Recasens Girol, Sebastián. Barcelona, 15.IV.1863 – Madrid, 14.VIII.1933. Cirujano y figura fundamental en la institucionalización de la especialidad de Obstetricia y Ginecología en España.
Nacido en plena consolidación del sistema liberal, al final de la década dominada por la Unión Liberal de O’Donnell y de la Constitución de 1845, toda la formación académica de Recasens tuvo lugar en su ciudad natal: en primer lugar, allí cursó los estudios primarios y secundarios y más adelante, su formación universitaria se desarrolló en el marco de la Facultad de Medicina de Barcelona, siendo alumno interno de los hospitales Clínico y Santa Cruz y San Pablo. No existían antecedentes de profesionales médicos en la familia, que era, por otro lado, de extracción modesta, aunque tras la emigración del padre de Sebastián a Cuba, la situación económica mejoró. La temprana muerte del progenitor fue, sin embargo, un problema para que los siete hijos pudieran salir adelante, de tal modo que Sebastián tuvo que superar no pocas dificultades para proseguir sus estudios.
Fue siempre un alumno aventajado, de tal manera que obtuvo su licenciatura en 1882, antes de cumplir los veinte años, y el grado de doctor, en 1883.
La orientación que, casi desde los inicios de la carrera universitaria, le llevó a interesarse por la técnica operatoria, se incrementó en el tercer curso de la Facultad, momento en el que tuvo la suerte de contar con el que era uno de los cirujanos de mayor solidez y prestigio, Salvador Cardenal. Su curiosidad intelectual le llevó a visitar algunas clínicas europeas famosas y a perfeccionar los idiomas francés y alemán, que tan útiles le serían no sólo para la ampliación y actualización de sus conocimientos, sino también para las relaciones que lograría establecer, años más tarde, con colegas de otros países. La escasez de recursos económicos hizo que tempranamente tuviera que volver a España, ocupando interinamente una plaza de médico titular, mientras que completaba su formación de postgraduado. El título de la memoria de doctorado: De la acción fisiológica de la digital y su empleo en las enfermedades del corazón, publicada años más tarde, en 1902, indicaba una temprana vocación clínica fundamentada en las ciencias básicas.
Los primeros pasos en la profesión de este brillante alumno fueron, sin embargo, bastante complicados.
En 1884 se vinculó, como médico auxiliar, al Hospital del Sagrado Corazón de Jesús de Barcelona a cuyo frente estaba Salvador Cardenal. Los ingresos económicos eran muy escasos, de tal modo que decidió presentarse en 1885 a una plaza de médico de la Beneficencia Provincial de Gerona, desconectándose momentáneamente del brillante círculo médico barcelonés. Obtuvo la plaza citada sin dificultad pero ciertamente no era ese el tipo de trabajo al que aspiraba, por lo que intentó volver cuanto antes a su ciudad de origen. De hecho, el retraso en la vuelta se debió a una circunstancia externa, la aparición de un nuevo brote epidémico de cólera. Su nuevo puesto era importante dentro de la organización sanitaria contra la epidemia y no consideró ético abandonar en ese momento dicho lugar. Cuando remitieron los casos clínicos y el cólera comenzó a declinar, pudo volver definitivamente. Dicha vuelta a Barcelona la hizo en calidad de médico municipal, para lo cual tuvo que presentarse a la correspondiente oposición. En 1886 se presentó al concurso de médico auxiliar del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona, obteniendo el puesto número dos y el mismo año opositó, asimismo con éxito, al cuerpo médico de las Casas de Socorro de Barcelona En 1893 ingresó como cirujano en el cuerpo médico del Hospital de Niños Pobres de Barcelona (entidad benéfica fundada y dirigida por Vidal Casares) abriendo, además, una clínica privada que alcanzó gran popularidad y prestigio. Su experiencia hospitalaria de este período fue recogida, años más tarde, en 1901, en un tratado sobre cirugía infantil, un auténtico hito por la novedad de esta subespecialidad quirúrgica en el ámbito español. A principios de los años noventa, Recasens había adquirido ya una muy sólida formación y contaba con publicaciones en las que aunaba su experiencia práctica con buenas lecturas de los mejores textos europeos de cirugía y medicina, lo que le daba un nivel superior en relación con otros colegas.
