamente, pero su legado se ha conservado para siempre.
Obras de ~: Escultura: El agarrotado; El Crucificado; Las pajaritas, c. 1929.
Pintura: Granada vista desde el Generalife, 1915; La feria, 1927; Un sueño en la prisión, 1929.
Bibl.: F. Alaiz, Vida y muerte de Ramón Acín, Barcelona, CNT, 1937; M. García Guatas, F. Balaguer y F. Ferrer Gimeno, La obra artigráfica de Ramón Acín: 1911-1936, Huesca, Diputación Provincial de Huesca, 1987; M. García Guatas (dir.), Ramón Acín 1888-1936, catálogo de exposición, Zaragoza, Diputación de Huesca-Diputación de Zaragoza, 1988; J. M. Bonet, “Acín, Ramón”, en Diccionario de las Vanguardias en España, 1907-1936, Madrid, Alianza Editorial, 1999, págs. 24-25; C. Lomba Serrano (comisaria), Ramón Acín, catálogo de exposición antológica, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2003; http://www.fundacionacin.org.
Concha Lomba Serrano