Aguerri, Miguel. País Vasco, p. s. XVII – Huesca, 1639 sup. Pintor y dorador.
Aunque natural del País Vasco, Miguel Aguerri desarrolló su actividad artística en la ciudad de Huesca, a la que siempre aparece ligado. Se desconoce su fecha de nacimiento y hay que esperar a 1623 para tener la primera constancia documental de su labor como pintor: se trata de una carta de pago con la cofradía oscense de San Úrbez. Años después —concretamente en 1631— se le vuelve a encontrar en relación con la cofradía de San Úrbez, en este caso para efectuar los pagos por la pintura del arca para contener los restos del santo y eremita.
Los datos sobre el arca son confusos, aunque a día de hoy parece que fue realizada para el convento de San Úrbez de Nocito (Valle de Jaca), donde se conservó el cuerpo incorrupto del eremita del siglo VIII hasta su destrucción en la Guerra Civil española en 1936.
De su labor como dorador queda el testimonio en 1631 de su relación con el platero Jerónimo Senén de Oliva, natural de Calatayud (Zaragoza). Poco más puede señalarse sobre este pintor; se sabe que en 1632 contrae matrimonio con Josefa Amigo, natural de Zaragoza, y que ese mismo año contrata junto a Vicente López Porras el dorado del retablo de San Juan Bautista en la iglesia oscense de San Lorenzo.
De entre 1634 y 1639, acaso la fecha de su fallecimiento —hay constancia de la redacción de su testamento en 1632— se conserva una serie de cartas de pago con el monte de piedad fundado por el conde de Torresecas. Ninguna de ellas alude a su labor artística.
El hecho de que no se conserve ninguna obra pictórica de Aguerri no permite hacerse una idea de su estilo. Sin embargo, debía de estar inmerso en la tradición tardomanierista en la que permanecería la ciudad de Huesca durante todo el primer tercio del siglo XVII, y en la que acaso se dejaría sentir la huella de Antonio Bisquert.
Obras de ~: arca para los restos de San Úrbez, 1631; dorado del retablo de San Juan Bautista, basílica de San Lorenzo (Huesca), 1632.
Bibl.: R. del Arco y Garay, “La pintura en el Alto Aragón durante los siglos XVII y XVIII”, en Arte Español (Madrid), 1 (1914), pág. 12; M.ª J. Pallarés Ferrer, La pintura en Huesca durante el siglo XVII, Huesca, Instituto de Estudios Aragoneses, 2001, págs. 109-110; S. Broto Aparicio, “Huesca: Donación del Arca de San Úrbez”, en Serrablo (Sabiñánigo), 126 (diciembre de 2002).
Ángel Rodríguez Rebollo
