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Aldonza Coronel

Biografía

Coronel, Aldonza. ?, c. 1337 – 1369. Noble, amante de Pedro I de Castilla.

Segunda de las hijas de Alfonso Fernández Coronel, privado de Alfonso XI, y de Elvira Alfonso, nació alrededor de 1337. Probablemente creció en las antiguas casas de San Pedro de Sevilla, residencia familiar heredada de su bisabuelo por vía materna, Fernando Ruiz de Biedma. En 1351 su padre se rebela contra Pedro I y al año siguiente el Rey pone cerco a la villa de Aguilar, dentro de la cual estaban Aldonza Coronel y sus hermanos. A principios de 1353 Aguilar se entrega y Alfonso Fernández es ejecutado. Pasa entonces a la tutela de su cuñado Juan de la Cerda, casado con su hermana María, hasta contraer matrimonio, en Gibraleón en 1356, con Alvar Pérez de Guzmán.

Como dote recibe los lugares de Villalba y Palma, que su esposo comprara en 1350 a Alfonso XI. Ese mismo año le habían sido devueltos parte de los bienes que el Monarca confiscara de la herencia de sus padres.

En 1357, en medio del conflicto entre Castilla y Aragón, Alvar Pérez parte junto a Juan de la Cerda hacia la frontera por orden de don Pedro, quedando Aldonza y María en Sevilla, en el monasterio de Santa Clara, que ocupaba el solar en el que antes se alzaran las casas de San Pedro. En secreto, su esposo y su cuñado se habían desnaturalizado un año antes del Rey castellano, haciéndose súbditos del aragonés, y aliados con Enrique de Trastámara preparaban en Andalucía un levantamiento contra Pedro I. Como resultado de esta revuelta, Juan de la Cerda muere y Alvar Pérez huye a Aragón. Se firma entonces un año de treguas y el Rey regresa a Sevilla. Aldonza Coronel se presenta en la Corte para solicitar el perdón de su esposo, que no obtiene, y reclama sus derechos sobre Villalba y Palma. Poco después cede al cortejo de don Pedro, se convierte en su amante y se traslada del monasterio a la Torre del Oro, en donde permanecerá algún tiempo, prudentemente alejada de María de Padilla, que vivía en el alcázar. Corrían los primeros meses de 1358, y en los puertos de la ciudad se preparaba la gran armada que atacaría Aragón una vez acabadas las treguas. El Rey, cansado de guerras y rebeliones, decide salir por un tiempo de Sevilla y dedicarse a la caza. Aldonza Coronel queda bajo la custodia de varios caballeros, miembros de un partido cortesano que pretende aprovechar las nuevas circunstancias para arrebatar la privanza a los Padilla. Sirviéndose de las cartas de poder concedidas por el Monarca para proteger a Aldonza Coronel, hacen apresar a Juan Fernández de Henestrosa, tío de María de Padilla. En mayo don Pedro llama a Aldonza Coronel para que se reúna con él en Carmona, pero pronto le llega la noticia de lo ocurrido con Henestrosa, regresa a Sevilla y vuelve a unirse a su antigua amante.

Se desconoce lo que hizo Aldonza Coronel tras ser abandonada en Carmona. Finalizado su breve romance con don Pedro, en los ocho años transcurridos entre 1358 y 1366 murieron su hermano Juan Alfonso y su esposo Alvar Pérez de Guzmán, que nunca regresó de Aragón, y su hermana Mayor contrajo matrimonio con Gómez Carrillo, partidario de Enrique de Trastámara. Probablemente regresó a Santa Clara, en donde una leyenda sitúa a su hermana viuda María, quien habría evitado entregarse al Rey quemándose la cara con aceite hirviendo. Despojadas de nuevo de sus bienes, las Coronel sólo los recuperaron cuando, en la primavera de 1366, el conde de Trastámara entró en Sevilla, poco antes de que don Pedro abandonase el reino. Vencido Enrique un año más tarde en la batalla de Nájera, las tres hermanas obtienen un salvoconducto de Pedro IV y se desplazan a Aragón, en donde parece que no se quedaron mucho tiempo, ya que meses más tarde el Trastámara confirma de nuevo la devolución de sus bienes, y varios documentos las sitúan en Castilla a lo largo de 1368. Dividido en dos el reino por la guerra civil, se mantienen del lado de su valedor don Enrique, y en 1369 testan tanto Mayor como Aldonza Coronel. La segunda lo hará en Buitrago el 12 de abril, poco después de que muriese Pedro, disponiendo que su cuerpo repose en el panteón familiar de Guadalajara o, de construirse, en el monasterio que su hermana María Coronel pensaba fundar en Sevilla. Asimismo, ordena que se funde un hospital para pobres y enfermos que quedaría al cuidado de María Coronel, por lo que se puede suponer que murió poco después.

 

Bibl.: D. Ortiz de Zúñiga, Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla desde 1246 hasta 1671, Madrid, Imprenta Real, 1677; F. M. Tubino, Pedro I de Castilla, la leyenda de doña María Coronel y la muerte de don Fadrique, Madrid, Imprenta de la Andalucía, 1887; J. Catalina García, Castilla y León durante los reinados de Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III, t. I, Madrid, El Progreso Editorial, 1891; J. B. S itges, Las mujeres del rey don Pedro I de Castilla, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1910; E. Llaguno (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla desde D. Alfonso el Sabio hasta los reyes D. Fernando y Doña Isabel, Madrid, Atlas, 1953 (col.

Biblioteca de Autores Españoles); C. Ros, Doña María Coronel. Historia y leyenda, Sevilla, Monasterio de Santa Inés, 1980; P. García Toraño, El rey don Pedro el Cruel y su mundo, Madrid, Marcial Pons, 1996; L. V. Díaz Martín, Pedro I (1350-1369), Palencia, Diputación Provincial, 1996; P. López de Ayala, Crónica del rey don Pedro y del rey don Enrique, su hermano, hijos del rey don Alfonso Onceno, ed. de G. Orduña y J. L. Moure, Buenos Aires, Seminario de Edición y Crítica Textual (SECRIT), 1994-1997, 2 vols.

 

Covadonga Valdaliso Casanova

 

 

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