Su marcha a Madrid, en 1902, obedeció a un importante cambio de rumbo en su vida profesional: se presentó y le fue concedida la Cátedra de Ginecología y Obstetricia de la Universidad Central que sería, hasta su fallecimiento, el lugar donde pudo desplegar y desarrollar su capacidad intelectual y su esfuerzo continuado en el espacio académico que había sido su meta desde su época de estudiante de medicina. La consecución de esta importante meta profesional se vio empañada, sin embargo, por un luctuoso acontecimiento personal, el fallecimiento de su mujer, a consecuencia de una infección puerperal, problema al que dedicaría, con posterioridad, no pocos de sus trabajos.
Parte de sus publicaciones responden a necesidades pedagógicas de las que fue muy consciente, sobre todo, por la ausencia de textos en castellano de obstetricia y ginecología de nivel suficiente. Su Tratado de Obstetricia tuvo, en vida del autor, hasta seis ediciones y su difusión traspasó las fronteras españolas para ser libro de texto en varios países latinoamericanos. Tuvo, además, responsabilidades académicas como decano de la Facultad de Medicina entre 1916 y 1933. No era empresa fácil la responsabilidad decanal, teniendo en cuenta las fuertes tensiones políticas existentes entre estudiantes y Administración, que fueron muy álgidas en determinados momentos dado el cariz de los acontecimientos políticos y sociales de tan dilatado período de tiempo. Todos los testimonios perciben su figura como de arbitraje y conciliación.
Fue presidente de la Sociedad Ginecológica Española y de varios congresos de la especialidad. Perteneció a la Real Academia de Medicina de Madrid, tomando posesión como miembro de número en 1906 con un interesante discurso sobre las formas de tuberculosis genital femenina; su incesante actividad en la citada institución, participando en numerosas discusiones científicas, le hizo acreedor de la presidencia de la misma entre 1928 y 1932. Participó en la fundación la Academia de Obstetricia y del órgano de expresión de la misma: Anales de la Academia de Obstetricia, Ginecología y Pediatría. También estuvo detrás de la Revista Española de Obstetricia y Ginecología, donde se puede encontrar un buen número de trabajos originales, no pocos de ellos consagrados a estudiar la aplicación terapéutica del radium y a las posibilidades diagnósticas de los rayos X. Su actividad profesional y académica, sus publicaciones y su empuje del asociacionismo profesional, hacen de Recasens, junto a Eugenio Gutiérrez y Miguel A. Fargas, el trío de médicos que puso los cimientos para la institucionalización de la especialidad ginecológicoobstétrica en España. Un hito en este proceso fue la celebración del I Congreso Español de Obstetricia, Ginecología y Pediatría, celebrado a finales de abril de 1911.
De su prestigio social valga el hecho de actuar como ginecólogo de la reina Victoria Eugenia, asistiendo al nacimiento del infante Gonzalo Manuel, sexto hijo de los reyes de España en 1914, aunque rehusó el honor de ser médico de Cámara. Algunos de sus biógrafos, como Álvarez Sierra, dice que Recasens fue “el ginecólogo de más fama de la aristocracia”. Alfonso XIII le concedió la gran cruz de Isabel la Católica en 1915.
Fue, dos años más tarde, nombrado por el gobierno Consejero de Instrucción Pública.
Un acontecimiento que fue muy importante en su trayectoria profesional fue su participación en un congreso de ginecólogos alemanes celebrado en Halle en 1913. En dicha reunión científica se dieron a conocer experiencias pioneras en la aplicación terapéutica y diagnóstica de dos aportaciones del mundo de la física: los rayos X y el radio. Es muy interesante, a este respecto, analizar su cambio de actitud terapéutica en las ginecopatías: desde una actitud intervencionista declarada con el uso de la cirugía, a su conversión a un tipo de intervención terapéutica más conservadora a partir de 1914, convirtiéndose en uno de los adalides de la utilización de la radioterapia en ginecología partiendo de la idea de que “curar no es mutilar sino conservar los órganos enfermos, restituyéndolos a la normalidad perdida”. La terapéutica se refería, de modo muy particular, a los tumores de útero. Esta campaña dio pie a que se entablaran violentas polémicas con un grupo de cirujanos encabezados por Ángel Pulido. Recasens se convirtió en el adalid de esta postura y, de hecho, sus investigaciones, que lo convirtieron en un auténtico experto, estuvieron apoyadas en los estudios que, sobre física y matemáticas, llevó a cabo en esta época ya de plena madurez para poder entender de forma más precisa estos fenómenos y aplicarlos, más tarde, a la práctica. Sobre este y otros temas fue invitado a diversas instituciones universitarias y profesionales extranjeras, especialmente argentinas y europeas, llegando a ser nombrado miembro corresponsal numerario de la Academia de Medicina de París, lo cual suponía un gran honor habida cuenta de que la citada Academia no contaba con ningún español excepto Ramón y Cajal.
