Ayanz, Fernando de. Navarra, c. 1330 – ?, 3. XII.1393. Caballero de Navarra.
Primer miembro documentado de un linaje de barones oriundo de la villa realenga de Ayanz. En 1353 entra al servicio de Carlos II de Navarra en Normandía. En 1357 era condestable de Cherburgo y tomó parte en la liberación de Carlos II, preso por el rey de Francia.
Entre 1361 y 1364 residió en Navarra, donde fue alcaide de los castillos de Sancho Abarca, Burgui y Pintano y chambelán del infante Luis, gobernador del reino. Simultáneamente cobraba gajes como sargento de armas del Rey. En 1363, Carlos II, agradecido por los servicios prestados, le nombró ujier de armas y le dio casas y rentas en Mutilva Baja, junto a Pamplona. En 1364 volvió a Normandía con el ejército reclutado después de la derrota navarra en Cocherel.
Entre 1365 y 1369, junto con el obispo de Avranches, gobierna Normandía como segundo del Captal del Buch, lugarteniente del Rey. Al mismo tiempo es capitán de Cherburgo y dirige desde allí la defensa militar de Cotentin. Ocasionalmente desempeña también la guarda de los castillos de Carentan y Mortain.
Entre 1370 y 1371 se le releva de Cherburgo y se le confía la capitanía de Avranches. La presencia de Carlos II en Francia le dio ocasión de prestar servicios efectivos u honoríficos como maestrehostal (1370-1374) y chambelán (1374-1377). En 1370 y entre 1372-1376 actuó como gobernador de Normandía, percibiendo como tal una renta anual de quinientas libras de carlines. Desde 1375 juega un papel fundamental en las negociaciones con los franceses. Además figura como consejero del Rey y capitán de Gavray y Mortain hasta 1378. En 1377 regresó a Navarra como merino de Sangüesa y se casó con Toda Martínez de Medrano, perteneciente a una familia de la alta nobleza.
En 1378 marchó a Francia con el infante heredero Carlos y vivió con él la pérdida de las posesiones navarras a manos del rey Carlos V. Desde entonces, y hasta 1388, permaneció preso, quizá para garantizar la sumisión de esos territorios a Francia. Muerto Carlos II, Fernando fue recompensado por su sucesor con una pensión anual y la renovación de su cargo de chambelán. De inmediato ocupó cargos en la administración civil: castellano y baile de Ultrapuertos y merino de Sangüesa. Además continuó como consejero y maestrehostal del Rey.
En 1389 fue armado caballero. Para entonces había adquirido el señorío de Mendinueta, que pasó a su hijo Fernando Martínez de Ayanz, nacido en 1392 y casado en 1417 con Leonor, nieta de Carlos II. Redactó su testamento el 30 de noviembre de 1393, pocos días antes de morir.
Fue enterrado en Roncesvalles, en cuyo claustro se conserva su lauda sepulcral, que lo representa como guerrero con una mano en el pecho y otra en la espada y un lebrel a los pies. Su carrera ejemplifica el ascenso social en el siglo XIV de la pequeña nobleza de infanzones y caballeros, a través del servicio a la Corona en campañas militares y en la burocracia civil (administración territorial y hostales reales). La protección real es para esta nueva elite una fuente de riqueza con la que respaldar su progreso y paliar el deterioro de las rentas agrarias. Estos linajes recientes se forjan asimismo mediante lazos matrimoniales con los miembros de la alta nobleza y aun de la familia real.
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Raquel García Arancón