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Antonio de Puga

Biografía

Puga, Antonio de. Orense, 13.III.1602 baut. – Madrid, 10.III.1648. Pintor.

El pintor Antonio de Puga fue bautizado en la iglesia de Santa Eufemia de Orense, el 13 de marzo de 1602; sus padres eran Antonio de Puga e Inés Rodríguez.

No se sabe cuando se trasladó a Madrid, pero sí que su hermano Gregorio había sido mayordomo del conde de Humanes, por lo que tal vez gracias a él pudo establecer un contacto con la Corte. Por sus propias palabras se conoce que había trabajado “por orden y en casa de Eugenio Cajés” en los dos cuadros que a su muerte en diciembre de 1634 habían quedado sin terminar y que estaban destinados al Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro en Madrid; por su trabajo en los mismos había recibido 200 reales a cuenta. En la almoneda de Cajés obtuvo, por lo que se le debía, un libro y una losa de moler colores, y aún así reclamó 236 reales más por su trabajo. Estas afirmaciones han llevado a suponer que fuese suyo el paisaje de la Recuperación de Puerto Rico por don Juan de Haro, del Museo del Prado. En 1635 debió de padecer una grave enfermedad, pues otorgó testamento en 1 de marzo de ese año, declarándose parroquiano de San Sebastián, donde pedía ser sepultado. En dicho documento declara deber 32 reales “al yerno de Velázquez” y otros 80 a “barrera pintor”. Gracias a sus testamentos de 1635 y 1648 se sabe bastante sobre su actividad e incluso que contaba con un taller propio, pues dejó un cierto número de estampas a sus oficiales Pedro Gómez y Bartolomé González. Poseía más de mil seiscientos grabados, que debieron serles muy útiles en su arte. Uno lo compró en 1639 en la almoneda de Vicente Carducho, junto con cincuenta y cinco dibujos y doce pinceles, y a su muerte acudieron a comprar dibujos y grabados en su almoneda Alonso Cano, Francisco de Palacios, Felipe Diricksen, Antonio de Pereda o Juan Carreño de Miranda.

Según sus contemporáneos, practicó también la pintura de bodegones, retratos y paisajes, género en el que debió de destacar pues eran, según afirmaba en 1641 Camillo Guidi, embajador del duque de Modena, “i più stimati di questa corte e di S.M. in quel genere”, aunque hasta la fecha no se ha identificado ninguno de ellos, quedando constancia documental de la existencia de un retrato del duque de Medina de las Torres pintado para Lorenzo Ramírez de Prado, así como de dos retratos de cuerpo entero de los condes de Lemos, que dejó inacabados a su muerte. En 1643 se le pagaban 1664 reales por todas las “quentas de pintura para Su Excelencia [el marqués de Viana] y el estandarte que pinto para Oran” y un año después el notario Lázaro de Rueda le arrendó un “quarto trasero alto” “en la calle de los peligros”.

El 9 de marzo de 1648 otorgó testamento en Madrid, ante Cristóbal de Medrano, falleciendo al día siguiente, tras pedir ser enterrado en la parroquia de San Ginés. El día 31 su madre Inés Rodríguez, “viuda del sastre Antonio de Puga”, otorgaba un poder en Orense a favor del dorador Simón López para que cobrara “todos los bienes fiscables” de su hijo. Éste vivía ahora en unas casas de la calle mayor “portal de los pellejeros”. A pesar de no haberse casado, legó 30 ducados y una joya de su elección a Petronila de Navas, “biuda veçina desta villa [...] por el amor y la voluntad que la tengo y deseos de satisfacerla parte de lo que la devo en aver acudido y estar acudiendome en mi enfermedad tanto tiempo y le pido me encomiende a dios nro señor y quisiera tener mucho que dejarle”, por lo que se ha supuesto que existiera entre ambos una relación amorosa. Petronila elegiría, en vez de la joya, “huna echura de nuestra señora de la Soledad de bara y quarta sin marco”.

