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Pedro Fernández de Velasco

Biografía

Fernández de Velasco, Pedro. Conde de Haro (I). ?, 1390 – Medina de Pomar (Burgos), 1470. Noble, camarero mayor, mecenas.

Miembro de uno de los más importantes linajes nobiliarios de la Baja Edad Media castellana, era hijo de Juan Fernández de Velasco, señor de Medina de Pomar y de Briviesca, y de María Solier, señora de Villalpando.

Los Velasco, cuyo punto de arranque se hallaba en los límites entre Castilla la Vieja y La Rioja, habían conseguido alcanzar uno de los más destacados puestos, tanto a nivel social como político, a raíz del establecimiento en Castilla de la dinastía de los Trastámara. Pedro Fernández de Velasco contrajo matrimonio con una dama de la alta nobleza castellana, Beatriz Manrique de Lara. Su participación en la vida política se inició en el año 1418, inmediatamente después del fallecimiento de su padre. Aunque tuvo unos comienzos francamente dudosos, finalmente Pedro Fernández de Velasco decidió apoyar al rey Juan II, que le nombró camarero mayor, y a su favorito Álvaro de Luna. Dos años más tarde, en 1420, Pedro Fernández de Velasco recibió otra nueva merced, en esta ocasión el cargo de merino mayor de Castilla. Al final de la década de los veinte, con motivo de la disputa abierta entre el rey de Castilla y los infantes de Aragón, apoyados por su hermano el monarca aragonés Alfonso V el Magnánimo, Fernández de Velasco se encargó de vigilar, desde el punto de vista militar, las fronteras con el vecino reino de Navarra.

Como premio a su colaboración con la causa regia, en el año 1429 recibió las villas de Haro y de Belorado. Un año después, en 1430, se le concedió el título de conde de Haro. De ahí deriva la expresión “buen conde de Haro”, con que habitualmente se le conoce.

En los años siguientes tuvo Fernández de Velasco alguna disputa con Álvaro de Luna, lo que explica que llegara a ser hecho prisionero, aunque al poco tiempo se le liberó. Restablecidas las paces con la Corte, el de Haro estuvo presente en la boda del príncipe Enrique, futuro rey de Castilla (Enrique IV), con la infanta Blanca de Navarra. Pero su actuación más significativa tuvo lugar unos años después, cuando se enfrentaron en la villa de Olmedo las tropas de Juan II de Castilla contra las de los infantes de Aragón, a los que apoyaban algunos magnates nobiliarios castellanos.

Pedro Fernández de Velasco estuvo del lado del rey de Castilla, por lo que salió vencedor de la contienda. Pero en los años siguientes el conde de Haro volvió a pugnar contra Álvaro de Luna, que, como es sabido, fue finalmente degollado. Tras la muerte de Juan II de Castilla, acaecida en el año 1454, Fernández de Velasco estuvo al servicio de Enrique IV. En el año 1462 se otorgó a los Velasco el título de condestable de Castilla. Pero unos años después su actitud fue un tanto ambigua, ya que llegó a mantener contactos con ciertos sectores de la nobleza que se oponían al rey castellano.

Al año siguiente del éxito militar obtenido en Olmedo por las tropas realistas, Fernández de Velasco fue premiado con la villa de Frías. Los dominios que controlaba en aquellas fechas el linaje de los Velasco eran excepcionales, pues incluían las localidades de Haro, Arnedo, Frías, Herrera de Pisuerga, Medina de Pomar, Briviesca, Salas de los Infantes, Santo Domingo de Silos, Villalpando, Cuenca de Campos y Tamarite. Por lo demás, todo parece indicar que Fernández de Velasco ejercía, asimismo, una notable influencia en la ciudad de Burgos.

El conde de Haro era hombre caracterizado por su piedad religiosa, lo que explica que llegara a fundar diversos monasterios. A él se debe también la creación, en la villa de Medina de Pomar, del Hospital de la Vera Cruz, que fue el lugar en el que falleció. Pero tampoco se debe olvidar que fue él quien elaboró un curioso y amplio texto, conocido como el Seguro de Tordesillas. Se trata de una especie de crónica, sumamente detallada, en la que da cuenta de las conversaciones mantenidas en los años finales de la década de los treinta del siglo xv por los partidos que se hallaban en interminables contiendas, y particularmente en el verano de 1439, en la villa de Tordesillas. Dicha obra, según ha puesto de relieve la profesora norteamericana Nancy F. Marino, editora del citado texto, nos ofrece una auténtica galería de los más importantes “ricoshombres” de la época de Juan II de Castilla.

Pero también se puede considerar el Seguro de Tordesillas, como un auténtico “manual de la política ceremonial de la época”, es decir, de la primera mitad del siglo xv. El sucesor de Pedro Fernández de Velasco fue su hijo primogénito, también llamado Pedro.

 

Obras de ~: Seguro de Tordesillas, Milán, Marco Tvlio Malatesta, 1611 [ed. de N. F. Marino, con el tít. El “Seguro de Tordesillas” del conde de Haro, don Pedro Fernández de Velasco, Valladolid, Universidad, Secretariado de Publicaciones, 1992 (col. Estudios de Historia Medieval, 2)].

 

Bibl.: L. Suárez Fernández, Castilla, 1350-1406, en R. Menéndez Pidal (dir.), Historia de España, t. XIV, Madrid, Espasa Calpe, 1966; N. Marino, El “Seguro de Tordesillas” del conde de Haro don Pedro Fernández de Velasco, op. cit.

 

Julio Valdeón Baruque