Una vertiente menos conocida es su participación en política, que estuvo siempre ligada a los aspectos sanitarios. Fue nombrado senador por la cuota correspondiente a las universidades en 1923. En los años veinte, estuvo implicado en el movimiento en pro de la creación de un Ministerio de Sanidad y en charlas y mítines de educación y propaganda sanitaria en diversos ámbitos sociales como los Centros de Obreros Ferroviarios o las Escuelas Normales de Maestras. Fue un defensor convencido de la importancia de aplicar medidas eugenésicas como medio de prevenir las enfermedades hereditarias, se manifestó a favor de la creación de sistemas de seguridad social que ampararan a los obreros y la necesidad de una política sanitaria que universalizara las vacunaciones y evitara la elevada mortalidad de la infancia. En este tipo de actividades estuvo al lado de personajes como Gustavo Pittaluga, Rodríguez Carracido, César Juarros o Verdes Montenegro. El 30 de junio de 1933, poco antes de su muerte, el Consejo de Ministros acordó concederle por sus relevantes méritos, la Gran Banda de la República.
Obras de ~: Del tratamiento quirúrgico del mal de Pott, Barcelona, 1896; Notas clínicas: ventajas del éter sobre el cloroformo como anestésico general. Deformidades consecutivas al noma de la boca. Algunas observaciones de quistes dermoideos de ovario, Barcelona, 1897; Cirugía del corazón, Barcelona, 1899; Lecciones de Ginecología, 2 vols., Barcelona, 1900; Tratado de obstetricia, Barcelona, 1900 (6.ª ed., Barcelona, 1931; con posterioridad se reeditó en 1932, 1961, 1969 y 1974); “Prólogo” en R. Becerro de Bengoa, Obstetricia y Ginecología: trabajos varios. Prólogo del Excmo. Sr. Dr. Recasens y Girol, Madrid, 1901; Tratado de cirugía de la infancia, 2 vols., Barcelona, 1901-1902; De la acción fisiológica de la digital y su empleo en las afecciones de corazón, Madrid, tesis de doctorado, 1902; Estudio necrópsico y clínico del vaciamiento pélvico en el vaciamiento uterino, Madrid, 1903; “Prólogo” en R. Olshausen, Tratado de obstetricia, prólogo de S. Recasens, Madrid, 1904; Lecciones de Ginecología clínica, Madrid, 1905; Tuberculosis genital en la mujer. Discurso leído en la Real Academia de Medicina para la recepción pública del Dr. D. Sebastián Recasens el día 4 de marzo de 1906, contestación del Doctor D. José Ribera y Sans, Madrid, 1906; Quelques considerations obstetriques bases sur l’examen d’une coup sagital practiquée a una primipare morte en pleine periode d’expulsion, Madrid, 1906; Sobre el origen folicular de los quistes papilomatosos del ovario, Madrid, 1908; Lecciones clínicas de ginecología dadas en la Facultad de Medicina de Madrid. Curso de 1911 a 1912, Madrid, 1912; Ginecología general, Madrid, 1913; Concepto moderno de la intoxicación gravídica, Madrid, 1913; L’homoorganothérapie dans le traitement de quelques ginécopaties, Madrid, 1913; Nuestra experiencia personal en el tratamiento del cáncer de útero por medio del radio y mesoterio, Madrid, 1914; Necesidad de asociar la roententerapia al tratamiento por el mesoterio en el cáncer de útero, Madrid, 1915; Observaciones y estadísticas personales sobre el tratamiento del cáncer uterino por medio del radio y mesoterio, Madrid, 1915; Tratado de Ginecología, Madrid, 1918; con V. Conill, Radioterapia profunda y radiumterapia en Ginecología, Barcelona, 1918; Conferencia dada en el Ateneo de Madrid sobre política universitaria en diciembre de 1917, Madrid, 1918; Discurso leído en la solemne sesión inaugural celebrada el 15 de enero de 1922 en la Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1921; Las grandes metrorragias y su tratamiento, Madrid, 1921; Fisioterapia ginecológica, röntgenoterapia, radiumterapia, diatermia, hidroterapia, electroterapia, fototerapia y quinesiterapia, Barcelona, 1922; Contraindicaciones al tratamiento de los fibromiomas uterinos por los rayos X, Valladolid, 1922; “Prólogo en W. Stoeckel, Tratado de obstetricia. Traducido directamente de la 2.