Debió de ser un artista de cierta cultura, pues su biblioteca constaba de ciento treinta y dos volúmenes y cuarenta y dos comedias “por encuadernar” y entre los que se encontraban libros devocionales, jurídicos, que han hecho suponer que se trasladara a la Corte para dedicarse a la curia, de matemáticas y perspectiva así como otros relativos a la teoría de la pintura, y también tenía obras de otros artistas, entre los que se menciona a El Greco y Alonso Sánchez Coello. En el inventario realizado a su muerte constan paisajes, escenas religiosas, bodegones y retratos, pero ninguna de las escenas de género por las que hoy es más famoso.

El origen de la atribución de ese tipo de cuadros se halla en una cita de Ceán, quien indicaba que fue discípulo de Velázquez en Madrid, “á quien imitó perfectamente. Pintó el año de 1653 seis quadros que conserva el señor D. Silvestre Collar y Castro, secretario del consejo y cámara de Indias, que parecen á las primeras obras de su maestro, hasta en los asuntos domésticos y tribiales [sic] que representaba en Sevilla en su juventud”. Las dudas con respecto a esta afirmación se basan, por una parte, en el hecho de que en 1653 el artista ya había fallecido, aunque la fecha pudo ser una errata de Ceán, habiéndose propuesto 1635 y 1643, y, por otra parte, en la escasa relación estilística de esas escenas con la única obra firmada que se conserva, el San Jerónimo penitente del Bowes Museum en Barnard Castle, una composición que copia una obra de Collantes inspirada a su vez en Ribera. Como solución se propuso la atribución a un anónimo pintor de mediados de siglo que, en ocasiones, se ha denominado pseudo-Puga y que sería el autor de estos lienzos, aunque para añadir más confusión al problema, El afilador del Museo del Hermitage en San Petersburgo se ha aceptado generalmente como obra de Puga al representar un oficio que tradicionalmente desempeñaban los gallegos en la Corte.

 

Obras de ~: Vieja en un interior (también conocido como La madre del artista), c. 1600-1648; San Jerónimo penitente, 1636; El afilador, c. 1640-1648; La taberna, c. 1640-1648; Gitana vendiendo carbón, c. 1640-1648; El aceitero. c. 1640-1648; Sopa de pobres, c. 1640-1648.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico de Protocolos (Madrid), n.º 5284, 5287 y 7102; Archivo Diocesano de Orense, Libro de bautizados, casados y difuntos de Santa Eufemia de Orense desde el año de 1592 hasta el de 1619; Antonio González, año 1648.

J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España, t. IV, Madrid, Viuda de Ibarra, 1800, pág. 134; M.ª L. Caturla, “Un pintor gallego en la corte de Felipe IV. Antonio Puga”, en Cuadernos de Estudios Gallegos (Santiago de Compostela), anejo VI (1952); “La partida de bautismo del pintor Antonio Puga”, en Cuadernos de Estudios Gallegos, t. IX (1954), pág. 251; E. Young, “Antonio Puga, his Place in Spanish Painting, and the Pseudo-Puga”, en J. Paul Getty Museum Journal, n.º 3 (1976), págs. 47-65; M.ª L. Caturla, Antonio de Puga pintor gallego, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1982; D. Angulo Íñiguez y A. E. Pérez Sánchez, Pintura madrileña del segundo tercio del siglo xvii, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1983, págs. 255-267; J. L. Barrio Moya, “Nuevas noticias sobre el pintor Antonio de Puga en Madrid”, en El Museo de Pontevedra (Pontevedra) n.º 41 (1987), págs. 355-364; A. E. Pérez Sánchez, Pintura barroca en España, Madrid, Cátedra, 1992, págs. 24, 54, 70, 94, 96, 99, 114, 239 y 257; VV. AA., El mundo que vivió Cervantes, Madrid, Ministerio de Cultura-Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2005, págs. 301-303; L. Kagané, La pintura española del Museo del Ermitage. Siglos xv a comienzos del xix, Sevilla, Fundación el Monte, 2005, págs. 163-166.

 

Miguel Hermoso Cuesta