Gutiérrez González, Eugenio. Conde de San Diego (I). Santander (Cantabria), 15.VII.1851 – Cabezón de la Sal (Cantabria), 27.VII.1914. Médico, pionero de la ginecología y puericultura en España.
Nació en Santander, en la calle de la Compañía, la que al transcurrir de los años recibiría su nombre. Se crio desde muy pequeño en Puente San Miguel (Cantabria), villa a la que estará unido a lo largo de su vida. De niño tuvo la oportunidad de conocer y admirar al célebre cirujano Diego de Argumosa (1792-1865), ya jubilado y residente en Villapresente, pueblo cercano al suyo. Argumosa, fue conocido como “Restaurador de la Cirugía Española de la mitad anterior del Siglo XIX. Gutiérrez, estudió en el Colegio de Villacarriedo de los padres Escolapios. Se licenció en Medicina por Valladolid (1873). Ejerció como médico rural en el valle de Valdaliga (Cantabria) entre 1874 y 1878. Se especializó en Obstetricia y Ginecología en París (1878), asistiendo a las clínicas de partos de Depául y su agregado Charpentier, escuchando las clases teóricas de Pajot y visitó las clínicas de Budin, Ribemont y Champertier de Ribes. También estudió las técnicas de histología normal y patológica con Ranvier, conocimientos que continuó en Madrid con el catedrático Maestre de San Juan. Años después amplió su formación con la visita a la Maternidad de Viena, dentro del Hospital General, dirigida por el profesor Breisky y Carlos Braun.
A su regreso de París, Gutiérrez, por mediación de Giner de los Ríos, conoció a Federico Rubio y Gali (1817-1902), cuando éste se disponía a hacer realidad la creación de un Instituto de Terapéutica Operatoria en Madrid. A partir de ese momento, Gutiérrez se convirtió en colaborador y continuador de la obra del cirujano gaditano. Inicialmente como histólogo, y posteriormente como jefe del servicio de Obstetricia y Partos, y a partir de los últimos años de Rubio como director del instituto.
En 1881 obtuvo el título de doctor leyendo el trabajo El vaginismo, calificado con sobresaliente. Ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina el 13 de mayo de 1893, ocupando el sillón vacante del eminente Creus y Manzo. Su discurso versó sobre:
Los límites de la cirugía en Ginecología.
Contó con el afecto y respeto de sus compañeros de profesión, así como el de la Casa Real. De hecho, por su relación y asistencia a los partos de la Casa Real, el rey Alfonso XIII le concedió el 12 de junio de 1907 la merced de conde de San Diego.
Gutiérrez González falleció a causa de una hemorragia cerebral a los sesenta y tres años de edad, mientras pasaba unos días de descanso en su finca de San Diego en Cabezón de la Sal (Cantabria), donde reposan sus restos. Su casa palacio fue donada al pueblo siendo actualmente un centro de cultura que lleva su nombre.
Su hijo Eulogio Gutiérrez Balbás sucedió en el título nobiliario y continuó su obra científica en el Instituto Rubio hasta 1936 en que desapareció, destruido por la guerra, el edificio situado en Moncloa en el lugar que años después se edificaría la Clínica de la Concepción.
Bibl.: J. Álvarez Sierra, Diccionario de autoridades Médicas, Madrid, Editora Nacional, 1963; F. Vázquez Quevedo, La Cirugía en España, Iatros, Ediciones Barcelona, 1994, pág. 133; “Biografía de E. Gutiérrez González y su aportación a la Ginecología Española”, en Academia, n.º 165 (2002).
Francisco Vázquez de Quevedo