ª edición alemana por los doctores M. Montaner de la Poza y M. Montaner Toutain, con un prólogo del Dr. Sebastián Recasens, Madrid, 1924; “Prólogo”, en M. Seres Ibars, Operatoria urológica, Barcelona, 1925; “Prólogo”, en E. Opitz, Tratado de Ginecología para médicos y estudiantes [...] bajo la dirección del Dr. E. Opitz. Traducido de la quinta edición alemana por M. Montaner de la Poza y M. Montaner Totain, con un prólogo de Sebastián Recasens Girol, Barcelona, 1927 (reediciones en 1918 y 1936-1937); Naturaleza de los rayos X y sus aplicaciones médicas, Madrid, 1927; Bases biologiques de la roentgentherapie gynécologique, Madrid, 1928; “Prólogo”, en J. Vázquez Sans, Investigaciones acerca de la organogenia del neumogástrico: estudio anatomo-topográfico de los principales troncos del nervio vago en un embrión humano de 22.5 mm. Prólogo del Dr. Sebastián Recasens y Girol, Madrid, 1929; Radioterapia ginecológica. Sus fundamentos y relación con las increaciones, Madrid, 1930; El cáncer de útero, Madrid, 1931; Clínica de Obstetricia y Ginecología, curso de 1930 a 1931, Valladolid, 1931; “Innovaciones recientes en Obstetricia y Ginecología”, en S. Recasens et al., Innovaciones recientes en Medicina. Prólogo de Gonzalo R. Lafora, Madrid, 1932, págs. 11-25; La hormoorganoterapia en el tratamiento de algunas ginecopatías, Madrid, s. a. Junto a las monografías, folletos y tratados citados arriba, Recasens publicó entre 1888 y 1932 un elevado número de artículos en las siguientes revistas médicas generales y especializadas: Gaceta Médica Catalana, Archivos de Ginecopatía, Obstetricia y Pediatría, Notas clínicas, La clínica moderna, El Siglo Médico, Revista de Medicina y Cirugía Práctica, Revista de Especialidades Médicas, Revista escolar de medicina y cirugía, Anales de la Sociedad Ginecológica Española, Anales de la Real Academia de Medicina, Anales de la Academia de Obstetricia, Ginecología y Pediatría, Los Progresos de la Clínica, Asociación española para el progreso de las ciencias, Revista Española de Obstetricia y Ginecología, La medicina ibera, Anales del Instituto Madinaveitia, Gaceta Médica Española y Crónica Médica.
Bibl.: “Homenaje celebrado en honor del profesor don Sebastián Recasens en la Facultad de Medicina de Madrid”, en Revista Española de Obstetricia y Ginecología, 18 (1933), págs. 211- 244; “Víctor Conill, Sebastián Recasens y Girol”, en Medicina catalana, 4 (1935), págs. 121-122; M. Usandizaga, Historia de la Obstetricia y Ginecología en España, Santander, 1944; C. Fernández Ruiz, “En el centenario del nacimiento del profesor don Sebastián Recasens”, en Toko- Ginecología práctica, 22 (1963), págs. 214-218; J. Álvarez Sierra, Diccionario de autoridades médicas, Madrid, 1963; C. Carles, “Recasens Girol, Sebastián”, en J. M. López Piñero, Th. Glick, V.Navarro y E. Portela (eds.), Diccionario histórico de la Ciencia Moderna en España, vol. II, Barcelona, 1983, págs. 216-217; J. E. Miguel Velasco, Vida y obra de Sebastián Recasens y Girol, Madrid, Editorial de la Universidad Complutense, 1984 (memoria de doctorado dirigida por A. Albarracín Teulón); R. M.ª Medina Domenech, ¿Curar el cáncer? Los orígenes de la Radioterapia Española en el primer tercio del siglo xx, Granada, 1996.
Rosa Ballester Añón